?Pero alguien sabe d¨®nde est¨¢ Joseph Kony?
?Pero de verdad alguien sabe d¨®nde est¨¢ escondido Joseph Kony? Esta fue la primera pregunta que le hice a Jos¨¦ Carlos Rodr¨ªguez Soto mientras desayun¨¢bamos en el Caf¨¦ Comercial de la glorieta de Bilbao, en Madrid, unos d¨ªas despu¨¦s de haber presentado juntos su ¨²ltimo libro, M¨¢s all¨¢ del asfalto: seis viajes por ?frica (editorial Mundo Negro). Ten¨ªamos poco tiempo para hablar, dos d¨ªas m¨¢s tarde regresaba a la Rep¨²blica Centroafricana (RCA), donde trabaja como consultor de la Misi¨®n de Estabilizaci¨®n de Naciones Unidas en la Rep¨²blica Centroafricana (BINUCA) dentro del operativo montado para buscar a l¨ªder del Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or (LRA).
Jos¨¦ Carlos est¨¢ basado en Obo, en el este de la RCA, donde lleg¨® en mayo de 2012. Su vida est¨¢ muy ligada a la de Joseph Kony y el LRA, ya que vivi¨® 20 a?os en el norte de Uganda, donde empez¨® operando este grupo guerrillero y donde secuestr¨® a unas 40.000 personas, de las cuales, 30.000 eran ni?os y ni?as, y desplaz¨® a casi 1.8 millones de individuos. En el libro Hierba alta, Rodr¨ªguez, cuenta su vida en aquellos a?os y sus esfuerzos como mediador en las conversaciones de paz entre el ej¨¦rcito ugand¨¦s y los guerrilleros.
Jos¨¦ Carlos Rodr¨ªguez con oficiales del ej¨¦rcito ugand¨¦s en Obo, RCA.
Entre sorbos de caf¨¦, Jos¨¦ Carlos me cuenta que el LRA alcanz¨® su zenit en los a?os 2002/2003 cuando contaba con unos 5.000 o 6.000 combatientes armados, pero a partir de 2004 empez¨® a vaciarse debido, principalmente, a la mayor presi¨®n del ej¨¦rcito ugand¨¦s, a la amnist¨ªa proclamada por el gobierno de Kampala, a la que se acogieron muchos combatientes y a que Sud¨¢n, principal financiador del LRA durante a?os, dej¨® de apoyarlo. Por eso, a partir de 2005 el grupo decidi¨® cambiar sus t¨¢cticas, optando por ataques aislados y distantes hasta que en 2006 tuvo lugar el ¨²ltimo ataque del LRA en territorio ugand¨¦s. Jos¨¦ Carlos piensa que Kony y su grupo han sobrevivido m¨¢s de 20 a?os porque han sabido adaptarse a las circunstancias.
?Qu¨¦ hay detr¨¢s de esta guerrilla? Rodr¨ªguez me comenta que su origen est¨¢ en la guerra del Norte de Uganda, la cual se inici¨® por la discriminaci¨®n que esa parte del pa¨ªs sufri¨® tras la toma del poder por parte de Museveni, en 1986. Kony no acept¨® la amnist¨ªa que ofrec¨ªa el acuerdo de paz y opt¨® por continuar la lucha, fue as¨ª como en 1987 naci¨® este grupo con su caracter¨ªstico toque espiritual. Kony pens¨® que hab¨ªan perdido la guerra contra el sur por ser pecadores, y que por eso Dios les hab¨ªa castigado, de ah¨ª surgi¨® el misticismo religioso propio de esta guerrilla. Enseguida Sud¨¢n empezar¨ªa a apoyarle, de igual manera que apoyaba a otros grupos que le hac¨ªan el trabajo sucio de desestabilizar el sur del pa¨ªs, para as¨ª poder seguir controlando los recursos de esa zona, principalmente el petr¨®leo.
Cuando el LRA empez¨® a decaer y perdi¨® el apoyo de Jartum, decidi¨® dejar sus campamentos en el sur de Sud¨¢n y cruzar el Nilo, a la altura de Juba, para internarse hacia el oeste. Fue as¨ª como lleg¨® al noreste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), estableciendo sus campamentos en el Parque Nacional de Garamba. Una vez all¨ª se abri¨® un proceso de negociaciones con el gobierno de Uganda que culmin¨® en uno acuerdo de paz que Jospeh Kony se neg¨® a firmar en el ¨²ltimo momento, en abril 2008, alegando que la Corte Penal Internacional hab¨ªa emitido ¨®rdenes de arresto contra ¨¦l y algunos de sus m¨¢s cercanos colaboradores. Justo un mes antes, en marzo de 2008, tuvo lugar el primer ataque del LRA en territorio de la RCA y desde entonces, la mayor¨ªa de sus acciones se han centrado en ese pa¨ªs.
