B¨¢rcenas y la corrupci¨®n
Si alguien est¨¢ impaciente sobre el resultado de las auditor¨ªas a las que el PP se ha comprometido es f¨¢cil anticipar las conclusiones. Todos los dirigentes o miembros del partido a quienes se pregunte sobre la existencia de sobresueldos irregulares responder¨¢n: no me consta, yo no s¨¦ nada, a m¨ª que me registren.
Sobre la transparencia en las cuentas, es f¨¢cil concluir que si en su d¨ªa existieron ingresos y pagos irregulares, estos no figurar¨¢n de ninguna manera en los libros de contabilidad regular, por definici¨®n, de manera que toda la contabilidad regular ser¨¢ intachable y todo estar¨¢ en orden. Queda una pregunta a modo de conclusi¨®n: si de verdad quieren saber lo que pas¨®, ?por qu¨¦ no dejan de perder el tiempo con este teatro absurdo y preguntan directamente a quien conoce toda la verdad y tiene todos los datos? ?O es que el se?or B¨¢rcenas se ha ido a escalar el Everest?¡ª Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo. Petrer, Alicante.
Los dos principales partidos se muestran dispuestos a firmar un pacto contra la corrupci¨®n. Impl¨ªcitamente est¨¢n reconociendo que existe. Si existe, est¨¢ dentro de los partidos que tienen poder, es decir, los suyos. Si hay corrupci¨®n, hay corruptores y corruptos. Los partidos los deben conocer. Si los conocen, no estar¨ªa mal que, para abrir boca, los publicaran. Si no, todo se limitar¨¢ a un bla, bla, bla. Hasta hace poco, el terrorismo era un gran problema en Espa?a. Los pol¨ªticos cambiaron las leyes e hicieron que los terroristas cumplieran ¨ªntegras sus condenas. Ahora, la corrupci¨®n es uno de los principales problemas del pa¨ªs. No estar¨ªa mal que cambiaran las leyes y utilizaran el mismo criterio para los corruptos. Entonces, a lo mejor, cre¨ªa en ellos.¡ª Antonio Casero Mart¨ªnez. Puerto de la Cruz, Tenerife.
Pol¨ªticos, dimitid. Del primero al ¨²ltimo. Porque todos est¨¢is bajo sospecha. Marchaos. Los corruptos por serlo, y los honestos porque no deb¨¦is seguir junto a aquellos. Vosotros que dec¨ªs tener vocaci¨®n de servicio tendr¨¦is oportunidad de demostrarlo. Las urnas hablar¨¢n y comenzaremos de nuevo. Y nos esforzaremos por alcanzar el Estado de bienestar. Llamadme iluso, pero prefiero serlo a seguir lament¨¢ndome mientras contemplo c¨®mo, un d¨ªa tras otro, de forma cada vez m¨¢s descarada, se esquilma al pueblo y se le somete a un nuevo modelo de esclavitud. Si no os vais, os obligaremos. Tenemos los recursos para conseguirlo: los medios de comunicaci¨®n, Internet, la calle. De forma pac¨ªfica, civilizada, sin algaradas ni exabruptos, sin derechas ni izquierdas. Exijo m¨¢s. Tertulianos, marchaos tambi¨¦n. Los honestos porque est¨¢ demostrado que no pod¨¦is luchar contra la mentira. Los dem¨¢s porque nos confund¨ªs, nos enga?¨¢is, defend¨¦is lo indefendible.
A los partidos pol¨ªticos os sugiero que no acoj¨¢is en vuestras filas a corruptos, oportunistas o embusteros. Y a todos, ciudadanos, teng¨¢is unas u otras ideas, os exhorto a luchar por conseguir lo que todos decimos desear: el bien com¨²n.¡ª Cecilio Algarabel. Zaragoza.
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