Un pacto por el empleo

Con excesiva lentitud, el Gobierno y las autoridades econ¨®micas europeas parecen tomar conciencia de las desastrosas consecuencias del desempleo, sobre todo el juvenil, en Espa?a y Europa. Una semana despu¨¦s de que Angela Merkel llamara p¨²blicamente la atenci¨®n sobre el alarmante n¨²mero de parados j¨®venes en Espa?a, el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Olli Rehn, expres¨® ayer su preocupaci¨®n por el paro espa?ol y por los problemas de los j¨®venes para acceder al mercado laboral. Muy en su papel, Rehn pidi¨® a Espa?a que facilite la creaci¨®n de empresas. Muy en el suyo, la respuesta de Luis de Guindos, ministro de Econom¨ªa, fue poco prometedora: el Gobierno tomar¨¢ las medidas que considere ¡°indispensables¡± para corregir la situaci¨®n.

Una vez m¨¢s, se esgrimen palabras para resolver problemas alarmantes. No se sabe qu¨¦ medidas considera ¡°indispensables¡± el Ejecutivo para atajar el paro juvenil o reducir el desempleo total; pero s¨ª se sabe que la tasa de paro entre los menores de 25 a?os es del 55% y alcanza a m¨¢s de 930.000 j¨®venes. Nunca se subrayar¨¢ bastante el drama de una generaci¨®n sin horizontes, empujada a la emigraci¨®n o a la dependencia familiar. Frente a esta situaci¨®n, el Gobierno propone soluciones correctas, pero excesivamente cortas: incentivos fiscales a los empresarios, bonificaci¨®n en las cotizaciones sociales y mejoras fiscales a la exportaci¨®n. Todo eso est¨¢ bien, pero el hecho es que solo el crecimiento econ¨®mico, vale decir la inversi¨®n, puede generar el empleo suficiente para reducir en un plazo razonable de tiempo una tasa de paro total del 26%.

Es decir, la estrategia del Ministerio de Empleo es err¨®nea. Se trata de conseguir aumentos significativos de inversi¨®n, para lo cual las bonificaciones y las desgravaciones son poco eficaces, a no ser que se produzcan en cantidades tan masivas que comprometan la estabilidad financiera del pa¨ªs. Lo que propone el Gobierno son medidas de acompa?amiento; probablemente no funcionar¨¢n por s¨ª solas aplicadas en una coyuntura recesiva que no cuente previamente con un est¨ªmulo inversor muy intenso. Y esto lo saben Rajoy y sus ministros, puesto que est¨¢n pidiendo en Europa dinero contante y sonante para invertir o m¨¢rgenes presupuestarios para hacerlo en cada pa¨ªs.

A este respecto, la propuesta de Rubalcaba merece m¨¢s atenci¨®n que la que le presta el Gobierno. Primero, porque ofrecer un pacto para aumentar el empleo responde a la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos; despu¨¦s, porque se trata de inyectar ¡ªsi es posible generar un fondo de 20.000 millones, con ayuda europea o sin ella¡ª inversi¨®n fresca para estimular el crecimiento y esta operaci¨®n tiene m¨¢s probabilidades de ¨¦xito que la mir¨ªada de desgravaciones fiscales; y por ¨²ltimo, porque buscar el crecimiento a trav¨¦s de la inversi¨®n est¨¢ en consonancia con lo que probablemente piensa toda Europa sobre el paro en el ¨¢rea euro y la sonrojante tasa de paro en Espa?a.