Amal Ramsis, cineasta: ¡°Lo que est¨¢ pasando en L¨ªbano y Palestina no es solo militar, es una guerra de relatos¡±
La directora egipcia denuncia la invisibilizaci¨®n y la falta de recursos para las pel¨ªculas hechas por mujeres en el mundo ¨¢rabe y cree que el cine es una forma de reivindicar la existencia de los pueblos, en el que la mirada femenina es indispensable
La directora egipcia Amal Ramsis (El Cairo, 1972) llega a la cita en un hotel de Bilbao cargada de energ¨ªa. Luce una chapa con la bandera palestina y pregunta directamente si podremos hablar sobre la guerra en Oriente Pr¨®ximo. Se describe como ¡°activista¡±: as¨ª entiende su vida y su carrera profesional, que ha pasado por la abogac¨ªa, la militancia pol¨ªtica en partidos clandestinos, la academia (desde 2009 es titular de la C¨¢tedra de Arte y Cultura de la Fundaci¨®n Euro¨¢rabe de Altos Estudios de Granada) y desde hace casi dos d¨¦cadas, por el mundo del cine.
Ven¨ªs desde lejos (2018), su ¨²ltimo documental, la dej¨® agotada. La obra, en la que aborda la historia de los m¨¢s de 700 ¨¢rabes que combatieron por la Rep¨²blica en la Guerra Civil a trav¨¦s del retrato de una familia palestina, le llev¨® m¨¢s de una d¨¦cada de investigaci¨®n y varias lecciones sobre la industria cinematogr¨¢fica.
¡°Fue una pel¨ªcula para la que apenas tuve financiaci¨®n. Consegu¨ª poca y al final del proceso. En Europa nadie estaba interesado en financiar un documental sobre la Guerra Civil, menos sobre la participaci¨®n de ¨¢rabes en esta contienda y menos a¨²n en apoyar a una mujer ¨¢rabe que quisiera contarlo¡±, afirma, en esta entrevista, realizada el pasado octubre. ¡°Cuando eres una mujer ¨¢rabe tienes que hablar de lo dif¨ªcil que es vivir con el velo o de la opresi¨®n que sientes por parte de los hombres. Son las ¨²nicas narrativas que interesan a Occidente¡±, critica.
Para Ramsis, el cine es una herramienta con la que cuestionar la realidad que la rodea. ¡°No tengo el lujo de hacer otro tipo de pel¨ªculas, m¨¢s banales o contemplativas, de probarme como cineasta experimentando por ejemplo filmar un ¨¢rbol en medio de la nada¡±, cita, explicando que usa la c¨¢mara para acercarse a las historias que ayudan a profundizar en cuestiones que quiz¨¢s sean m¨¢s invisibles, que aporten matices y pongan el foco en h¨¦roes cotidianos.
Por ejemplo, en Prohibido (2011) grab¨® clandestinamente a amigos activistas en el Egipto de justo antes de la revoluci¨®n. El documental retrata un pa¨ªs que articula su descontento a fuego lento y da muchas pistas para entender qu¨¦ pas¨® antes del ¡°estallido¡± de la plaza Tahrir en 2011. La estela de la mariposa (2015) sigue los pasos durante dos a?os de Mary Daniel, hermana de Mina Daniel, conocido como el ¡°Che Guevara egipcio¡±. ?l era uno de los 27 manifestantes asesinados en la masacre de Maspero, el 9 de octubre de 2011. Esa noche, la polic¨ªa militar egipcia reprimi¨® en El Cairo las protestas de cristianos coptos que se manifestaban por la quema de una iglesia. En el filme, Ramsis se interesa por la mutaci¨®n radical que este acontecimiento supuso para esta mujer, tanto a nivel personal como pol¨ªtico. Ambas pel¨ªculas fueron autofinanciadas. ¡°Quer¨ªa que fuese as¨ª, para ser libre y contar mi relato sin pensar de d¨®nde viene el dinero¡±, explica.
Cuando eres una mujer ¨¢rabe tienes que hablar de lo dif¨ªcil que es vivir con el velo o de la opresi¨®n que sientes por parte de los hombres. Son las ¨²nicas narrativas que interesan a Occidente
¡°Las mujeres tienen mucha dificultad de entrar en el mercado cinematogr¨¢fico, pero cuando cogen la c¨¢mara, la mayor¨ªa de ellas hablan de verdad desde lo que les conmueve. Tienen otra mirada, porque la situaci¨®n social de las mujeres es distinta a la de los hombres, que es la que estamos acostumbrados a ver¡±, comenta la directora.
En esto, reconoce el papel de sus antecesoras, como Assia Dagher, actriz y productora pionera del cine egipcio, y otras muchas contempor¨¢neas que est¨¢n recibiendo reconocimientos a nivel internacional, como la palestina Mai Masri, la libanesa Eliane Raheb y la marroqu¨ª Leila Kilani. ¡°Hacer cine en el mundo ¨¢rabe no es nuevo para las mujeres, somos la continuaci¨®n de una tradici¨®n muy larga¡±, sentencia Ramsis.
¡°No quiero que me acepten en sus c¨ªrculos¡±
Antes de viajar a Bilbao, Amal Ramsis estuvo en la ciudad libanesa de Tr¨ªpoli, participando en un taller de documental creativo con ocho mujeres, en el marco de la iniciativa La Caravana entre mujeres cineastas. Creado en 2008 y dirigido por un grupo de realizadoras y curadoras de cine, el proyecto busca fortalecer una red internacional de mujeres cineastas de diversas regiones del mundo, especialmente del mundo ¨¢rabe, con el objetivo de avanzar hacia la igualdad de g¨¦nero.
Lo que sale en el mercado no nos representa, as¨ª que hacer cine es nuestra forma de defender nuestra existencia
En el contexto de la intervenci¨®n israel¨ª, dud¨® sobre la conveniencia de viajar hasta all¨¢. Pero ¡°las participantes estuvieron presentes y trabajando como si no pasase nada. Esa es su forma de resistir: hacer que la vida contin¨²e¡±, explica impresionada Ramsis. ¡°No podemos quedarnos mirando c¨®mo nos destruyen, tenemos que seguir trabajando para presentar nuestra propia visi¨®n de lo que est¨¢ sucediendo. Lo que sale en el mercado no nos representa, as¨ª que hacer cine es nuestra forma de defender nuestra existencia. Lo que est¨¢ pasando en el L¨ªbano y Palestina no es solo militar: es una guerra de relatos¡±, argumenta.
Seg¨²n la cineasta, ¡°cuando se observa al pueblo palestino o liban¨¦s solamente como v¨ªctima hay una mirada de superioridad que reconforta¡±. ¡°Pero si los vemos como pueblos en lucha, nos fijamos en todo lo que hacen a pesar de que les est¨¦n bombardeando y tu actitud cambia¡±, asegura.
De las mujeres formadas en los talleres de documental creativo no solo nacen pel¨ªculas, sino tambi¨¦n un colectivo que ahora trabaja de manera solidaria en los proyectos individuales de cada una y que rompe las reglas de la industria cinematogr¨¢fica. Este modelo femenino y cooperativo se intentar¨¢ replicar en L¨ªbano en 2025 y posteriormente en otros pa¨ªses. ¡°El mercado es muy competitivo, sobre todo en el cine documental. Yo no quiero que me acepten en esos c¨ªrculos, quiero crear otros m¨¢s justos, que es lo que estamos intentando hacer en Egipto entre mujeres¡±, afirma.
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