No es lo mismo: esto es una chapuza

En 2015, todos los ciudadanos deber¨ªan poder valorar c¨®mo funciona el sistema de salud a su nivel local, c¨®mo proporciona los cuidados que est¨¢ obligado a dar y c¨®mo cumple con los est¨¢ndares o normas de calidad fijadas p¨²blicamente. ¡°La transparencia es un elemento decisivo tanto para mejorar la calidad de los servicios de asistencia as¨ª como para informar a los ciudadanos sobre lo que pueden esperar y exigir del Servicio Nacional de Salud¡±. ¡°Es fundamental que exista una expectativa mensurable [es decir datos, cifras y comparaciones que se puedan medir] para poder valorar si el Gobierno est¨¢ cumpliendo con sus afirmaciones sobre el rendimiento del sistema de salud¡±.

Lo que acaban de leer es parte del ¡°mandato¡± firmado en noviembre pasado entre el Gobierno de Reino Unido y el Consejo de Direcci¨®n del Sistema Nacional de Salud (NHS), un organismo independiente que ha sido creado para asumir la responsabilidad del nuevo modelo de gesti¨®n del NHS a partir del 1 de abril del a?o pr¨®ximo. El ¡°mandato¡± fue negociado durante tres meses con asociaciones de ciudadanos, de m¨¦dicos y de personal sanitario, y con otras organizaciones independientes relacionadas con la sanidad p¨²blica.

Un trabajo poco profesional de unos pol¨ªticos poco habituados al control, la exigencia, y la demanda de responsabilidades

El Gobierno conservador brit¨¢nico puso en marcha una complicada reforma del Sistema Nacional de Salud, mediante la ley denominada Health and Social Care Bill, que fue objeto de centenares de enmiendas, se discuti¨® durante horas en el Parlamento e incluso se pospuso y ralentiz¨® su aplicaci¨®n como consecuencia de la presi¨®n que ejercieron los afectados y la oposici¨®n. Cameron acept¨® esperar a que un grupo independiente elaborara un informe, y esos expertos propusieron que la reforma se realizara paso a paso y que se pudiera ir valorando sus resultados.

a paso, por organismos independientes

La nueva ley acepta que hay que introducir m¨¢s competencia en la sanidad p¨²blica, sin que eso sea un objetivo en s¨ª mismo, sino una manera de mejorar la calidad, y abrir el abanico de proveedores privados. El recurso a proveedores privados ya fue aceptado por el Gobierno laborista de Tony Blair, pero manteniendo la gratuidad y la idea de que se trata de un servicio p¨²blico universal.

El nuevo informe confirma esa presencia del sector privado en la sanidad p¨²blica, pero de manera equilibrada y controlada, de forma que se monitoricen permanentemente los resultados, al igual que se debe hacer con los servicios prestados directamente por el sistema gestionado de forma p¨²blica.

El King¡¯s Fund, una fundaci¨®n independiente para la mejora de la sanidad p¨²blica, que tiene sus ra¨ªces nada menos que en un hospital londinense de 1897, y que ahora funciona como un famoso think tank, advirti¨® sobre las dificultades que se plantean para cumplir con la exigencia del Gobierno de que el NHS ahorre un 5% anual de presupuesto en los pr¨®ximos a?os. Sus expertos han empezado a analizar trimestralmente los datos que est¨¢n obligados a proporcionar los centros sanitarios, de gesti¨®n p¨²blica o privada, y ejercen una considerable presi¨®n para lograr un m¨¢ximo de informaci¨®n en t¨¦rminos que sean comparables.

Toda esta informaci¨®n viene a cuento del debate que se plantea en Espa?a sobre la gesti¨®n privada de hospitales y centros de salud p¨²blicos. Es lo mismo que se est¨¢ haciendo en Reino Unido, advierten sus partidarios. No, no es lo mismo, porque en Espa?a ni se ha debatido sobre el asunto en el Parlamento, ni se ha consultado previamente a los expertos y a los interesados, pacientes y personal sanitario, ni se han establecido previamente las normas de control, ni se han fijado de manera formal y transparente los objetivos que deben cumplir esos centros (de gesti¨®n p¨²blica o privada), ni se garantiza la transparencia del gasto, ni la posibilidad de comparar unos centros y otros, ni nada de nada.

Lo de aqu¨ª, al margen de que se favorezca o no la presencia de proveedores privados en la sanidad p¨²blica, es una simple chapuza. Un trabajo poco profesional de unos pol¨ªticos poco habituados al control, la exigencia, y la demanda de responsabilidades.?