Feliz a?o nuevo
Yo les voy a pedir que sean felices
Empezamos mal, lo s¨¦. La detestable herencia de 2012 proyecta una borrasca de negros nubarrones sobre nuestras cabezas. Hemos dado sangre, sudor y l¨¢grimas, a cambio de m¨¢s sangre, de m¨¢s sudor y de m¨¢s l¨¢grimas, pero todav¨ªa quieren m¨¢s, a¨²n dicen que no es suficiente. Que, de momento, no van a subir el IVA, as¨ª que lo subir¨¢n. Que quiz¨¢s ha llegado el d¨ªa de revisar el derecho a la huelga, as¨ª que lo limitar¨¢n. Que tanta manifestaci¨®n da muy mala imagen de nuestro pa¨ªs, as¨ª que buscar¨¢n una f¨®rmula para seguir despoj¨¢ndonos de nuestro patrimonio, vendiendo empresas p¨²blicas, desmontando servicios, deteriorando la democracia y endureciendo las condiciones de vida de los m¨¢s d¨¦biles, sin que la gente salga a la calle a protestar. Ahora la estupidez sucede al crimen. Nada tan oportuno como este viejo verso de Luis Cernuda para saludar al a?o que empieza.
Y sin embargo, yo les voy a pedir que sean felices. Que busquen en su interior la llama de una ilusi¨®n peque?a, pero tenaz, y la alimenten con mimo durante los 365 d¨ªas que nos esperan. Que se cuiden, y cuiden a los que tienen cerca. Que sonr¨ªan a los adultos, que les hagan cosquillas a los ni?os. Que canten viejas coplas, alegres o nost¨¢lgicas, y bailen agarrados, que se besen mucho, todo lo que puedan, y se esmeren en cocinar platos sabrosos, barrocos, para disfrutarlos juntos en mesas vestidas con manteles blancos. Que aprovechen las ma?anas de sol y las tardes de lluvia. Que se muestren orgullosos de su amor. Que lo derrochen.
La amargura nos har¨¢ d¨¦biles. La indiferencia, la desesperanza, la desuni¨®n de las v¨ªctimas, fortalece siempre a los culpables. No lo consientan. No les dejen entrar en su casa, emborronar sus paredes, secar sus macetas, acechar el sue?o de sus hijos. Sean fuertes, por favor, y sean felices. Porque la felicidad es la mejor manera de resistir.
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