Piensa Jos¨¦ Carlos que la RCA presenta tres ventajas para Joseph Kony: que se trata de un territorio inmenso donde hay mucha selva, r¨ªos, caza y poblados muy aislados en donde se pueden conseguir esclavos; la RCA es un estado fallido con un ej¨¦rcito fallido por lo que es muy f¨¢cil para grupos guerrilleros que vienen de fuera instalarse en ella; ofrece un pasillo estrat¨¦gico hacia el norte de Sud¨¢n sin pasar por el sur y as¨ª alcanzar los campamentos del LRA en la zona de Dafak, en Darfur.
Se calcula que en la actualidad el LRA est¨¢ formado por unos 300 combatientes repartidos en peque?os grupos y aislados.
J¨®venes recreando el tiempo transcurrido con el LRA.
El ej¨¦rcito norteamericano ha desplegado 100 asesores militares en la zona que entrenan y asesoran a los distintos ej¨¦rcitos que participan en la operaci¨®n de caza y captura de los miembros del LRA. Seg¨²n Jos¨¦ Carlos, unos 50 est¨¢n en Entebbe, en Uganda, donde se encuentra el centro log¨ªstico de la operaci¨®n; 5 o 6 en Neara, Sud¨¢n del sur, junto con un contingente de soldados ugandeses; otros 2 est¨¢n en Dungu, en la RDC, acompa?ando a un grupo de soldados ugandeses, pero estos salieron de la zona en 2011 porque Kinshasa cambi¨® su percepci¨®n del conflicto y empez¨® a tratarlo como un problema de bandidaje que deb¨ªa ser puesto en manos de la polic¨ªa. Curiosamente, comenta Rodr¨ªguez, en esa ¨¢rea el LRAt iene sus bases para combatientes enfermos, las cuales siempre se establecen en los lugares m¨¢s seguros, por lo que el cambio de actitud del gobierno de Joseph Kabila levanta sospechas. Finalmente, los restantes 40 o 45 soldados norteamericanos se encuentran estacionados en Obo y Djema, en la RCA, acompa?ando a tropas ugandesas.
Poco a poco, Uganda ha ido reduciendo el n¨²mero de soldados destinados a esta misi¨®n desde los 4.000 que ten¨ªa en 2009 a los 800 o 1000 de la actualidad, distribuidos entre Sud¨¢n de Sur y RCA. Esto se debe, seg¨²n Jos¨¦ Carlos, a que a pesar del programa de colaboraci¨®n entre los gobiernos de Uganda y Estado Unidos, al ugand¨¦s le cuesta dinero y es una operaci¨®n dura. Adem¨¢s, cada vez se el tema del LRA se percibe m¨¢s como una cosa del pasado y ya que no se contempla que Kony vuelva a operar en su territorio. En este momento, la prioridad para Kampala est¨¢ en Somalia donde tiene desplegados 8.000 efectivos en la Operaci¨®n de la Uni¨®n Africana (AMISOM).
Le pregunto a Jos¨¦ Carlos, mientras pedimos un segundo caf¨¦, por el inter¨¦s que puedan tener los Estados Unidos por terminar con Kony. Me contesta que si lo tienen no les compensa porque gastan 1.5 millones de d¨®lares al mes y eso est¨¢ produciendo mucha presi¨®n sobre el gobierno de Washington por utilizar tanto dinero para algo que no amenaza intereses norteamericanos. Quiz¨¢s lo ¨²nico que puedan sacar de todo esto es el tener una base en un lugar estrat¨¦gico y de gran convulsi¨®n. Por ahora, las tropas de Estados Unidos tienen una doble misi¨®n: entrenar a los ej¨¦rcitos de Uganda y de la RCA (militarmente y en temas de derechos humanos, relaci¨®n con los civiles¡) y el espionaje. Estos dos aspectos van bien, a pesar de que a los militares centroafricanos les resulta dif¨ªcil seguir las pr¨¢cticas militares por lo poco motivado que est¨¢n y las escasas raciones que reciben, por eso, una vez terminado el aprendizaje, muchos de ellos se sientan en un puesto de control en mitad de un camino o una carretera, donde pueden sacar dinero a los civiles que pasen por all¨ª.
