?Preste atenci¨®n!
Sherlock Holmes era capaz de resolver misterios observando detalles que los dem¨¢s pasaban por alto. Nosotros tambi¨¦n podemos convertir la atenci¨®n en un poder transformador.
La atenci¨®n es un filtro que nos permite seleccionar entre los innumerables est¨ªmulos que recibimos y tiene un papel fundamental en la confecci¨®n de nuestras experiencias y de nuestro mundo interior. En el mismo paseo por el parque, un bot¨¢nico tendr¨¢ su atenci¨®n puesta en las flores, mientras que un dise?ador gr¨¢fico se fijar¨¢ con inter¨¦s en los carteles de no pisar el c¨¦sped. Si cada persona es un mundo, es en gran medida porque cada persona configura su mundo a partir de aquello a lo que decide prestar inter¨¦s. Es por esta raz¨®n por lo que debemos estar muy atentos y pasar de una atenci¨®n pasiva e influenciable a una activa e intencionada que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos.
Ulrich Schnabel, en su libro Ocio, nos explica los sorprendentes resultados de un experimento que ten¨ªa como objetivo ver la capacidad de atenci¨®n que tenemos en el trabajo: ¡°Por t¨¦rmino medio, los investigados solo pod¨ªan concentrarse 11 minutos seguidos en una tem¨¢tica antes de ser interrumpidos por el tel¨¦fono fijo, los m¨®viles y los e-mails entrantes o los colegas (¡). El oficinista moderno se dedica al menos a otras dos tareas antes de volver a la actividad original. Para entonces han transcurrido por t¨¦rmino medio 25 minutos (¡)¡±.
El comecocos que se trag¨® 120 millones de d¨®lares
Ulrich Schnabel tambi¨¦n relata el estudio que realiz¨® la consultora Rescue Time a prop¨®sito de un peque?o homenaje interactivo: ¡°Con motivo del trig¨¦simo aniversario del videojuego Pac man, el buscador Google present¨® su logo en la p¨¢gina de inicio como un peque?o y l¨²dico Pac-man-game, modificando con ello la rutina laboral de millones de personas. A lo largo y ancho del planeta, internautas embelesados se olvidaron de la pregunta hecha al buscador y se regalaron un jueguecito. Al final, Pac man se comi¨® en total 4,82 millones de horas de trabajo y alrededor de 120 millones de d¨®lares de sueldo¡±.
Un peque?o juego, una peque?a distracci¨®n, una inofensiva p¨¦rdida de atenci¨®n que supuso millones de p¨¦rdidas para las empresas.
Si cada superh¨¦roe tiene su archienemigo, si Sherlock Holmes se enfrenta al villano Moriarty, aqu¨ª tenemos nuestro malvado: las infinitas distracciones que cada 11 minutos nos roban la concentraci¨®n. En la oficina, s¨ª, pero tambi¨¦n en nuestra vida en general. Sin embargo, y a pesar de que nuestro entorno no parar¨¢ de reclamarnos para esto o aquello, podemos mejorar esos 11 minutos si aprendemos a:
- Desconectarnos. Para conectar con nuestra atenci¨®n necesitamos estar desconectados de tel¨¦fonos, ordenadores e Internet. Antes de empezar una tarea importante, desconecte con el mundo y conecte con usted mismo.
-?Fijarnos un objetivo claro y asumible. Una vez desconectado, establezca un objetivo que pueda cumplir y calcule un tiempo para ello. Preparar la reuni¨®n del lunes o conseguir fregar los platos de la comida del domingo.
-?Llamarnos la atenci¨®n. Ahora estamos centrados; sin embargo, no tardar¨¢ en aparecer cualquier excusa que intentar¨¢ con insistencia desviar nuestra concentraci¨®n. Haga usted lo mismo: llame a su atenci¨®n. Sea consciente de que se est¨¢ distrayendo y posponga ese vaso de agua o esa llamada.
Watson, d¨¦jeme pensar un momento solo con mi pipa y mi Stradivarius¡± (Sherlock Holmes)
Este peque?o ejercicio es fundamental para ganar poco a poco concentraci¨®n, dedicaci¨®n y confianza en que podemos conseguir lo que nos propongamos siempre y cuando nos mantengamos concentrados.
