La lucha contra el fraude fiscal

Econom¨ªa sumergida y fraude fiscal suelen equipararse o al menos mencionarse simult¨¢neamente. Por ello creo que conviene precisar que aunque puedan ir juntas no son lo mismo: el 76% del fraude fiscal en este pa¨ªs proviene de grandes corporaciones ¡ªincluyendo las de la gran banca¡ª y grandes empresas, y el resto, el 24%, ser¨ªa atribuible a lo que todos identificamos como econom¨ªa sumergida, es decir, a los empleos no declarados y que se retribuyen ¡°en negro¡± y a los profesionales aut¨®nomos que ofrecen fraudulentamente sus servicios ¡°sin IVA¡± como herramienta de competitividad en una econom¨ªa deprimida; es decir, los primeros recurren al vuelo a para¨ªsos fiscales y los segundos son los que recurren a la inmersi¨®n.

No quiere decir ello que esto ¨²ltimo no sea fraude y por ello perseguible, pero puesto el Estado en la tesitura de maximizar el esfuerzo de la lucha contra el fraude fiscal para intentar situarlo a niveles europeos, est¨¢ claro que deber¨ªa intentar, en primer lugar, dirigir sus esfuerzos hacia donde se halla identificada la gran bolsa de fraude antes que al fontanero que no cobra el IVA por cambiarnos un grifo. Ya que no por justicia, al menos por inter¨¦s.¡ª Luis Jos¨¦ Herrero.?