La casa real brit¨¢nica no quiere que Kate se convierta en Lady Di
Los abogados de los duques presentan una demanda criminal por el toples
El duque y la duquesa de Cambridge presentaron ayer por la ma?ana una demanda por la v¨ªa penal ante la Justicia francesa por la publicaci¨®n de unas fotos de la duquesa en toples en la revista francesa Closer. Por la tarde presentaron una segunda demanda, por la v¨ªa civil, para pedir el secuestro de la publicaci¨®n y la retirada de los ejemplares que est¨¢n en los quioscos.
El pr¨ªncipe Guillermo, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n de la corona brit¨¢nica, y su esposa Catalina consideran que la publicaci¨®n de las fotos supone una violaci¨®n de la restrictiva legislaci¨®n francesa, que protege la privacidad de las personas. En teor¨ªa, tanto la directora de la revista, Laurence Pieau, como la autora de las fotos, que se cree que es la fot¨®grafa Valerie Suau, pueden ser condenadas a un a?o de c¨¢rcel y una multa de 45.000 euros.
Parece obvio que, m¨¢s que buscar reparaciones econ¨®micas o remediar un mal que ya est¨¢ hecho y que apenas cambiar¨ªa con el secuestro de la revista, lo que la familia real brit¨¢nica busca es, por encima de todo, sentar un precedente que sirva de llamada de atenci¨®n a la prensa mundial y evitar as¨ª que la futura reina Catalina pueda sufrir un acoso semejante al que padeci¨® la fallecida princesa Diana, madre de los pr¨ªncipes Guillermo y Enrique.
Es ese fantasma, el de Lady Di, lo que explica una reacci¨®n aparentemente exagerada por la publicaci¨®n de las fotos. Estas fueron tomadas cuando Guillermo y Kate tomaban el sol en una terraza del castillo de Autet, en la Provenza, propiedad del vizconde Linley, hijo de la fallecida princesa Margarita y sobrino de la reina Isabel II. Y eso puede explicar tambi¨¦n que los Windsor hayan reaccionado ahora de forma opuesta a la actitud que adoptaron cuando hace apenas unas semanas se publicaron unas fotos del pr¨ªncipe Enrique, desnudo, durante una fiesta privada en la suite de su hotel en Las Vegas.
En el caso de Enrique, la realeza brit¨¢nica se limit¨® a lamentar que primero la web TMZ y luego multitud de publicaciones de todo el mundo las reprodujeron. Incluso en Reino Unido, donde la prensa ha llegado a un pacto de no agresi¨®n con los Windsor, las fotos fueron publicadas por el diario The Sun con el argumento de que ¡°los lectores del Sun tienen derecho a verlas¡± y la excusa de que los brit¨¢nicos pod¨ªan acceder a ellas a trav¨¦s de Internet. Esa situaci¨®n es ahora exactamente igual, pero todo es diferente.
Ahora los Windsor s¨ª han ido a los tribunales y ning¨²n diario brit¨¢nico las ha publicado. Al menos, en territorio brit¨¢nico, porque la edici¨®n irlandesa del Daily Star las public¨® el s¨¢bado pasado. Propiedad al 50% del grupo irland¨¦s Independent News and Media y el brit¨¢nico Northern & Shell, editor este ¨²ltimo de la edici¨®n brit¨¢nica del Star, el due?o de Northern & Shell, Richard Desmond, ha anunciado que quiere cerrar la edici¨®n irlandesa. Una medida calificada por los sindicatos de ¡°exagerada¡± y destinada sobre todo a evitar represalias del p¨²blico brit¨¢nico contra el tabloide.
Los abogados de los duques de Cambridge han decidido llevar las denuncias por la v¨ªa penal y civil. Con la primera intentan lanzar ese mensaje duro de advertencia a fot¨®grafos, periodistas e industria medi¨¢tica. Cuentan con la ventaja de que la legislaci¨®n francesa es especialmente radical en defensa del derecho a la privacidad.
Con la segunda quieren asegurarse, adem¨¢s, de que los medios no obtengan beneficios acosando a Guillermo y Catalina. En su demanda piden la retirada de la revista, una multa 100.000 euros si no se ejecuta el secuestro de la revista y 10.000 euros por cada d¨ªa que pase sin que se haga efectiva la retirada tanto en prensa como en Internet. Y otros 100.000 euros de multa por la distribuci¨®n de las fotograf¨ªas a otras publicaciones.
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