Patxi L¨®pez adelanta

El ¡®lehendakari¡¯, Patxi L¨®pez, ha decidido hacer caso a quienes le suger¨ªan anunciar la disoluci¨®n de la c¨¢mara vasca lo m¨¢s pronto posible. El Estatuto establece un plazo de 54 d¨ªas entre la disoluci¨®n y los comicios. La disoluci¨®n la anunci¨® ayer, tras el primer consejo de Gobierno del nuevo curso. Y fij¨® la convocatoria para el 21 de octubre: el primer d¨ªa tras el primer aniversario del cese de la violencia de ETA.

Es una decisi¨®n prudente. De haberla atrasado, aunque solo fuera un mes, habr¨ªa tenido que celebrar en septiembre el debate anual de pol¨ªtica general, que, en plena fiebre preelectoral, solo habr¨ªa servido para unir a la oposici¨®n reclamando elecciones. Es adem¨¢s una decisi¨®n responsable porque deja margen a la nueva mayor¨ªa, sea cual sea, para elaborar los presupuestos con los que se proponga gobernar. Y es una decisi¨®n que sit¨²a en el centro del escenario el principal acontecimiento de su mandato: el fin de ETA.

El criterio general es que un gobierno que pierde la mayor¨ªa, o consigue articular otra o debe convocar elecciones. As¨ª se lo reclamaron los socialistas vascos a Ibarretxe cuando, tras la ruptura del Pacto de legislatura con la izquierda abertzale, el entonces lehendakari se qued¨® en minor¨ªa.

El pacto con el PP de Basagoiti no resisti¨® las tensiones derivadas de las pol¨ªticas de recortes sociales desplegadas por Rajoy.L¨®pez vio en la oposici¨®n a esas pol¨ªticas la oportunidad de adelantar posiciones avanzando por la izquierda. Frente al discurso de la austeridad cueste lo que cueste reivindic¨® el modelo vasco, que permit¨ªa mantener las pol¨ªticas sociales; modelo inseparable de las ventajas derivadas del sistema de concierto y cupo y que inclu¨ªa el acento vasquista de plantear recursos frente a decisiones del Gobierno por considerar que vulneraban el autogobierno.

Las encuestas evidenciaron el fuerte desgaste del PP, pero no el despegue de los socialistas. El descenso en la recaudaci¨®n, la subida del endeudamiento y la imposibilidad de reformas fiscales (que tendr¨ªa que haber pactado con las Diputaciones, gobernadas por otros) parecen haber influido en la decisi¨®n de ayer. Sobre todo, porque hac¨ªan imposible sacar adelante los Presupuestos para 2013, lo que le hubiera llevado a disolver a la fuerza. Tambi¨¦n es posible que L¨®pez lo tuviera ya decidido pero quer¨ªa evitar la repetici¨®n de lo que le pas¨® a Zapatero por anunciar demasiado pronto, a cuatro meses de distancia, el adelanto electoral.

La elecci¨®n de la fecha viene a recordar que el objetivo central del pacto que llev¨® a L¨®pez a Ajuria Enea se alcanz¨® con el cese de ETA, y que a ese desenlace contribuy¨® el clima social que propici¨® la pol¨ªtica de firmeza del primer Gobierno vasco no nacionalista frente a la banda y sus cuadrillas de acoso. Y ese objetivo tendr¨ªa que permitir ahora que, cualquiera que sea la composici¨®n del nuevo gobierno, su prioridad sea combatir pol¨ªticamente, ya sin la sombra de ETA, contra los residuos antidemocr¨¢ticos que se mantienen en los comportamientos de sus herederos.