Comer las u?as

Entre los betsileos de Madagascar hab¨ªa una clase de hombres, llamados ramangas, que ten¨ªan por oficio comer los recortes de u?as de los jefes. Eso s¨ª, pod¨ªan trocear las recortaduras m¨¢s grandes para tragarlas en porciones admisibles. Los ramangas tambi¨¦n deb¨ªan digerir otras excrecencias de los poderosos, que se proteg¨ªan as¨ª de potenciales enemigos que podr¨ªan utilizar los restos para da?arles por medio de la magia contaminante, pues se considera que existe una conexi¨®n especial entre las recortaduras de u?as y sus antiguos propietarios. Esta superstici¨®n est¨¢ muy documentada por Frazer en La rama dorada. En realidad, el oficio de comedores de recortaduras de u?as est¨¢ muy extendido mundo adelante y no es o era solo cosa de los pobres ramangas. Esta semana me ha llamado la atenci¨®n una imagen ins¨®lita que honra la pol¨ªtica y desaf¨ªa la superstici¨®n. La de un grupo numeroso de cargos municipales de Castilla-La Mancha, pertenecientes al partido del Gobierno, que se han negado a comer las recortaduras de u?as de su presidenta Cospedal y presentaron la dimisi¨®n tras la orden de cierre de 21 puntos de urgencias rurales. Es un gran ejemplo para su partido y para el resto. El entender que su trabajo consiste en representar al pueblo y no los intereses de una facci¨®n. El caso B¨¢rcenas estar¨ªa atajado hace ya tiempo de no ser por los entusiastas comedores de u?as, que de paso se comieron al juez que inici¨® la investigaci¨®n. Pero hay una Justicia que est¨¢ respondiendo. El tribunal que anula el cierre de las urgencias. Otro juez que ha tomado el relevo y persevera en el rastro del gran saqueo. Son signos esperanzadores de una Espa?a que no se resigna a un estado de inanici¨®n. Aunque para coraje democr¨¢tico, el de la dimisi¨®n de los directores de ambulatorios madrile?os. Es un gesto de riesgo salarial y profesional. Pero Madrid no se est¨¢ tragando los recortes de u?as.