Por el bien de Espa?a

Como Grecia, Irlanda y Portugal antes que ella, Espa?a parece resistirse a hacer una petici¨®n formal de ayuda financiera internacional ¡ªm¨¢s all¨¢ de la acordada para sus bancos¡ª a no ser que su descenso al abismo se vuelva irreversible. Sin duda esta actitud refleja la opini¨®n del Gobierno de que tal demanda significar¨ªa la mayor humillaci¨®n de la naci¨®n desde el final del franquismo en 1975.

Pero tambi¨¦n refleja la valoraci¨®n por parte de Mariano Rajoy, el primer ministro de centro-derecha, de que acudir a los fondos de rescate de Europa puede llevar a una cat¨¢strofe pol¨ªtica para su Partido Popular en el poder. Los vapuleos electorales sufridos por los Gobiernos en Atenas, Dubl¨ªn y Lisboa que al final se vieron obligados a solicitar ayuda indican que los temores del se?or Rajoy no son descabellados.

Por desgracia, ese tipo de c¨¢lculo sobre su partido pol¨ªtico ha acompa?ado al comportamiento del Gobierno de Rajoy en la Eurozona desde su victoria por mayor¨ªa absoluta en noviembre pasado. (...)

Bajo la guardia del se?or Rajoy, Espa?a ha logrado progresos alentadores en varios frentes, con las exportaciones boyantes, la reducci¨®n del d¨¦ficit por cuenta corriente y la mejora en los costes de la unidad laboral. El desempleo est¨¢ penosamente alto pero las reformas del mercado de trabajo del Gobierno van en la direcci¨®n correcta. No menos esenciales son el coraje y la constancia para gobernar por el bien de Espa?a, incluso si implica medidas que da?en los intereses a corto plazo del Partido Popular.

Londres, 29 de agosto