En memoria de Oscar Niemeyer

A m¨ª, que no soy arquitecto ni entendido en la materia, me han venido varios recuerdos desde el momento en que supe de su fallecimiento.

En dos ocasiones pude observar en vivo la monumental y casi milagrosa Brasilia, la capital brasile?a que cre¨® de la nada en pleno sertao, con forma de avi¨®n, una paradoja sabiendo que ten¨ªa p¨¢nico a volar. Por ello se pas¨® cuatro a?os empleando un d¨ªa entero de carretera de R¨ªo a Brasilia y otro para volver hasta lograr ver nacer la capital m¨¢s moderna del mundo de la ¨¦poca.

Siempre dijo que odiaba tanto la l¨ªnea recta como el capitalismo. Y de hecho, Fidel Castro dijo que ellos dos eran los dos ¨²ltimos comunistas que quedaban en el planeta. Pero m¨¢s all¨¢ de ideolog¨ªas, el maestro nos deja un legado ¨²nico en su g¨¦nero. Las vistas de Copacabana que ten¨ªa desde su estudio fueron, seguro, una constante fuente de inspiraci¨®n para su extensa obra.

Su vida ha sido un largo marat¨®n con una cuesta final con mucha pendiente tras la muerte de su ¨²nica hija el pasado verano. La pr¨®xima semana cumplir¨ªa 105. Descanse en paz. ?Ad¨¦us, maestro!¡ª Llu¨ªs Amat i Sur¨ªs.