La 'Carta Magna' de la ASEAN universaliza los derechos humanos
La nueva declaraci¨®n entierra el debate sobre los 'valores asi¨¢ticos'
El 18 de noviembre de 2012, los diez Jefes de Estado de la ASEAN firmaron la Declaraci¨®n de Derechos Humanos de la Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico. Esta Carta Magna asi¨¢tica es un documento exiguo de 40 art¨ªculos que comienza con un pre¨¢mbulo, seguido de seis secciones sobre principios generales, derechos civiles y pol¨ªticos, derechos econ¨®micos, sociales y culturales, desarrollo, paz y cooperaci¨®n internacional para la promoci¨®n y protecci¨®n de los derechos humanos. Hasta ahora ning¨²n pa¨ªs o conjunto de pa¨ªses con personalidad jur¨ªdica de la regi¨®n asi¨¢tica hab¨ªa aprobado un documento de semejante magnitud.
?Qu¨¦ simboliza esta declaraci¨®n hist¨®rica? Por fin se han enterrado el "debate sobre los valores asi¨¢ticos", que caus¨® furor en los a?os 90, y el espectro del relativismo cultural. Esto no quiere decir, sin embargo, que hayan desaparecido los valores asi¨¢ticos. Lo que est¨¢ claro es que los derechos y principios consagrados en la Declaraci¨®n revelan la voluntad pol¨ªtica de la ASEAN de que las condiciones sean iguales para todos en la pol¨ªtica internacional.
Entre enero y septiembre de 2012, los diez representantes de la Comisi¨®n Intergubernamental de Derechos Humanos de la ASEAN celebraron una serie de diez reuniones arduas en siete ciudades diferentes de todo el Sudeste Asi¨¢tico y dieron al proyecto de derechos humanos su forma aut¨®ctona; igualmente importante son las nociones nuevas y pulidas que giran en torno al derecho a la paz y el desarrollo, y la llamada de atenci¨®n sobre el respecto de la soberan¨ªa y la igualdad en la cooperaci¨®n internacional. Pese a todo, una caracter¨ªstica ic¨®nica de esta Declaraci¨®n regional y lo que, en mi opini¨®n, es su mayor contribuci¨®n, es el imprimatur de la ASEAN sobre la universalidad del r¨¦gimen internacional de derechos humanos.
Los debates m¨¢s largos y m¨¢s espinosos de las negociaciones giraron en torno a la expresi¨®n "particularidades regionales". Los debates se convirtieron en un pulso entre adoptar los t¨¦rminos exactos del apartado de la Declaraci¨®n y el Programa de Acci¨®n de Viena de 1993 ¡ªde los cuales procede la frase¡ª, redactar una versi¨®n modificada que alterase el apartado suprimiendo dicha expresi¨®n o eliminar la palabra "particularidades" de una vez por todas.
Los principios consagrados en la Declaraci¨®n revelan la voluntad pol¨ªtica de que las condiciones sean iguales para todos en la pol¨ªtica internacional.
El resultado fue un nuevo art¨ªculo: "Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y est¨¢n relacionados entre s¨ª. Todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de esta Declaraci¨®n deben recibir un trato justo y equitativo, en condiciones de igualdad y con el mismo ¨¦nfasis. Al mismo tiempo, la plasmaci¨®n pr¨¢ctica de los derechos humanos deber¨¢ ser examinada en el contexto regional y nacional, y deber¨¢ prestar atenci¨®n a los distintos trasfondos pol¨ªticos, econ¨®micos, jur¨ªdicos, sociales, culturales, hist¨®ricos y religiosos" (art¨ªculo 7).
Se decidi¨® purgar la palabra "particularidades", para dejar constancia de la decisi¨®n un¨¢nime de la ASEAN de poner fin de manera eficaz a todo posible pretexto de criterios selectivos, entre otros la parcialidad, y a modalidades de discriminaci¨®n o doble rasero, no solo entre los Estados miembros, sino tambi¨¦n en su propio seno y entre los detractores occidentales que podr¨ªan utilizar el discurso sobre los derechos para defender sus propios intereses. Se acord¨® que, en el futuro, nunca se interpretar¨ªa el art¨ªculo 7 en detrimento de la universalidad de los derechos humanos o de una manera que pudiese menoscabar los principios protegidos por la Declaraci¨®n.
Esa disposici¨®n tambi¨¦n mantiene el respeto de la rica diversidad sociocultural de los Estados miembros y sus tradiciones nacionales. Se utiliza para recordar a la comunidad internacional que debe prestar especial atenci¨®n a las necesidades y deseos concretos de las poblaciones nacionales, pero que debe ser cr¨ªtica y hacer gala de firmeza contra las pr¨¢cticas locales que violan la dignidad humana.
