Un ejemplo de dignidad y coherencia
Al enterarme de la muerte de Luis G¨®mez Llorente, tengo que manifestar mi gran admiraci¨®n y enorme respeto por un hombre que realiz¨® la extra?a heroicidad de vivir de acuerdo con sus convicciones.
Desde que lo conoc¨ª en 1979, todos nuestros encuentros transcurrieron discutiendo en torno a los muchos puntos de desavenencia, tanto al juzgar la situaci¨®n pol¨ªtica, como en el tipo de socialismo adecuado para nuestro tiempo. Algunas de sus cr¨ªticas al electoralismo y a la corrupci¨®n del Parlamento, que quedar¨ªa de manifiesto en la aceptaci¨®n sin m¨¢s de las decisiones de las direcciones de los partidos, me parec¨ªan desfasadas simplemente porque ya hubieran sido formuladas a finales del siglo XIX. Hoy, 30 a?os m¨¢s tarde son cientos de miles los que salen a la calle con los mismos reproches.
Mayor era el acuerdo sobre una marcha coordinada del partido y del sindicato en el movimiento obrero, pese a que su obrerismo me parec¨ªa insostenible en un momento de r¨¢pida descomposici¨®n de la clase obrera, cada vez m¨¢s fraccionada al haber dejado el trabajo de ser el eje central de la persona. Luis renunci¨® a cualquier posici¨®n en un partido con el que se identificaba plenamente por sus ra¨ªces hist¨®ricas, pero sobre el que pronosticaba que por la v¨ªa elegida terminar¨ªa en la inanidad y corrupci¨®n de los dem¨¢s partidos. Se centr¨® en la tarea sindical, dentro de la Federaci¨®n de Trabajadores de la Ense?anza de la UGT, luchando toda su vida a favor de una ense?anza p¨²blica, laica, y no dogm¨¢tica. Su esfuerzo ha sido tan descomunal, como el tama?o del fracaso. Su desaparici¨®n le evita el dolor de asistir al desmoronamiento de los sindicatos que la derecha lleva a cabo, aprovechando la crisis.
Probablemente las nuevas generaciones no sepan qui¨¦n fue Luis G¨®mez Llorente, como ignoren la sustancia moral de los primeros socialistas espa?oles y de los padres de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, pero para explicarles qui¨¦n fue Luis G¨®mez Llorente bastar¨ªa decir que fue el ¨²ltimo pablista y el ¨²ltimo institucionista revividos.¡ª Ignacio Sotelo.
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