El espejo ingl¨¦s

David Cameron quiere renegociar el estatuto de Reino Unido en la Uni¨®n Europea e incluso irse directamente. Piensa que su pa¨ªs funcionar¨¢ mejor solo en el mundo global. Probablemente piensa lo mismo de Inglaterra y por eso no le importa prescindir de Escocia. Si los escoceses tienen un refer¨¦ndum para decidir sobre su futuro, Cameron est¨¢ dispuesto a que los brit¨¢nicos en su conjunto participen en otro refer¨¦ndum para decidir si se van o se quedan en la UE. Por consultas populares que no quede.

Le apoya una amplia mayor¨ªa de los ciudadanos. Cuenta con la presi¨®n sobre los conservadores del ascendente Partido de la Independencia. Y con a?os de martilleo de la prensa sensacionalista, que empez¨® como euroesc¨¦ptica y se ha ido convirtiendo cada vez m¨¢s en eurof¨®bica.

Washington no ve con muy buenos ojos esta evoluci¨®n. Por boca de Philip Gordon, encargado de Europa en la secretar¨ªa de Estado, ha se?alado que ¡°la relaci¨®n especial¡± con Londres interesa mucho m¨¢s si Reino Unido es parte de la UE en vez de un pa¨ªs exterior y aislado. ¡°Tenemos una creciente relaci¨®n con la UE como instituci¨®n con creciente voz en el mundo y queremos ver a Gran Breta?a como una voz potente en esa UE¡±. La observaci¨®n de Gordon descalifica incluso la convocatoria de un refer¨¦ndum: ¡°Damos la bienvenida a una UE abierta al mundo con Reino Unido dentro¡±, mientras que ¡°los referendos convierten a los pa¨ªses en ensimismados¡±.

Con frecuencia se ha comparado el programa secesionista de Artur Mas con el de Alex Salmond para Escocia. Los paralelismos son evidentes, aunque quiz¨¢s superficiales. Hay diferencias notables, sin contar con la actitud bien distinta de Londres respecto a Madrid. Hay menos independentismo en Escocia. Salmond quer¨ªa una devolution max, similar al pacto fiscal del Concierto vasco, pero Cameron le sali¨® al paso con una propuesta m¨¢s dr¨¢stica que obligar¨¢ a optar a favor o contra la independencia.

Es muy f¨¢cil el juego de las similitudes con Escocia, naci¨®n hist¨®rica hermanada con Catalu?a alrededor de la fecha de 2014. Pero tambi¨¦n es interesante explotar los paralelismos entre una Inglaterra que quiere existir por su cuenta en el mundo global y una Catalu?a que quiere prescindir de Espa?a en Europa, en ambos casos con fen¨®menos de opini¨®n p¨²blica y de polarizaci¨®n similares. El historiador brit¨¢nico Timothy Garton Ash, tan favorable a la consulta como partidario de seguir en la UE, ha suministrado un argumento para Cameron que sirve para Mas respecto a la fecha de la consulta, que sit¨²a entre 2015 y 2020, momento en que todos sabremos cu¨¢les son los efectos pol¨ªticos de la salvaci¨®n de la zona euro sobre cada uno de los pa¨ªses y sobre el conjunto. Preguntar antes, en 2014 como quiere Mas, es decidir que salimos de viaje sin saber ad¨®nde vamos.