¡°Hay que reconstruir el pacto social que origin¨® el proyecto europeo¡±
La respuesta a la crisis no ha sido, seg¨²n el l¨ªder del PSOE, "ni profunda, ni r¨¢pida, ni europea" "O solucionamos los problemas o la Uni¨®n ser¨¢ irrelevante", advierte el jefe de la oposici¨®n
Son las nueve de la noche y se nota que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951) ha tenido un d¨ªa de reuniones maratonianas y pocas horas antes ha sostenido un duro debate con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la sesi¨®n de control del Gobierno de los mi¨¦rcoles. Acepta la entrevista aunque no es habitual que las conceda a la prensa escrita. Dice que le sigue imponiendo demasiado la letra impresa, que siente que a¨²n pesa m¨¢s. Rubalcaba, un veterano de la pol¨ªtica nacional, busca soluciones a la crisis europea.?
Pregunta. ?La Uni¨®n Europea ha cumplido con las expectativas?
Respuesta. Depende del periodo que se considere. Ha superado con mucho lo que se esperaba de este proyecto hace 50 a?os. Ha sido art¨ªfice del mantenimiento de la paz en Europa, ha proporcionado incentivos econ¨®micos, ha preservado el modelo social, ha generado solidaridad entre los pa¨ªses y ha estabilizado la democracia en el continente. Pero si consideramos los ¨²ltimos tres o cuatro a?os, la respuesta de la UE a la crisis no ha sido ni suficientemente profunda, ni suficientemente r¨¢pida, ni suficientemente europea. La Uni¨®n tiene mucho que mejorar, pero esto no puede poner en duda su contribuci¨®n anterior.
P. Habla de que la salida de la crisis no est¨¢ siendo suficientemente europea, ?se est¨¢n traicionando los valores fundacionales?
R. De alguna manera s¨ª, aunque no es una traici¨®n planteada como tal, porque los pa¨ªses que tienen una mejor situaci¨®n econ¨®mica siguen aplicando pol¨ªticas muy ajustadas a ese modelo. Incluso un Gobierno conservador como el alem¨¢n acaba de retirar el copago sanitario. Por tanto en Europa no ha desaparecido el modelo socialdem¨®crata o la alianza con los democristianos, pero las pol¨ªticas que se han impuesto son neoconservadoras, de austeridad a ultranza, que repelen el sentido democr¨¢tico de la UE. Recuperar la palabra social en el proyecto europeo ser¨ªa recuperar de alguna forma su sentido primigenio.
P. ?El principal error ha sido centrarse solo en la econom¨ªa?
R. Se prim¨® el pilar monetario sin reforzar el fiscal y el econ¨®mico. Estas tres vertientes son igualmente importantes para el equilibrio dentro de una uni¨®n econ¨®mica y monetaria. Para revertir esta situaci¨®n, hay que reconstruir el pacto social que dio origen al proyecto europeo, diluido por las pol¨ªticas neoconservadoras. En este sentido, el Consejo Europeo del 14 de diciembre dio el visto bueno a una hoja de ruta hacia una aut¨¦ntica uni¨®n econ¨®mica y monetaria, el llamado informe Van Rompuy. Este documento debe ser completado con un quinto pilar social y un empuje al pilar democr¨¢tico que profundice la participaci¨®n con, entre otras cosas, la elecci¨®n del presidente de la Comisi¨®n por parte de todos los europeos, esperamos que a partir de 2014.
Si Alemania estuviera en crisis estoy seguro de que esta pol¨ªtica de austeridad estar¨ªa mucho m¨¢s matizada
P. ?Hasta qu¨¦ punto la crisis ha roto el ritmo de la integraci¨®n?
R. Desde el punto de vista institucional, ha provocado una regresi¨®n al intergubernamentalismo. Tanto la modificaci¨®n del Tratado de Lisboa como el de Estabilidad han sido acuerdos gubernamentales, que no implican a todos los miembros y que, en cierta medida, est¨¢n trazando un camino paralelo a la propia UE que no puede sostenerse indefinidamente. Las ¨²nicas organizaciones que pueden garantizar un mejor funcionamiento de la UE son el Consejo y el Parlamento europeo como colegisladores en pie de igualdad y la Comisi¨®n Europea como verdadero ejecutivo comunitario. O solucionamos los problemas o la Uni¨®n ser¨¢ irrelevante. Hasta ahora, toda crisis ha supuesto un paso adelante en la integraci¨®n. Sin embargo, no est¨¢ claro que lo est¨¦ siendo en estos momentos, debido a la resurrecci¨®n de intereses nacionales estrechos y ego¨ªstas. Este es uno de los retos: la UE no saldr¨¢ adelante sumando la voluntad de 27 miembros.
