Casi todo por hacer
La victoriosa ofensiva francesa es solo un primer paso para combatir el yihadismo en Mal¨ª
El presidente franc¨¦s ha sido recibido en Tombuct¨² por los malienses como un liberador. La visita de Fran?ois Hollande a la ic¨®nica ciudad africana ha sido posible despu¨¦s de que la ofensiva militar gala haya forzado a las milicias yihadistas a abandonar las principales ciudades que ocupaban, desde las que preparaban el asalto de la capital, Bamako. Un Hollande reforzado pol¨ªticamente ante sus compatriotas ha asegurado en la antigua colonia que Francia permanecer¨¢ en Mal¨ª mientras sea necesario, promesa cargada de riesgos e impensable hace un mes, cuando Par¨ªs se dispon¨ªa a ayudar a una fuerza de intervenci¨®n africana con aval de la ONU. De esa fuerza todav¨ªa no hay en Mal¨ª m¨¢s que avanzadillas de Chad y N¨ªger.
Hollande, sin embargo, ha advertido de que el conflicto de Mal¨ª dista de haber concluido. En realidad no ha hecho m¨¢s que comenzar. Las principales bases log¨ªsticas de los rebeldes han sido desbaratadas por la resuelta acci¨®n francesa, pero los islamistas, que en alianza con tuaregs independentistas se ense?orearon hace un a?o del inmenso norte del pa¨ªs, no han sido derrotados. Enfrentados a un ej¨¦rcito moderno y m¨®vil, en las antipodas de las simb¨®licas y venales tropas malienses, han optado por desvanecerse en el desierto, hacia las monta?as del norte, su basti¨®n y base de operaciones durante a?os. Limpiar esa plataforma terrorista de Al Qaeda requerir¨¢ habilidades y equipamientos distintos de los desplegados por Francia en medio de la camuflada deserci¨®n de sus socios europeos. Y una cooperaci¨®n internacional imprescindible, como la que el vecino N¨ªger acaba de brindar para que EEUU instale en su suelo drones de vigilancia.
Lo que sucede en el S¨¢hara y el inestable Sahel hace tiempo que dej¨® de ser un asunto regional. Occidente en general y Europa en particular conocen bien el precio de permitir que una zona estrat¨¦gica (Somalia, por ejemplo) se sumerja en el caos. La intervenci¨®n francesa no ha cambiado Mal¨ª, un Estado descompuesto y por reconstruir, donde resultan imprescindibles unas elecciones que legitimen al Gobierno de Bamako y acaben con la situaci¨®n actual, en la que un presidente interino es tolerado por unos militares humillados, incapaces de mantener a raya a los yihadistas y que han protagonizado dos golpes en el ¨²ltimo a?o. Y donde permanecen sin resolver los agravios de la minor¨ªa tuareg, centro neur¨¢lgico del conflicto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.