Seamos claros

Aceptada la premisa de que el ¨²nico orden real es el econ¨®mico y que todos los dem¨¢s el jur¨ªdico, el religioso, el cultural, etc. -son manifestaciones delirantes de ese orden, al que sirven fielmente incluso cuando lo rechazan, la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, en efecto, daba risa. Ten¨ªa sentido cuando nos enga?¨¢bamos respecto a la composici¨®n cualitativa y cuantitativa de la realidad, o cuando, sin enga?arnos del todo, pens¨¢bamos que las cosas se pod¨ªan modificar d¨¢ndole la vuelta al papel, como ocurre en ese dibujo en el que, al ponerlo boca abajo, aparece un hada donde antes se ve¨ªa una bruja. Cre¨ªamos ingenuamente, pobres, que el hada socialista estaba dentro de la bruja liberal.

Asumida ya hasta por los chinos, que son los ¨²ltimos comunistas influyentes, la m¨¢xima de que "es la econom¨ªa capitalista, idiotas", el esc¨¢ndalo provocado por el desvelamiento de la contabilidad B del PP resulta bastante artificial. Los sobresueldos, si se estudian a fondo, se ajustaban a la responsabilidad de los sobrecogedores como la actuaci¨®n de la polic¨ªa en la estaci¨®n de Atocha fue "proporcional" a la actitud de los ciudadanos. ?Que usted vio otra cosa en los telediarios? El problema es de usted, como si en el indulto del kamikaze advierte que el hijo del ministro de Justicia trabaja en el despacho que llev¨® su defensa. O como si en la amnist¨ªa fiscal descubre la necesidad de echar una mano a B¨¢rcenas para blanquear su fortuna. O como si en la compra del ¨¢tico marbell¨ª de Ignacio Gonz¨¢lez percibe lo que salta a la vista, etc.

Seamos claros: ni Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa ni hostias. En las actuales circunstancias de dictadura econ¨®mica completamente asentada, lo que se debe preguntar la juventud es c¨®mo ingresar en alguna de las mafias existentes para escapar al destino de reponedor, cuando no de parado infinito.