Una normalizaci¨®n federal
Se necesita reformar el Estado de las autonom¨ªas para estabilizarlo y esto requiere operar sobre las competencias y establecer mecanismos eficaces de coordinaci¨®n pol¨ªtica a nivel central y auton¨®mico
Soportando una grave crisis econ¨®mica, cuya evoluci¨®n no se percibe con claridad, la sociedad espa?ola viene padeciendo sus efectos desde hace varios a?os. Pero tambi¨¦n se manifiesta una crisis institucional, y dentro de ella una crisis constitucional, especialmente de su modelo territorial, el Estado de las Autonom¨ªas. Para unos su sobredimensionada estructura y la pr¨¢ctica de su funcionamiento contribuyen a agravar a¨²n m¨¢s la crisis econ¨®mica, por lo que plantean reformas recentralizadoras. Para otros el Estado de las Autonom¨ªas ya "est¨¢ agotado", no responde a las demandas actuales, y debe ser sustituido por otro modelo. Algunos partidos nacionalistas, finalmente, ya no est¨¢n interesados en introducir reformas, pues se han propuesto abandonarlo, establecer otro Estado independiente del espa?ol.
El PP se mantiene al respecto en el mayor de los inmovilismos. Recientemente (diciembre 2012) el presidente del Gobierno consider¨® que la Constituci¨®n, en su actual texto, podr¨ªa servir para los pr¨®ximos diez a?os, y condicion¨® el planteamiento de una reforma constitucional a la previa definici¨®n con toda precisi¨®n del objeto y alcance de la misma, y a la existencia de consenso pol¨ªtico suficiente en torno a ella.
El PSOE, por su parte, siempre hasta ahora ha defendido el Estado de las Autonom¨ªas, a cuyo establecimiento contribuy¨® con innegable protagonismo. No obstante, recientemente algunos en su seno promueven un cambio de modelo, el de un Estado Federal. Si la Conferencia Pol¨ªtica prevista para octubre mantiene esta opci¨®n, el cambio no podr¨¢ dejar de sorprender. La reforma constitucional proyectada por el Gobierno de Zapatero en 2005 manten¨ªa el Estado de las Autonom¨ªas, para el que postulaba una modificaci¨®n constitucional limitada a la reforma del Senado y a la inclusi¨®n de la denominaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. Pero es que, adem¨¢s, el ¨²ltimo Congreso Federal del PSOE (febrero de 2012), en su resoluci¨®n pol¨ªtica opta por ¡°fortalecer y racionalizar el Estado Auton¨®mico¡±. En definitiva, el PSOE en este momento, y al menos hasta el pr¨®ximo Congreso de 2016, defiende el mantenimiento del Estado Auton¨®mico, planteando no obstante la introducci¨®n en el mismo de importantes cambios que implicar¨ªan una reforma parcial de la Constituci¨®n. Por eso, por ahora, la del Estado Federal ha de entenderse como una propuesta para el debate interno, y del partido con la sociedad, o con las dem¨¢s organizaciones pol¨ªticas.
El acuerdo de los dos grandes partidos resulta necesario necesario y, adem¨¢s, conveniente
Pero, ?de qu¨¦ vale una u otra propuesta socialista si el PP no se plantea por ahora reformar la Constituci¨®n? En todo caso, el acuerdo de los dos grandes partidos resulta necesario, y es adem¨¢s conveniente y oportuno. Tambi¨¦n habr¨ªa que alentar la participaci¨®n de los dem¨¢s partidos autonomistas. En el pasado este tipo de acuerdos sirvieron para establecer (1981) y para ampliar (1992) el sistema auton¨®mico. En mi opini¨®n, el objeto de este pacto deber¨ªa ser el de reformar el Estado de las Autonom¨ªas para estabilizarlo y completarlo. Podr¨ªa tramitarse por el procedimiento abreviado de reforma constitucional; si se planteara abandonar el Estado Auton¨®mico habr¨ªa que acudir a la v¨ªa del art¨ªculo 168, lo que no parece f¨¢cil para antes de las pr¨®ximas elecciones generales.
Existe una amplia coincidencia, tanto en los c¨ªrculos acad¨¦micos como en los de opini¨®n pol¨ªtica, acerca de la necesidad de abordar pronto una reforma constitucional del Estado Auton¨®mico, para completarlo en aquello que en 1978 no se pudo o no se supo hacer, y tambi¨¦n para superar problemas sobrevenidos. Esta necesidad ya se planteaba desde antes de las ¨²ltimas reformas estatutarias. Pero ahora, desde luego, se deber¨ªa tener en cuenta, principalmente por el Gobierno, que para la salida de la crisis econ¨®mica se requerir¨¢, aparte de medidas econ¨®mico-financieras y de una inaplazable reforma democr¨¢tica que rearme moralmente a la ciudadan¨ªa, tambi¨¦n de un profundo cambio en el aparato estatal, superando la actual situaci¨®n de crisis institucional; crisis que se agravar¨¢ en los pr¨®ximos dos a?os, y no s¨®lo en Catalu?a. El concurso del PP resulta absolutamente necesario para ello, y este partido ha de tener en cuenta que si no aborda las reformas en esta legislatura, aparte el da?o que por defecto producir¨¢ al pa¨ªs, otros muy probablemente lo plantear¨¢n como cuesti¨®n central en las pr¨®ximas elecciones generales.
