Espa?a es ¡®heavy¡¯
La final que deber¨ªa ser retransmitida en nuestras casas es la del momento en que Cristina y Urdangarin se acerquen a los Pr¨ªncipes en Nochebuena
La frase fue exclamada por Jes¨²s V¨¢zquez al final de la ¨²ltima gala de La voz. ¡°Espa?a es heavy¡±, dijo el presentador aclamando a Rafa, el ganador del exitoso programa concurso. Y al d¨ªa siguiente fue el titular m¨¢s repetido por la prensa. Como si de pronto hubi¨¦ramos encontrado una nueva definici¨®n del pa¨ªs antes de la llegada del fin del mundo o del fin de a?o.
S¨ª, somos heavies y tambi¨¦n geevis, como bien pronunciar¨ªa nuestro respetado Sergio Ramos (?habrase visto mayor descortes¨ªa de su club el eliminar su saludo navide?o en ingl¨¦s, cuando ha sido el v¨ªdeo m¨¢s dulce que hayamos recibido estas Navidades!). Pero tambi¨¦n seguimos siendo un pa¨ªs impredecible, no solo porque en La voz muchos esper¨¢bamos que ganara Maika (que tambi¨¦n tira a lo heavy), sino porque el ganador, Rafa, que promovi¨® todo este movimiento heavy en horario de m¨¢xima audiencia, en realidad es un t¨ªmido y adem¨¢s un talento moldeado por David Bisbal, a su vez hijo del pop televisivo nacional. ?C¨®mo se come esto, como turr¨®n duro? Es para indigestarse o, todo lo contrario, para emocionarse, para descubrirnos una vez m¨¢s como un pa¨ªs pionero, de arraigado talento y capacidad de esfuerzo, como ha dicho recientemente Isidro Fain¨¦, presidente de CaixaBank y vicepresidente de Repsol. Somos un p¨²blico carente de miedos y dispuesto a todo.
El triunfo de Rafa en televisi¨®n es, en cierta manera, el auge de los despose¨ªdos, de los marginados musicalmente y tambi¨¦n de la melena larga y pulcra para caballero. Nuestro ganador disfruta no solo de una buena voz, sino tambi¨¦n de una abundante y sedosa mata de pelo que podr¨ªa suponer un reto para la emblem¨¢tica, y ahora m¨¢s encrespada, cabellera de Isabel Pantoja.
Ha sido fino y heavy vivir la final de La voz desde dentro, in situ. No es un programa de televisi¨®n cualquiera. Los m¨¢s de setecientos espectadores en el plat¨® representan la cantidad de millones de espa?oles que lo observan para saberse un poco m¨¢s heavies y un poco m¨¢s aliviados. En esta atm¨®sfera heavy hay ni?as de 12 a?os y sus madres tarareando las mismas canciones ajenas a cualquier conflicto generacional. Hay invitados del presentador y representantes de las discogr¨¢ficas, todos emocionados a un nivel casi infantil. Parte de nuestra identidad, sea heavy o no, se apoya mucho en lo emocional, en el sentimiento, quiz¨¢ por eso nos identifiquemos tanto con los subidones vocales de Rafa y Maika. ¡°Necesitamos expulsar mucha m¡¡±, viene a decirme una espectadora mientras lo que expulsa es un chorro de nicotina.
Se nos va La voz, pero vuelven Bel¨¦n y Cristina. Bel¨¦n Esteban regresa para salvar S¨¢lvame. Seg¨²n los term¨®metros de audiencias, en efecto lo ha salvado. Cristina de Borb¨®n retorna a palacio por Navidad salvada por La Zarzuela. El regreso de Bel¨¦n ha sido feliz y harto exitoso; en una de las cenas de empresa de estos d¨ªas, su entrenador personal se jact¨® no tanto de los avances de la Esteban en las disciplinas aer¨®bicas, sino de sus kilos. ¡°Es cierto que a casi nadie le sientan bien los kilos, pero es que a ella le hac¨ªan falta, y ahora el objetivo es trabajar su cuerpo, pero sin que pierda esa lozan¨ªa¡±. Un objetivo tan contradictorio pero posible como el darle un toque heavy a todo lo que suene. En el caso de Cristina, ahora sabemos que no solo no se acab¨® el mundo, sino que su madre, la Reina, ha conseguido reincorporar a su yerno a palacio. Adem¨¢s, est¨¢ claro que el Rey no va a volver a entonar en su discurso lo de la justicia para todos y lo de las conductas ejemplares porque este 2012 ya pas¨®, y lo que le pas¨® a la justicia es que subi¨® sus tasas y la ejemplaridad se ha vuelto algo con lo que Rafa, el heavy feliz, bien podr¨ªa inventarse un balad¨®n desgarrado. As¨ª que la infanta Cristina y Urdangarin pueden cenar tranquilos. Pero por el lado de los Pr¨ªncipes, ?ay, por el lado de los Pr¨ªncipes!, las emociones s¨ª que pueden sonar m¨¢s rockeras. Esa es la final que de verdad deber¨ªa ser retransmitida en todos nuestros hogares: ese momento en que Cristina y su esposo se aproximen al Pr¨ªncipe y su esposa. En fin, todos en nuestras casas tenemos un ?ay! con otro familiar. ?Se mirar¨¢n? ?Educadamente, se desear¨¢n felices fiestas? Ese recital deber¨ªa ser televisado y hasta sustituir, o acompa?ar, este a?o el discurso del Rey. En esas posibles im¨¢genes habr¨ªa mucha m¨¢s emoci¨®n y pol¨ªtica. Porque si bien el Monarca, convaleciente a¨²n por lo horribilis de 2012, prefiere aceptar el rock como suene, los Pr¨ªncipes seguir¨¢n canturreando su villancico: ¡°No confundir la familia con el Estado¡±, a pesar del estado de la familia.
El Estado y algunas familias en Francia, que es una rep¨²blica con muchos palacios, est¨¢n a voz en grito, molest¨ªsimos porque la ruidosa pol¨ªtica fiscal del Gobierno ahuyenta a los millonarios como los due?os de Decathlon o de Leroy Merlin y a sus ¡°tesoros nacionales¡± tipo G¨¦rard Depardieu. Tampoco hay que alarmarse mucho, no es tan heavy. En principio no se van muy lejos, a un kil¨®metro de Francia en una frontera c¨®moda, a un pueblito en la fiscalmente m¨¢s apacible B¨¦lgica, desde donde su voz se oir¨¢ como hasta ahora, pero sin tributar desafinando.
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