P.? ?Los europeos est¨¢n dispuestos a que Merkel u Hollande pierdan poder en favor de Van Rompuy?
R. Los pa¨ªses son conscientes de que no hay m¨¢s soluci¨®n que ceder la soberan¨ªa y tener un sistema econ¨®mico y monetario ordenado, no como lo tenemos ahora, que est¨¢ a medias. Es m¨¢s, hay pa¨ªses que tienen una cierta paradoja, como Francia, que es consciente de que tiene que hacerlo pero es muy reticente. Con el tratado fiscal han sido muy duros, y no solo porque discrepen con la pol¨ªtica de austeridad a ultranza sino tambi¨¦n porque la cesi¨®n de soberan¨ªa supone que tus presupuestos acaben dentro de unos par¨¢metros predeterminados por la Uni¨®n. Es un conflicto que no tiene vuelta atr¨¢s. No es razonable pensar que salgamos del euro y, por tanto, no hay m¨¢s remedio que ir para adelante.
P. ?Los motores siguen siendo Alemania y Francia?
R. Ese es un debate. ?Qui¨¦n manda ah¨ª? Pues un poco todos, pero es verdad que el peso de Alemania ha sido muy grande, no solo porque tiene un gran tama?o econ¨®mico sino porque no est¨¢ en crisis. Si Alemania estuviera en crisis estoy seguro de que esta pol¨ªtica de austeridad estar¨ªa mucho m¨¢s matizada.
P. ?Hasta qu¨¦ punto tiene un gobierno las manos atadas a la hora de tomar decisiones?
R. Nos estamos dando cuenta de que ya no tenemos pol¨ªtica monetaria y de cambio y eso es un instrumento de primera magnitud para afrontar la crisis. Cualquier pa¨ªs en la situaci¨®n de Espa?a se habr¨ªa planteado la devaluaci¨®n de la moneda, lo que hubiera ahorrado la devaluaci¨®n salarial continuada. Parad¨®jicamente, nos hemos dado cuenta de que hemos cedido menos soberan¨ªa de la que ten¨ªamos que haber cedido. La soluci¨®n no es retirar la entregada, sino entregar m¨¢s, poner en manos de quienes ahora manejan la pol¨ªtica monetaria las pol¨ªticas que faltan para que la pol¨ªtica monetaria sea equilibrada.
Nunca ha habido tanto inter¨¦s por las cumbres europeas como lo hay ahora
P. Sobre el rescate, ?Espa?a debe pedirlo o esperar?
R. Sigo manteniendo mi posici¨®n, yo no lo pedir¨ªa. Va a haber una condicionalidad muy grande. El problema es que si los objetivos de d¨¦ficit no se cumplen en seis meses y est¨¢s metido en un rescate, te van a apretar el cuello hasta que saques la lengua. Mirando lo que ha pasado en Portugal, tratar¨ªa de hacer valer el esfuerzo que estamos haciendo para pedir al Banco Central que tome las medidas para mantener nuestra prima de riesgo, pero sin pedirnos nada a cambio.
P. ?El euroescepticismo en los pa¨ªses del sur es un fen¨®meno nuevo?
R. Es relativamente nuevo tanto en el norte como en el sur. En situaciones de crisis, se tiende a creer que la salvaci¨®n de unos depende del rechazo a los dem¨¢s. En el norte, porque se extiende la idea de que est¨¢n contribuyendo a la supervivencia del sur con sus ahorros. En el sur, porque sus gobiernos se empe?an en presentar las medidas restrictivas y de austeridad como imposiciones de la UE, sin tener en cuenta que son adoptadas por todos. El euroescepticismo ha aumentado ahora en Espa?a. La gente ve en Europa a la madrastra que solo rega?a, pero a la vez es consciente como no lo ha sido antes de que Europa es fundamental.
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