Elogio de la pol¨ªtica
El Rey reivindica la cosa p¨²blica en tiempos de crisis y reclama los valores de la Transici¨®n
Si algo cabe destacar del mensaje navide?o del Rey a los espa?oles es su clara y vigorosa reivindicaci¨®n de la pol¨ªtica como instrumento para unir fuerzas, afrontar la crisis econ¨®mica y hacer frente a los retos de diverso orden que hay por delante. En momentos en los que la pol¨ªtica est¨¢ bajo sospecha, por motivos que no siempre tienen que ver con casos de corrupci¨®n, tiene un alto valor institucional que el Jefe del Estado la defienda como ¨²nico instrumento democr¨¢tico ¡ªadem¨¢s del mejor¡ª para resolver los problemas de los espa?oles, tanto en el ¨¢mbito individual como colectivo, frente a la tentaci¨®n de otras v¨ªas que busquen soluciones bajo el pretexto de la eficacia.
El mensaje del Rey toma nota de que el pesimismo y los efectos de la crisis en el clima social est¨¢n generando un preocupante desapego hacia la funci¨®n pol¨ªtica y de paso a las instituciones. Ciertamente, de ese desapego no se libra tampoco la instituci¨®n mon¨¢rquica, que ha vivido otro a?o dif¨ªcil, no solo por efecto del caso Urdangarin, sino por la incidencia del malhadado episodio de la caza real de elefantes en Botsuana, que caus¨® un gran impacto en amplias capas de una poblaci¨®n fuertemente sacudida por una crisis econ¨®mica a la que no se le ve fin. El escueto pero sentido mensaje posterior ¡ª¡°Me he equivocado. Lo siento. No volver¨¢ a ocurrir¡±¡ª con el que don Juan Carlos intent¨® enmendar su yerro ha quedado, en todo caso, como ejemplo a seguir en el ¨¢mbito institucional y de la representaci¨®n p¨²blica.
No se queda el Rey en una mera reivindicaci¨®n de la pol¨ªtica, sino que se atreve a fijar las notas capaces de definirla como ¡°pol¨ªtica con may¨²sculas¡±: la que fija su atenci¨®n en el inter¨¦s general, que integra lo com¨²n para aunar fuerzas, la que sabe renunciar a un porci¨®n de lo suyo, que busca el entendimiento y el acuerdo, que se acomoda a los principios de la ¨¦tica personal y social y que es capaz de sacrificar el ef¨ªmero corto plazo a objetivos m¨¢s amplios. Y ofrece un ejemplo de esa ¡°pol¨ªtica con may¨²sculas¡±: la que en los dif¨ªciles a?os de transici¨®n de la dictadura franquista a la democracia promovi¨® valores de respeto mutuo y lealtad rec¨ªproca, capaces de ¡°poner en pie un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de Espa?a¡±.
Obvio resulta decir que tan buenos consejos deber¨ªan ser atendidos por Gobierno y oposici¨®n y que todos pongan en pr¨¢ctica esa pol¨ªtica, tanto m¨¢s necesaria cuanto que, como se?ala don Juan Carlos, ¡°vivimos uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la reciente historia de Espa?a¡±. La experiencia no ayuda al optimismo. El Rey espera que las renuncias de hoy garanticen pronto el bienestar de ma?ana. E incluso tiene la esperanza de que quienes se van fuera a buscar trabajo regresen y dinamicen con su experiencia y preparaci¨®n nuestra econom¨ªa.
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