Qu¨¦ esta pasando con tus impuestos

Esta es una entrada deAlex Prats,activista de Christian Aid (@alexpratstweets).

Hace un par de semanas supimos que Mitt Romney, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, obtuvo en el a?o 2011 ganancias por rentas del capital por valor de $13,7 millones. ?Saben qu¨¦ porcentaje de esa cantidad pag¨® en impuestos Mitt Romney, cuya adicci¨®n a los para¨ªsos fiscales es de sobras conocida? Pues un 14%, menos de lo que usted pag¨® por sus rentas del trabajo, y menos de lo que usted aporta en Espa?a en concepto de IVA cada vez que paga por alg¨²n producto o servicio.

?Saben cu¨¢ntos impuestos pagaban de media las empresas en la Uni¨®n Europea sobre sus beneficios en el a?o 2000? Un 31,9%. ?Y en el 2012? Un 23,5%. ?Y saben qu¨¦ ha pasado con el IVA en ese mismo periodo de tiempo? Pues que ha subido de una media del 19,2% al 21%.

En Espa?a, la subida del IVA entre los a?os 2000 y 2012 ha sido de cinco puntos (del 16% al 21%), los mismos puntos que ha bajado el impuesto sobre los beneficios de las empresas (del 35% al 30%), mientras que el porcentaje de impuestos m¨ªnimo a pagar por las rentas del trabajo han pasado del 18% al 24,75%.

?Qu¨¦ es lo que est¨¢ ocurriendo?

Desde que a partir de finales de los a?os 70 se iniciara el proceso galopante de desregulaci¨®n y liberalizaci¨®n del movimiento de capitales, el volumen de dinero invertido en el extranjero ha aumentado de forma exponencial; concretamente, los niveles de inversi¨®n directa extranjera en 2011 ($1.500 billones) representaron nada m¨¢s y nada menos que el 2000% del volumen registrado en 1982. Por tanto, hay ahora much¨ªsimo m¨¢s dinero buscando inversiones rentables en pr¨¢cticamente cualquier lugar del mundo.

?Y qu¨¦ es lo que han estado haciendo estos a?os la mayor¨ªa de gobiernos para atraer este capital hacia sus pa¨ªses? De forma resumida, dos cosas: reducir los impuestos a los beneficios empresariales y relajar la lucha contra la evasi¨®n fiscal del capital. De hecho, los para¨ªsos fiscales, que se han triplicado en estas tres d¨¦cadas, son el caso extremo de este comportamiento: cero impuestos y leyes que garantizan el secretismo bancario. Seg¨²n un estudio reciente, se estima que los fondos acumulados en los m¨¢s de 80 para¨ªsos fiscales que existen en la actualidad podr¨ªa ascender a $21.000 billones, es decir, 11 veces el valor de todos los bienes y servicios producidos en toda ?frica en 2011.

As¨ª pues, las empresas pagan cada vez menos impuestos por los beneficios que generan (utilizando, dig¨¢moslo de paso, bienes y servicios p¨²blicos que pagamos entre todos, como infraestructuras de carreteras o telecomunicaciones), y los ricos acumulan cada vez m¨¢s capital, de forma creciente en para¨ªsos fiscales en los que no pagan impuestos. Para compensar la p¨¦rdida o reducci¨®n de ingresos fiscales que estas tendencias provocan, los gobiernos han optado por aumentar los impuestos sobre el consumo y las rentas del trabajo.

?Cu¨¢l es la primera consecuencia importante? Pues que ha aumentado la desigualdad, porque los pobres pagan cada vez m¨¢s impuestos sobre sus ganancias y son m¨¢s pobres, y los ricos pagan cada vez menos impuestos sobre sus fortunas y son m¨¢s ricos. Espa?a es un claro ejemplo.

?Y qu¨¦ pasa en los pa¨ªses en desarrollo? En ?frica, las pol¨ªticas fiscales llevadas a cabo, especialmente para atraer inversi¨®n extranjera para la explotaci¨®n de sus recursos naturales, provocaron que los ingresos fiscales por impuestos sobre beneficios de las empresas se redujeran un 20% entre los a?os 1990 y 2000, pero, a diferencia de lo que ha pasado en los pa¨ªses desarrollados, los niveles de pobreza existentes y el considerable tama?o del sector privado y mercado de trabajo informal no han permitido compensar esa p¨¦rdida con ingresos derivados de otros impuestos.

As¨ª pues, ?cu¨¢l es la segunda consecuencia? La competencia entre pa¨ªses para atraer el creciente capital global ha afectado de forma a¨²n m¨¢s negativa a los pa¨ªses pobres, comprometiendo su capacidad para generar ingresos de forma autosuficiente y haciendo por tanto que persista la dependencia de la ayuda al desarrollo (cada vez m¨¢s mermada, como sabemos). As¨ª pues, la situaci¨®n actual no solamente conlleva m¨¢s desigualdad entre ricos y pobres dentro de cada pa¨ªs, sino tambi¨¦n entre los pa¨ªses desarrollados y los pa¨ªses en desarrollo.

?Cu¨¢les son algunas de las soluciones? Hay que poner freno a la evasi¨®n fiscal. Para ello, es necesario acabar ya, de una vez por todas, con la verg¨¹enza de los para¨ªsos fiscales, que no s¨®lo facilitan el fraude, sino tambi¨¦n la corrupci¨®n y el blanqueo de dinero procedente de actividades criminales. Y a¨²n m¨¢s importante: o los ricos empiezan a pagar un mayor porcentaje sobre sus beneficios que los pobres (recuerden el caso Romney), o continuaremos con esta preocupante tendencia de degradaci¨®n fiscal, es decir, seguiremos viendo como nos recortan, con cada nuevo Presupuesto, derechos econ¨®micos y sociales que son el fruto de la lucha de muchas generaciones.