Lecciones de la ¡®basura blanca¡¯
Muchos dir¨¢n que el 'reality' estaodunidense 'Here comes Honey Boo Boo' es aberrante, pura explotaci¨®n de las miserias de gente pobre. Yo propondr¨ªa su visionado obligatorio en los colegios
Si usted goza cometiendo ese pecado mortal que es ver realities, le recomiendo con fervor Here comes Honey Boo Boo. Esta peque?a maravilla televisiva, que comenz¨® a emitirse en agosto en Estados Unidos, retrata el d¨ªa a d¨ªa de los Thompson, una familia de un poblacho del sur que bien podr¨ªa estar en un museo antropol¨®gico como ejemplo viviente de la llamada basura blanca. Es como un documental de National Geographic, pero con rednecks republicanos de la Am¨¦rica profunda en vez de monos o leones de ?frica.
Es como un documental de National Geographic, pero con rednecks republicanos de la Am¨¦rica profunda en vez de leones de ?frica
Honey Boo Boo en cuesti¨®n es Alana, un monstruito de siete a?os cuya existencia gira en torno a los concursos de belleza infantiles. De sus tres hermanas, una ya est¨¢ embarazada con 17 a?os. Su padre es un cero a la izquierda sin aparente actividad intelectual o emocional. Alana tiene un cerdito gay llamado Glitzy, que merecer¨ªa una columna por s¨ª mismo. Pero centr¨¦monos en la aut¨¦ntica superestrella del programa: la madre, June, una mujer de 32 a?os ¨Ceche cuentas sobre su primera maternidad¨C de la que es imposible no enamorarse desde el primer minuto.
Mam¨¢ June es fea, gorda y zafia. Se tira pedos, su nivel educativo hundir¨ªa el informe Pisa de Finlandia y, como toda su familia, habla un ingl¨¦s tan deformado que le tienen que subtitular. Pero la sorpresa consiste en que no solo no es idiota, sino que sabe re¨ªrse de s¨ª misma, se acepta como es y lo muestra al mundo sin atisbo de culpa o complejo. Y ha logrado transmitir a su prole esta san¨ªsima actitud ante la vida.
Menos sana es la comida que ingieren los Thompson. Desayunan Cheetos, la limonada casera que preparan lleva la misma cantidad de az¨²car que de zumo de lim¨®n, devoran reposter¨ªa industrial a la que denominan fat cakes (bizcochos de grasa), y cuando van a comer a un deprimente asador de carretera dejan pedir a Honey Boo Boo pollo y costillas como guarnici¨®n de la carne. Su concepto de ¡°receta familiar¡± son los sketti, unos espaguetis cuya salsa se compone de un balde de margarina derretida mezclado con k¨¦tchup.
Muchos dir¨¢n que este reality es aberrante, pura explotaci¨®n de las miserias de gente pobre. Yo propondr¨ªa su visionado obligatorio en los colegios, como demostraci¨®n pr¨¢ctica de todo lo que no se debe hacer en el terreno alimentario. Y quiz¨¢ tambi¨¦n como ense?anza moral: a pesar de su ignorancia y vulgaridad, los Thompson proporcionan alguna sutil lecci¨®n sobre c¨®mo entenderse, quererse y divertirse en circunstancias dif¨ªciles.
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