¡®Eurofobia¡¯ en el coraz¨®n de Europa
El ascenso del brit¨¢nico UKIP evidencia un mayor desapego a los partidos pol¨ªticos tradicionales La burocracia de la UE y las regulaciones innecesarias, principales cr¨ªticas de los esc¨¦pticos
¡°Usamos el dinero del diablo para hacer el trabajo de Dios, aunque a veces mi labor en el Europarlamento sea una p¨¦rdida de tiempo¡±. As¨ª explica el eurodiputado brit¨¢nico John Stuart Agnew su presencia en Bruselas. Su partido, Independencia para Reino Unido (UKIP en sus siglas en ingl¨¦s), va mucho m¨¢s all¨¢ del euroescepticismo y persigue un ¨²nico objetivo: la salida de su pa¨ªs de la UE, opci¨®n que ha suscitado un fuerte debate. El UKIP ¡ªcon 11 representantes¡ª es mayoritario en el grupo Europa de la Libertad y de la Democracia (EFD), que se form¨® tras las elecciones de 2009. Esta asociaci¨®n de partidos pol¨ªticos de 11 pa¨ªses se basa, como explican sus miembros, en motivos m¨¢s pragm¨¢ticos que ideol¨®gicos. Las posiciones en el EFD van desde la radical eurofobia del UKIP al euroescepticismo o la ¡°eurocr¨ªtica¡±, que pretende reformas de diversa ¨ªndole.
El EFD tiene 36 de los 753 diputados que componen el Parlamento de Bruselas. La pol¨¦mica rode¨® su formaci¨®n. Sus integrantes ¡ªentre ellos la italiana Liga Norte, el Partido Popular de Dinamarca, el griego LAOS y los Verdaderos Finlandeses¡ª son de extrema derecha, si bien light en algunos casos. La nota mayoritaria es una fuerte hostilidad hacia la inmigraci¨®n y el euro y los hay que esgrimen un discurso radicalmente racista y xen¨®fobo. Reprochan a Bruselas las regulaciones que tratan de igualar a todos los Estados. ¡°Los nacionalismos, aunque sean aislacionistas, se han dado cuenta de que son m¨¢s efectivos si trabajan m¨¢s all¨¢ de sus fronteras¡±, explica Neil Walker, catedr¨¢tico de Derecho P¨²blico en la Universidad de Edimburgo.
La representaci¨®n que estos partidos tienen en sus pa¨ªses var¨ªa. Mientras que el UKIP o LAOS ¡ªque sufri¨® un fuerte descalabro en las legislativas de 2012¡ª no tienen asientos en sus parlamentos, el Partido Popular dan¨¦s o los Verdaderos Finlandeses son las terceras fuerzas m¨¢s votadas.
Ellos son la guerra; han venido a destruir esto. Que nos dejen construir la UE en paz Alejandro Cercas (PSOE)
La presencia de eur¨®fobos no es nueva en Bruselas. El ejemplo m¨¢s significativo fueron los partidos que se unieron en las Derechas Europeas, capitaneados por Jean-Marie Le Pen en 1984. Mientras el exeurodiputado espa?ol Carlos Carnero considera que es parte del juego democr¨¢tico, Alejandro Cercas, del PSOE, afirma: ¡°Ellos son la guerra; han venido a destruir esto. Que se vayan y nos dejen construir la UE en paz¡±. Roger Helmer, del UKIP, se?ala sin tapujos: ¡°Hay la asunci¨®n de que si trabajas en la UE, la tienes que apoyar. No somos empleados de esta instituci¨®n; hemos sido elegidos por nuestros votantes y hablo desde su perspectiva¡±. En este espectro est¨¢n tambi¨¦n los no inscritos en ning¨²n grupo, como los extremistas del Frente Nacional franc¨¦s y del h¨²ngaro Jobbik. De los siete grupos de la presente legislatura, hay tambi¨¦n un euroescepticismo suave, representado por los Conservadores y Reformistas Europeos (52 esca?os) y de forma fragmentaria en el grupo Confederal de la Izquierda Unitaria / Izquierda Verde N¨®rdica (34).
La desconfianza hacia Europa por parte de los ciudadanos crece: ha pasado del 15% en 2007 al 28% en 2012, seg¨²n el Eurobar¨®metro. Esta tendencia es muy importante en pa¨ªses como Espa?a ¡ªdel 6% al 32%¡ª, Irlanda ¡ªdel 7% al 26%¡ª y Grecia ¡ªdel 13% al 40%¡ª.
Giles Merritt, secretario general de Friends of Europe, un think tank radicado en Bruselas, basa el ¨¦xito de los euroesc¨¦pticos en ¡°las promesas de integraci¨®n que no se han materializado, la mengua de la solidaridad y la ruptura entre el norte y el sur¡±. Sara Hobolt, catedr¨¢tica de Instituciones Europeas en el Instituto Europeo de la London School of Economics, prev¨¦ un incremento en los comicios de 2014 "por la crisis, las medidas de austeridad y el descontento de los ciudadanos con sus Gobiernos¡±. El profesor Walker, de la Universidad de Edimburgo, piensa que, hasta ahora, el voto euroesc¨¦ptico ha sido ¡°de protesta¡±, pero con la crisis ¡°ha ido m¨¢s all¨¢¡±.
?lite bur¨®crata
¡°Bruselas es una burocracia que habla desde la ideolog¨ªa, no desde el sentimiento de los ciudadanos¡±, afirma Lorenzo Fontana, de la Liga Norte y ¡°eurocr¨ªtico¡±. Otros recurren al populismo: ¡°La Comisi¨®n est¨¢ formada por una ¨¦lite que no sabe qu¨¦ pasa en los pa¨ªses¡±, manifiesta Elodie Vignon, del?Mouvement pour la France.
Todos los miembros del EFD consultados, excepto Nikolaos Salavrakos, de LAOS, piensan que la democracia en Europa es muy deficitaria y que no se sabe qui¨¦n manda. ¡°?Qui¨¦n es usted?¡±, le espet¨® el l¨ªder del UKIP, Nigel Farage, a Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, en un pleno.
La inmigraci¨®n de ciudadanos del Este por la adhesi¨®n de sus pa¨ªses constituye otra obsesi¨®n del EFD. Bastiaan Belder, del SGP holand¨¦s, partido calvinista que se basa en la moral de la Biblia, considera que la ampliaci¨®n trajo grandes desequilibrios y que son pa¨ªses sin mecanismos anticorrupci¨®n. El italiano Oreste Rossi, de la Liga Norte, repudia la posible entrada de Turqu¨ªa: ¡°Quiero que Europa siga reflejando los valores cristianos¡±.
El rechazo al euro es tambi¨¦n un punto de encuentro para el EFD. Fue un gran error unificar econom¨ªas tan diversas bajo la misma moneda, dicen. Los m¨¢s cr¨ªticos proceden de pa¨ªses sin la moneda com¨²n (Reino Unido y Dinamarca). El euro explica, seg¨²n ellos, la dimensi¨®n de la crisis que atraviesan los pa¨ªses del sur. El griego Nikolaos Salavrakos, que se sienta en los esca?os del EFD pero viene de un pa¨ªs rescatado, critica la falta de solidaridad europea y defiende la unificaci¨®n monetaria y pol¨ªtica. El variopinto coro de voces del EFD retrata la UE actual. Cada cual trata de arrimar el ascua a su sardina.
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