Normalizaci¨®n federal del Estado Auton¨®mico. El Estado es un instrumento al servicio de la preservaci¨®n o promoci¨®n de unos valores, o de la consecuci¨®n de determinado modelo de sociedad; la decisi¨®n sobre una u otra forma de organizaci¨®n estatal debe por ello tener en cuenta el criterio de su mayor capacidad para servir a los fines p¨²blicos democr¨¢ticamente definidos. Cualquier modelo de Estado democr¨¢tico puede gozar de toda legitimidad, si en su establecimiento y en su ejercicio expresa la voluntad popular. Entre nosotros, hemos tenido ocasi¨®n de comprobar que la descentralizaci¨®n pol¨ªtica constituye para los ciudadanos un valor que ha de ser preservado. El Estado de las Autonom¨ªas ya es un Estado Federal; pero, precisamente aplicando principios del federalismo, para mejor servir a la expresi¨®n de lo diverso y facilitar su integraci¨®n en lo com¨²n, convendr¨ªa completarlo y estabilizarlo.
Hay que modificar el Senado como instancia de integraci¨®n y armonizaci¨®n federal
Para estabilizar el actual modelo auton¨®mico se requiere operar sobre las competencias. Existe una amplia coincidencia en considerar que el sistema constitucional de reparto de competencias entre los niveles estatal y auton¨®mico ha resultado problem¨¢tico, pues al remitir su fijaci¨®n a los Estatutos de Autonom¨ªa ha permitido, y hasta promovido, la permanente reivindicaci¨®n de nuevas atribuciones por parte de las comunidades aut¨®nomas, con la consiguiente inestabilidad del sistema, y la derivada conflictividad ante el Tribunal Constitucional. La soluci¨®n de este problema requiere remitir tal asignaci¨®n a la Constituci¨®n, mediante la modificaci¨®n de la misma. En definitiva, sacar las listas de competencias de los Estatutos de Autonom¨ªa para integrarlas exclusivamente en la Constituci¨®n, cerrando as¨ª el modelo, o ¡ªmejor¡ª estableciendo un modelo cerrado. ?ste fue el modelo propuesto por el PSOE en la ponencia y en la constitucional.
Tambi¨¦n resulta urgente establecer unos mecanismos eficaces de coordinaci¨®n pol¨ªtica entre el nivel federal y el de las comunidades aut¨®nomas, modificar en profundidad el Senado como instancia de integraci¨®n y armonizaci¨®n federal, y constitucionalizar el sistema de financiaci¨®n territorial y el r¨¦gimen municipal com¨²n.
Con esta reforma del Estado de las Autonom¨ªas se promover¨ªa su normalizaci¨®n federal, estabilizando y completando un modelo que en la Constituci¨®n de 1978 no se consigui¨® articular correctamente. En mi opini¨®n estas reformas, que supondr¨ªan enriquecer a¨²n mas el bagaje federal del Estado de las Autonom¨ªas, resultan una alternativa m¨¢s adecuada que la de optar por el establecimiento de un Estado Federal, que al final no ser¨¢ cosa muy distinta. Siempre ser¨¢ m¨¢s sencillo modificar lo ya existente, que poner patas arriba el Estado con el establecimiento de un nuevo modelo. Por lo dem¨¢s, se equivocan quienes piensan que con el establecimiento de un Estado Federal se calman las pulsiones independentistas de quienes quieren separarse, a los que resulta indiferente una u otra f¨®rmula. Por el contrario, un proyecto de reforma del Estado debe servir a las necesidades e intereses del conjunto de la poblaci¨®n espa?ola, que habr¨¢ de asumirla como un proyecto en positivo, y no como una reacci¨®n a singulares retos, que han de tener su tratamiento espec¨ªfico.
Pactar la reforma y su agenda. De nada vale, salvo para decorar la propia imagen pol¨ªtica, plantear una reforma constitucional sin alcanzar enseguida un pacto que permita lograr la mayor¨ªa parlamentaria requerida. Hay que pactar la reforma y su agenda. Pero antes, desde ahora mismo, podr¨ªa resultar conveniente que los diversos c¨ªrculos de opini¨®n formalicen sus propuestas, y procedan al menos a constatar y valorar las coincidencias y las discrepancias. Luego, en el momento en que los partidos lo consideraran posible y oportuno se pasar¨ªa a definir en com¨²n el alcance de la reforma, y una agenda que la hiciera posible dentro de esta legislatura.
Luis Fajardo Sp¨ªnola fue diputado constituyente y miembro de la Comisi¨®n Ejecutiva Federal del PSOE. Su ¨²ltimo libro es ?Hacia un nuevo modelo de Estado? Los socialistas y el Estado Auton¨®mico (Civitas, 2009).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.