Hungr¨ªa solo mira a la derecha
Jobbik, tercera fuerza con 44 diputados, a¨²n mantiene grupos armados en las calles El blanco de sus iras son principalmente las minor¨ªas ¨¦tnicas como gitanos y jud¨ªos El conservador partido gubernamental Fidesz tambi¨¦n practica un nacionalismo populista
Una luz de alerta se encendi¨® en el seno de la Uni¨®n Europea el pasado noviembre, cuando los medios de comunicaci¨®n se hicieron eco de que un diputado h¨²ngaro hab¨ªa pedido que se elaboraran ¡°listas¡± de los jud¨ªos residentes en el pa¨ªs. Las declaraciones de M¨¢rton Gy?ngy?si, destacado miembro del partido ultraderechista Jobbik, Movimiento por una Hungr¨ªa Mejor, resucitaron oscuros fantasmas del pasado y provocaron una catarata de cr¨ªticas en su pa¨ªs, primero, y en toda la Uni¨®n, despu¨¦s.
?Qu¨¦ clase de partido puede hacer este tipo de declaraciones en el seno de la democr¨¢tica UE? Pues una formaci¨®n que, a pesar de su eurofobia, tiene tres europarlamentarios en Estrasburgo despu¨¦s de que en 2009 obtuviera un 14,77% de los votos. Adem¨¢s, Jobbik es, con 44 diputados, la tercera fuerza en el parlamento h¨²ngaro tras las elecciones de abril de 2010. Es un partido ultraderechista, "de un nacionalismo agresivo", antijud¨ªo y antigitano, seg¨²n el austriaco Anton Pelinka, profesor de Ciencia Pol¨ªtica y Nacionalismos en la Universidad Central Europea de Budapest. Los gitanos, la principal minoria ¨¦tnica de Hungr¨ªa, con un 6% de la poblaci¨®n (unas 600.000 personas), son el blanco principal de las invectivas de Jobbik, de las que tampoco se libran la gran banca ni las multinacionales.
Explicar el auge de Jobbik por la crisis es demasiado simplista D¨¢niel R¨®na, doctor en Ciencia Pol¨ªtica y coautor del estudio?????????? El secreto de Jobbik
Esta formaci¨®n tambi¨¦n auspicia una milicia privada ¡ªque se autodenomina Guardia H¨²ngara¡ª que sigue patrullando a pesar de haber sido prohibida en 2009. Sin ir m¨¢s lejos, el pasado marzo 100 personas juraron como miembros del grupo en pleno centro de Budapest. Uniformados con guerreras y gorros militares, se dedican a amenazar y atacar a gitanos de las provincias, especialmente al este de la capital. Ante su visi¨®n es imposible no acordarse de los nazis de las SS.
En Hungr¨ªa gobierna con mayor¨ªa absoluta el partido conservador Fidesz, que tiene un componente nacionalista muy fuerte. Pelinka, al igual que la mayor¨ªa de los analistas, afirma que una de las razones por las que un partido tan radical se ha convertido en la tercera fuerza en siete a?os, reside en la crisis econ¨®mica, "de la que culpa al Partido Socialista", que gobern¨® entre 2002 y 2010. Sin embargo, este profesor a?ade que, antes del estallido de la crisis, ya hab¨ªa un "agresivo nacionalismo h¨²ngaro" latente. "Es un nacionalismo lleno de odio hacia los pa¨ªses vecinos, los jud¨ªos y los gitanos". Por eso, Pelinka entiende que la crisis solo ha sido la llave que ha abierto "la caja de Pandora".
D¨¢niel R¨®na, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Corvinus de Budapest y coautor del estudio El secreto de Jobbik, tilda de "simplista" explicar el ascenso de esta formaci¨®n por la recesi¨®n o el desencanto con los partidos tradicionales. El experto sostiene que fue crucial que Jobbik aprovechara "el momento justo", en agosto de 2009, cuando parte de la sociedad culp¨® de unos cr¨ªmenes a los gitanos. Seg¨²n R¨®na, hab¨ªa una "demanda de un nuevo partido" porque ni los socialistas ni los conservadores del Fidesz hab¨ªan afrontado nunca los enfrentamientos "entre los gitanos y el resto de la poblaci¨®n".
El gubernamental Fidesz, aunque rechaza el extremismo contra gitanos y jud¨ªos, le sigue el juego a Jobbik en muchos aspectos. El profesor G¨¢bor Toka, experto en comportamientos electorales de la Universidad Central Europea de Budapest, destaca el car¨¢cter "antidemocr¨¢tico" del partido gobernante.
El Gobierno de Fidesz trata de ganar terreno a Jobbik y tambi¨¦n explota el victimismo hist¨®rico h¨²ngaro
Desde su llegada al poder con mayor¨ªa absoluta, la formaci¨®n del primer ministro, Viktor Orb¨¢n, est¨¢ acometiendo una serie de reformas constitucionales que se observan con preocupaci¨®n desde la UE, como dar la nacionalidad a las minor¨ªas h¨²ngaras de los pa¨ªses vecinos. Asimismo, el partido del Gobierno no deja de referirse a las "injusticias" del Tratado de Trian¨®n, firmado en 1920, tras la Primera Guerra Mundial por el que Hungr¨ªa perdi¨® el 72% de sus 325.000 kil¨®metros cuadrados de territorio, un 64% de su poblaci¨®n y numerosas fuentes de materias primas. Con esta estrategia, Fidesz trata de quitar votos a Jobbik aunque los expertos consultados tienen dudas de que pueda conseguirlo. M¨¢s bien al contrario, temen que solo sirva para que avance a¨²n m¨¢s la extrema derecha.
A dos a?os de las elecciones legislativas, pese a todo, el apoyo a Jobbik se ha estancado o incluso ha decrecido, seg¨²n diferentes encuestas. El profesor R¨®na, sin embargo, vaticina un futuro "seguro" a la derecha radical porque cree que ha conseguido formar un cuerpo electoral s¨®lido. "El que les ha votado dos veces, tiene bastante claro a qui¨¦n hacerlo en los siguientes comicios".
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