Se evitan las interpretaciones tangenciales de posibles reg¨ªmenes autoritarios
Es lamentable que en el pasado la interpretaci¨®n del t¨¦rmino "trasfondos" haya tendido a hacer hincapi¨¦ en los contextos nacionales, en detrimento de los contextos regionales. As¨ª pues, hasta nuestros d¨ªas, las distintas nociones de ?particularidades? se han basado, inconscientemente, en las diferencias nacionales, en detrimento de las pr¨¢cticas regionales compartidas.
La Declaraci¨®n de Phnom Penh de los Jefes de Estado sobre la adopci¨®n de la Declaraci¨®n afirma expl¨ªcitamente que la aplicaci¨®n de los derechos humanos debe ser "conforme con la Carta de las Naciones Unidas, la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, la Declaraci¨®n de Viena y el Programa de Acci¨®n, y otros instrumentos internacionales de derechos humanos de los que los Estados miembros de la ASEAN sean parte, as¨ª como las declaraciones e instrumentos pertinentes de la ASEAN relativos a los derechos humanos", a fin de que la Declaraci¨®n no se preste a las interpretaciones tangenciales de posibles reg¨ªmenes autoritarios.
Estas deliberaciones manifiestan el ideal excepcional de solidaridad regional de la ASEAN en plena acci¨®n. La organizaci¨®n ha sido objeto de cr¨ªticas desde dentro y desde fuera por no tener un sistema de votaci¨®n efectivo. Pero el esp¨ªritu de compromiso y consenso se materializ¨® constantemente ¡ªy con mucho esfuerzo¡ª a lo largo de todo el proceso de redacci¨®n y, especialmente, en la negociaci¨®n del art¨ªculo 7. Al margen de ciertas posiciones duras y obstinadas, los representantes invocaron la norma b¨¢sica para deshacerse de los posibles problemas cuando uno o m¨¢s Estados estaban en desacuerdo absoluto. Esto ha sido un arma de doble filo. Entre las ventajas de evitar conflictos de vecindad o las de un acuerdo, domin¨® el principio preeminente de la conveniencia pol¨ªtica: uno para todos ¡ª y todos para uno.
?Adem¨¢s, en consonancia con la informalidad de la ASEAN, los representantes tambi¨¦n convocaron una serie de lo que llamaron retiros en el curso de las negociaciones. Los funcionarios, ministros y bur¨®cratas de la ASEAN recurren por igual a esta costumbre regional de car¨¢cter ¨²nico cuando acuerdan que el protocolo debe dar paso a un di¨¢logo directo e ¨ªntimo entre hom¨®logos. El ambiente de los retiros es relajado, familiar y poco ceremonioso. Los redactores, que eran en ¨²ltima instancia responsables de cada palabra de la Declaraci¨®n, organizaron esos retiros con prudencia y moderaci¨®n con el fin de negociar lejos de la opini¨®n p¨²blica, combinando en primer lugar las necesidades de confidencialidad (que no es lo mismo que secreto), y por ¨²ltimo, pero igualmente importante, el valor omnipresente de salvar las apariencias en la idiosincrasia del Sudeste Asi¨¢tico.
Estos ideales y valores son exclusivos de la ASEAN, pero sin lugar a dudas se basan en gran medida en los principios del sistema de Estado moderno. De hecho, podemos optar por ser c¨ªnicos y prestar exclusivamente atenci¨®n a la capacidad de resistencia del Estado y a la frecuencia con que se tambalea en la protecci¨®n de los derechos y las libertades individuales de las mujeres y los hombres. Pero tambi¨¦n podemos optar por contemplar esta Declaraci¨®n con otros ojos: un peque?o paso para la ASEAN, pero un gran salto para la humanidad. Lo contrario es igualmente cierto: Un peque?o paso para la humanidad, pero un salto enorme para la ASEAN. No es de extra?ar que ahora nos beneficie a todos de un modo u otro.
Kevin H.R. Villanueva fue miembro de la Delegaci¨®n de Filipinas en la Comisi¨®n Intergubernamental de Derechos Humanos para la redacci¨®n de la Declaraci¨®n de Derechos Humanos de la ASEAN. Es investigador universitario en Ciencias Pol¨ªticas y Estudios Internacionales (POLIS) y Estudios de Asia Oriental (SMLC) de la Universidad de Leeds (Reino Unido).
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