Mujeres en el Campo de desplazados internos de Obo.
El trabajo de Jos¨¦ Carlos consiste en informar a la ONU de los que ocurre en la zona, dar recomendaciones sobre c¨®mo proceder, formar a los grupos de la sociedad civil que operan en el ¨¢rea y asesorar al Grupo de trabajo sobre el LRA, este est¨¢ formado por UNICEF, OCHA, Embajadas norteamericana y francesa, BINUCA y la Uni¨®n Africana. Los miembros de este grupo viven en la capital de la RCA, Bangui, porque son pocos los que se atreven a vivir en un lugar tan aislado como Obo, donde el consultor de la ONU no cuenta ni con coche, ni casa, ni medio de comunicaci¨®n. Ha tenido que pedir alojamiento en la parroquia cat¨®lica de la ciudad, que carece de cualquier comodidad (agua, luz¡) y se mueve a pie por la zona.
Le pregunto c¨®mo recoge la informaci¨®n y me comenta que el no tener coche ayuda mucho. Al ir caminando encuentra a la gente y puede pararse a charlar, eso hace que sea conocido y tenga m¨¢s acceso a las noticias y rumores. La amistad trabada con los oficiales del ej¨¦rcito ugand¨¦s tambi¨¦n le proporciona mucho conocimiento. Pero es sobre todo su trabajo con los grupos de la sociedad civil, a la que asesora y forma, lo que le permite obtener m¨¢s datos para hacerse una idea de lo que sucede.
El siguiente video de la BBC habla de los intentos de capturar a Joseph Kony, a partir del minuto 15:11 aparece Jos¨¦ Carlos Rodr¨ªguez.
?Y c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n ahora mismo? El conflicto, me cuenta, ha bajado mucho de intensidad. Kony es listo y est¨¢ jugando al desgaste. Sus tropas no utilizan radios ni tel¨¦fonos sat¨¦lites para no ser detectadas. Se producen peque?os ataques muy espor¨¢dicos e incluso, se sospecha que las ¨²ltimas acciones atribuidas al LRA en la RCA en realidad hayan sido ataques de los restos de un grupo rebelde chadiano, el FPR, que llevaba a?os refugiado en la RCA y cuyo l¨ªder, el general Baba Lade, se rindi¨® el pasado 2 de septiembre a las autoridades centroafricanas.
?Y c¨®mo ves el futuro del LRA?, le pregunto. Jos¨¦ Carlos contempla tres escenarios posibles para este conflicto: que todo contin¨²e como hasta ahora y la guerra se prolongue indefinidamente con lo que los Estados Unidos y Uganda se cansar¨ªan y se retirar¨ªan; que se capture o mate a Kony y su ej¨¦rcito se disuelva o rinda, aunque tambi¨¦n podr¨ªa haber otra persona que ocupase su lugar; o que las cosas empeoren, que el LRA empiece a reclutar efectivos centroafricanos, lo cual, piensa Rodr¨ªguez, no ser¨ªa dif¨ªcil dado el grado de frustraci¨®n y falta de oportunidades de la poblaci¨®n de la RCA. En este ¨²ltimo escenario, tambi¨¦n ser¨ªa posible que el LRA se aliase con los restos del FPR y otros grup¨²sculos rebeldes que se encuentran refugiados en las selvas de la RCA.
?l tiene contrato hasta marzo de 2013 y no sabe si quiere renovar. Le gustar¨ªa seguir haciendo lo que hace, cree que tiene un buen conocimiento del LRA, de sus t¨¢cticas y de la zona donde se mueve por lo que puede contribuir grandemente a la captura de Joseph Kony, pero al mismo tiempo las condiciones de vida son muy duras y lo que m¨¢s le preocupa es la seguridad mental. Dice que con tanto soldado americano y ugand¨¦s en la zona puede dormir hasta con la puerta abierta, porque la seguridad f¨ªsica no es un problema, sin embargo el aislamiento, la rutina, la separaci¨®n de la familia¡ van mellando d¨ªa a d¨ªa el esp¨ªritu y el ¨¢nimo, algo que no hay que descuidar y que, por ahora, no le falta a Jos¨¦ Carlos.
Fotos: Jos¨¦ Carlos Rodr¨ªguez Soto, salvo la del mapa que muestra las tres zonas de exclusi¨®n, que ¨¦l dibuj¨® en mi cuaderno.
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