Crisis econ¨®mica y desahucios hipotecarios
El cambio legislativo deber¨ªa preservar la eficacia del sistema actual de pr¨¦stamos
Detr¨¢s del drama de los desahucios hipotecarios generalmente est¨¢ el drama del paro, y detr¨¢s del drama del paro est¨¢ la crisis econ¨®mica que de forma prolongada (doble recesi¨®n) est¨¢ afectando severamente a nuestra econom¨ªa.
?El mismo ordenamiento jur¨ªdico que ha posibilitado a varias generaciones de espa?oles acceder a la propiedad de su vivienda, ahora por la crisis se est¨¢ poniendo en duda y quiz¨¢s en riesgo. En Espa?a el acceso a la vivienda se ha realizado v¨ªa propiedad y no en alquiler como es com¨²n en gran n¨²mero de pa¨ªses avanzados donde s¨®lo son propietarios las capas sociales econ¨®micamente m¨¢s favorecidas. Seg¨²n el INE, el 82% de las familias espa?olas son propietarias de su vivienda, y de esta forma muchos espa?oles han ahorrado y han creado su patrimonio pagando su hipoteca, es decir su casa.
?Las entidades de cr¨¦dito han contribuido al acceso a la propiedad inmobiliaria de millones de hogares espa?oles, habilitando financiaci¨®n en condiciones m¨¢s favorables, en coste y plazo, a las existentes en otros pa¨ªses de nuestro entorno, y de esta forma han ayudado a reducir el esfuerzo financiero realizado en la compra de sus viviendas. Estas facilidades han sido posibles gracias a la cultura y compromiso de pago existente en Espa?a y a las caracter¨ªsticas jur¨ªdicas que regulan nuestro mercado hipotecario, que han permitido que los t¨ªtulos hipotecarios espa?oles sean considerados en los mercados financieros internacionales como activos de gran calidad.
?Por tanto las modificaciones legislativas que se puedan plantear en el futuro deber¨ªan producirse desde una visi¨®n comprensiva y global del sistema hipotecario y tener como objetivo su mejora, o al menos preservar su eficacia actual.
La ejecuci¨®n de la garant¨ªa no solo es leg¨ªtima, sino obligada para proteger la solvencia de la entidad y los intereses de sus depositantes y accionistas.
?A pesar de las duras condiciones por las que est¨¢ pasando nuestra econom¨ªa, la gran mayor¨ªa de las familias espa?olas siguen cumpliendo con su compromiso de pago hipotecario, de lo que da cuenta la reducida tasa de mora, ligeramente superior al 3%, que presenta el saldo de la financiaci¨®n a hogares para la adquisici¨®n de vivienda con garant¨ªa hipotecaria, porcentaje que se reduce sustancialmente en caso de primera vivienda. Los bancos en muchos casos vienen facilitando el pago de las deudas de sus clientes cuando se producen circunstancias sobrevenidas mediante el estudio individualizado de la nueva situaci¨®n econ¨®mica en que se encuentra su deudor y la concesi¨®n, seg¨²n cada caso, de nuevas condiciones tales como la ampliaci¨®n de los plazos iniciales, el establecimiento de periodos de carencia del capital y la reducci¨®n del tipo de inter¨¦s pactado, ya que los bancos son los ¨²ltimos interesados en querer adjudicarse una vivienda como pago de la deuda.
?No obstante, cuando se constata que, pese a todos estos esfuerzos, el reembolso del pr¨¦stamo es inviable, la entidad debe tratar de recuperar su importe a trav¨¦s de la ejecuci¨®n de la garant¨ªa. En tales circunstancias, esta actuaci¨®n no solo es leg¨ªtima sino obligada para proteger la solvencia de la entidad y los intereses de sus depositantes y accionistas. No hay que olvidar que el dinero e inversiones de que disponen los bancos no son propiedad de los mismos, sino que pertenecen al ahorro de sus depositantes y de sus accionistas.
?Pero hay que se?alar que los bancos espa?oles tambi¨¦n son sensibles y solidarios con la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesan tantas familias espa?olas, y en este sentido se han adherido voluntariamente al C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas Bancarias, establecido en marzo de 2012, y comparten con el Gobierno la necesidad de proteger a aquellas personas m¨¢s vulnerables y que est¨¢n m¨¢s expuestas a los efectos de la crisis, asumiendo en exclusiva el coste econ¨®mico de las medidas acordadas en el RDL 27/2012 del pasado 15 de noviembre, sobre medidas de protecci¨®n a los deudores hipotecarios de vivienda habitual.
?La crisis se est¨¢ prolongando m¨¢s de lo que inicialmente se esperaba y nos encontramos en un entorno econ¨®mico y financiero de gran dificultad, por lo que es necesario corregir con urgencia los desequilibrios macroecon¨®micos que hemos acumulado, tales como el abultado d¨¦ficit fiscal, la elevada dependencia de la financiaci¨®n exterior, la recapitalizaci¨®n y reestructuraci¨®n de algunas antiguas cajas de ahorros, y la mejora de nuestra competitividad para as¨ª facilitar cuanto antes la recuperaci¨®n econ¨®mica y que con ¨¦sta venga la reducci¨®n de la inaceptable tasa de paro, mejorando de esta forma las perspectivas sociales.
?Los bancos de esta Asociaci¨®n mantienen su compromiso con la econom¨ªa espa?ola gestionando adecuadamente los riesgos de su actividad bancaria y esforz¨¢ndose por preservar su situaci¨®n econ¨®mica y financiera. De esta manera no ponen en peligro los ahorros de sus depositantes, no necesitar¨¢n solicitar ayudas p¨²blicas de capital, y sobre todo podr¨¢n contribuir a financiar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola.
Pedro Pablo Villasante, secretario general de la AEB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.