Bancahucio
La identidad bancaria no pasa por la Naci¨®n espa?ola ni por las de las Autonom¨ªas. Tiene otra hoja de ruta.
Como persona humana que es, un banquero espa?ol, sin duda, posee tambi¨¦n su peculiaridad identitaria, su hecho diferencial, su patria, su bandera. ?Es Espa?a? Todos sabemos que no: la identidad bancaria no pasa por la naci¨®n espa?ola ni por las de las Autonom¨ªas. Es transversal, transustancial, levitadora y venerable. Tiene otra hoja de ruta. ?Cu¨¢l es?, se preguntar¨¢n los lectores. La pasta, se apresurar¨¢n a aventurar los m¨¢s simples. El Club Bilderberg, proclamar¨¢n los m¨¢s informados. Las fiestonas en Marbella, Ibiza o Miami, dir¨¢n otros. Los jets privados. Las felaciones regias e intempestivas. En fin, cada cual ir¨¢ exponiendo su idea, seg¨²n sus propias fantas¨ªas de riqueza y poder.
Sin embargo, ha quedado claro ¡ªlo afirma el informe de los jueces desvelado ayer por este diario¡ª que la patria del banquero es El Desahucio. Mejor dicho: el territorio Desahucio. Si uno de nuestros banqueros empezara a caminar ahora mismo por uno de los 350.000 pisos arrebatados a otros tantos propietarios, llegar¨ªa a¨²n m¨¢s lejos de nosotros de lo que est¨¢. Imaginen. Abriendo la puerta (con su propia llave), y realizando los movimientos habituales de quien se introduce en una vivienda por primera vez (vest¨ªbulo, sal¨®n-comedor, habitaciones de los ni?os, dormitorio principal, ?chequeo de instalaciones en los ba?os!)... Recorriendo uno tras otro los hogares perdidos por esas familias gracias a una ley feroz de 1909. Si ello hiciera, estoy en condiciones de afirmar que ese buen hombre, el banquero, cuando cerrara la ¨²ltima puerta del ¨²ltimo piso a sus espaldas, habr¨ªa envejecido unos cinco a?os y obtenido medio mill¨®n de pisos ajenos m¨¢s, porque esto no lo arregla ni Dios, y desde luego Gallard¨®n tampoco, ni mucho menos De G¨¹indows, que ya produjo su ruboroso e in¨²til C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas, sac¨¢ndoselo hace unos meses del gemelo del pu?o de su camisa.
El Desahucio. Qu¨¦ poca verg¨¹enza.
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