Una vez ampliados los 11 minutos de atenci¨®n productiva, es el momento de focalizar la nuestra sobre las ambiciones y objetivos propios.
Todos tenemos aspectos de nuestras vidas que queremos atender. Hay infinidad de aspiraciones, pero solo una manera de no alcanzarlas, que es dej¨¢ndose arrastrar por las urgencias y las rutinas diarias. La concentraci¨®n vuelve a ser nuestra gran aliada.
-?Tome una decisi¨®n. Decida poner su atenci¨®n sobre una meta personal o profesional. Tome la decisi¨®n de atenderla, de atenderse a s¨ª mismo y no deje escapar la energ¨ªa que est¨¢ creando al tomarla.
-?Mantenga la decisi¨®n. Si, por ejemplo, ya ha optado por escribir una novela. Incluso ha empezado a escribir un par de p¨¢ginas. Perfecto, pero considere que m¨¢s importantes que las dos primeras p¨¢ginas son las dos siguientes que escribir¨¢ ma?ana. Mantenga su inter¨¦s sobre esa decisi¨®n que ha tomado.
-?Deje de decidir. La mayor¨ªa de expertos coinciden en que un h¨¢bito se crea en 28 d¨ªas, los mismos que tiene un ciclo lunar. Hay algo m¨¢gico en ello.
Bienaventurados aquellos que ven belleza en los lugares humildes donde otros no ven nada¡± (Camille Pissarro)
Sin duda, la atenci¨®n tiene un papel important¨ªsimo, pero si es activa e intencionada, tambi¨¦n nos ayudar¨¢ a:
-?Desatender los pensamientos negativos. Si decidimos centrarnos en los pensamientos positivos y esforzarnos por desatender voluntariamente aquellos que nos oscurecen el humor, nos daremos cuenta de que nos pasamos m¨¢s de media vida protestando y preocup¨¢ndonos por cosas que ni tan siquiera han sucedido ni van a suceder.
-?Atender los momentos positivos. El d¨ªa est¨¢ lleno de momentos felices a los que casi no les prestamos atenci¨®n. Si somos capaces de detectarlos y estar atentos a ellos, no solo conseguiremos vivirlos con m¨¢s intensidad, sino que tambi¨¦n podremos recurrir a ellos en un futuro para generar pensamientos positivos que nos ayudar¨¢n a frenar esas cadenas de negatividad de las que habl¨¢bamos antes.
-?Atender a la soluci¨®n. Cuando surge un problema, atendemos a los pensamientos negativos del tipo ¡°c¨®mo ha podido suceder esto o aquello¡± o ¡°c¨®mo es posible que yo lo haya permitido¡±, en lugar de centrar nuestro esfuerzo en buscar una soluci¨®n. No debemos focalizar nuestra atenci¨®n en el conflicto, sino en la soluci¨®n. Parece algo elemental, pero le propongo que a lo largo de esta semana se fije en c¨®mo en los peque?os contratiempos que pueden surgir se gasta mucha m¨¢s energ¨ªa en darle vueltas y vueltas al problema que en resolverlo. Rompa usted esa cadena.
El mejor regalo que podemos hacer a otra persona es nuestra atenci¨®n ¨ªntegra¡± (Richard Moss)
No podemos terminar este art¨ªculo sin hacer referencia al doble sentido que juega la atenci¨®n en nuestras relaciones personales. Es importante:
-?Saber prestar atenci¨®n, o sea, pre????o?cuparnos sinceramente por la gente que nos importa. Escucharlos y dedicarles momentos de calidad.
-?Pero tambi¨¦n lo es saber reclamar atenci¨®n cuando somos nosotros quienes necesitemos ser atendidos. Muchos de los malentendidos y enfados se provocan porque esperamos que los dem¨¢s se den cuenta de que necesitamos atenci¨®n; sin embargo, nos evitar¨ªamos muchos disgustos si supi¨¦ramos levantar la mano y reclamar la atenci¨®n de aquella persona que queremos que nos escuche o nos dedique algo de su tiempo.
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