Una cat¨¢strofe habitual

Despu¨¦s de la avalancha medi¨¢tica de los ¨²ltimos d¨ªas podr¨ªamos llegar a pensar que los ¨²nicos afectados por el hurac¨¢n Sandy son los habitantes de la costa Este de Estados Unidos. Sin embargo, los medios han olvidado una vez m¨¢s a aquellos cuyas tragedias, por habituales, hace tiempo que dejaron de ser noticia.

Hablo de Hait¨ª, de Cuba, de Jamaica o de Rep¨²blica Dominicana. Como cooperante en este ¨²ltimo pa¨ªs soy testigo de que para muchas comunidades el hurac¨¢n Sandy no ser¨¢ un suceso puntual, sino que significar¨¢ un punto y aparte en sus vidas. Ahora les toca recomenzar desde cero. Pero con la diferencia de que ellos no dispondr¨¢n de un Estado que destinar¨¢ todos los recursos necesarios a la reconstrucci¨®n. El Ej¨¦rcito no aparecer¨¢ para retirar los escombros y los bomberos no apuntalaran las casas. Las ambulancias no socorrer¨¢n a los heridos ni se repartir¨¢n alimentos entre los desplazados.

Sin ¨¢nimo de minimizar la tragedia de la p¨¦rdida de vidas humanas en Estados Unidos, estoy seguro de que nadie contabilizar¨¢ las v¨ªctimas que causar¨¢ la falta de recursos en estas zonas del Caribe los pr¨®ximos meses.

Detesto caer en el t¨®pico, pero no por ello deja de ser cierto: una vez m¨¢s lo extraordinario desplaza a lo habitual. ?Acaso son ellos culpables de lo com¨²n de sus tragedias? Lo tr¨¢gico nunca deber¨ªa dejar de ser noticia por ser habitual. M¨¢s bien deber¨ªa ser al contrario.¡ª Pablo Mart¨ªnez Menarguez.