Triunfos contra la depresi¨®n
La victoria act¨²a como sedante cuando se derrama sobre una sociedad moh¨ªna
El equipo espa?ol de balonmano acaba de ganar el Campeonato del Mundo despu¨¦s de apabullar a Dinamarca en una final con la mayor diferencia de goles de la historia (35-19). En Espa?a los triunfos deportivos se convierten f¨¢cilmente en euforia colectiva. La victoria act¨²a como sedante cuando se derrama sobre una sociedad moh¨ªna, rota por el desempleo y el debilitamiento de los proyectos colectivos. En el siglo XXI, sin que nadie conozca las razones m¨¢s all¨¢ de la vaga referencia (¡°se est¨¢n haciendo bien las cosas¡±), Espa?a es una superpotencia en f¨²tbol, baloncesto, tenis, nataci¨®n sincronizada, hockey sobre patines y ahora balonmano (este es el segundo mundial balonmanista conseguido). N¨®tese, dicen los expertos, lo bien que se mueven los deportistas espa?oles en los juegos de equipo, donde la sociabilidad interviene en el ¨¦xito, conducidos por entrenadores modestos y poco estridentes. Hasta los gui?oles franceses se han rendido a la evidencia de que una generaci¨®n o dos de espa?oles han aprendido a competir y a ganar.
Los triunfos, en especial los de baloncesto y balonmano, contradicen felizmente el lugar com¨²n del espa?ol escurrido y bajito obligado a superar el h¨¢ndicap de la prestancia f¨ªsica con un exceso mareante de habilidad. El lugar com¨²n racial ya solo sirve para los centrocampistas del tiqui-taca; y no todos. La demograf¨ªa patria genera profusamente jugadores de m¨¢s de 1,90 capaces de percutir sobre murallas de daneses, eslovenos o alemanes, prototipos de montacargas, y, lo que es m¨¢s sorprendente, derribarlas sin aparente esfuerzo.
Nadie niegue los m¨¦ritos de los deportistas espa?oles, porque se consiguen a contracorriente. Una envidiosa conjura mundial ha impedido que el Cohecho Sistem¨¢tico, el Retraso Judicial o el Levantamiento de Material de Oficina se consideren disciplinas ol¨ªmpicas, as¨ª que nadie daba un euro por el deporte espa?ol. Con modestia y alegr¨ªa, los deportistas espa?oles est¨¢n en la cima del mundo. La euforia reinante resucitar¨¢ en breve la frase ¡°Soy espa?ol, ?a qu¨¦ quieres que te gane?¡±. Pero no abusen de ella, porque la respuesta podr¨ªa ser: ¡°A premios Nobel de F¨ªsica, Qu¨ªmica y Econom¨ªa¡±.
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