Galliano reclama lo suyo
Su reaparici¨®n junto a Oscar de la Renta y la admisi¨®n de su demanda a Dior dibujan un nuevo horizonte para el dise?ador El est¨¢ preparado para su regreso, pero ?lo est¨¢ la opini¨®n p¨²blica?
Un brillo en la mirada. El gesto relajado. Los andares decididos. Incluso el atuendo, discreto, dibujaba una imagen en las ant¨ªpodas de la ¨²ltima que vimos de John Galliano saliendo de unos juzgados. Ni siquiera la convocatoria, apenas unos pocos fot¨®grafos, pod¨ªa compararse con aquel fat¨ªdico d¨ªa de junio de 2011 en que el dise?ador se ve¨ªa sepultado bajo una horda de reporteros al asistir a la corte para declarar por proferir insultos racistas (recuerden, el ¡°I love Hitler¡± y dem¨¢s dislates). El lunes, el mismo protagonista presenciaba c¨®mo un juez parisiense admit¨ªa a tr¨¢mite su demanda por despido improcedente contra Christian Dior, la firma para la que ejerci¨® de director creativo durante 15 a?os. La que le report¨® unos bienes estimados en una cifra que lleg¨® a rondar los seis millones de euros anuales y a la que ¨¦l dio a cambio un barniz renovado de extravagancia, esplendor e ingresos.
El regreso de Galliano est¨¢ siendo infinitamente m¨¢s silencioso que su retiro forzado. Ha dispuesto de casi dos a?os para estudiarlo con cautela. El 18 de enero, Oscar de la Renta anunciaba que admit¨ªa una inusual pasant¨ªa en su estudio neoyorquino. Acoger¨ªa durante tres semanas al gibraltare?o. En un comunicado, expon¨ªa cu¨¢nto se congratulaba de recibir a su amigo. ¡°John y yo nos conocemos desde hace muchos a?os y soy un gran admirador de su talento. Ha trabajado duro en su recuperaci¨®n y me alegra darle esta oportunidad de reincorporarse a la moda¡±. En las mismas l¨ªneas, Galliano le daba las gracias y se disculpaba una vez m¨¢s por proferir comentarios antisemitas borracho en un caf¨¦ parisiense. ¡°Soy un alcoh¨®lico. Llevo dos a?os en rehabilitaci¨®n. Antes, durante a?os, ca¨ª en una locura enferma. Dije cosas dolorosas para otros, especialmente para la comunidad jud¨ªa. A¨²n hoy sigo lament¨¢ndolo en p¨²blico y en privado¡±.?
Este fin de semana finaliza la estad¨ªa, pero no ha trascendido ninguna noticia sobre c¨®mo se traduce su presencia al producto o a posibles colaboraciones con la marca. Desde la oficina de Oscar de la Renta remiten al mismo comunicado. ¡°No tenemos nada m¨¢s que a?adir por el momento¡±. Puede que la duda se despeje el martes, durante el desfile de Oscar de la Renta dentro del calendario de la Semana de la Moda de Nueva York.?
El propio creador anunci¨® hace unos d¨ªas al Women¡¯s Wear Daily (WWD), vocero oficial de esta industria, que tendr¨ªa presente a Galliano en su trabajo: ¡°Siempre que hago una colecci¨®n, me siento con todos mis asistentes alrededor y escucho sus ideas¡±. Algunos periodistas que acudieron la semana pasada a la presentaci¨®n de la nueva fragancia de Oscar de la Renta a su atelier en la planta 25 de un edificio en la calle 42 se toparon por sorpresa con esa sonrisa coronada por el inconfundible bigotillo. Si no se deja caer por el desfile de ninguno de sus compa?eros, o del propio De la Renta, ser¨¢ por no robarles el titular.?
Un alumerzo furtivo con Anna Wintour en Par¨ªs permiti¨® especular con una pronta vuelta a la moda
Aunque no ser¨¢ por falta de ganas de reinsertarse. A pesar de su perfil casi invisible, el verano pasado le cazaron en una cita pretendidamente furtiva con Anna Wintour, la todopoderosa editora de Vogue USA, en el restaurante L¡¯Espadon del Ritz de Par¨ªs. No es ning¨²n secreto que fue ella quien puj¨® por su incorporaci¨®n en la casa Dior, all¨¢ por mediados de los noventa, y quien ha convencido a su amigo com¨²n De la Renta para refrendarle en su contraataque profesional. En los mentideros de la moda se ha dicho que no era la primera puerta a la que Wintour llamaba para recolocar a Galliano. De igual manera se ha especulado sobre c¨®mo se materializar¨¢ ese regreso, apuntando desde una b¨²squeda de inversores para una firma propia hasta el relanzamiento de Schiaparelli bajo su mando o una colecci¨®n c¨¢psula para Tod¡¯s (el propietario de ambas marcas, Diego Della Valle, desminti¨® esto ¨²ltimo).?
Como gesto de inequ¨ªvoco apoyo, Wintour public¨® en su n¨²mero de septiembre de 2011 una imagen tomada por Mario Testino durante la boda de Kate Moss donde Galliano le atusaba el velo que acompa?aba el vestido de novia que ¨¦l mismo hab¨ªa dise?ado. Solo un mes antes de esa boda, el modisto a¨²n estaba en rehabilitaci¨®n por su adicci¨®n al alcohol, los somn¨ªferos y el valium. Seg¨²n public¨® la prensa, se refugi¨® en la cl¨ªnica The Meadows, en Arizona, la misma adonde acudieron Naomi Campbell y Kate Moss para recuperarse de su adicci¨®n a la coca¨ªna. Moss, en particular, sab¨ªa lo que significa enfrentarse al escarnio p¨²blico tras ver sus im¨¢genes esnifando convertidas en entretenimiento global. Al escoger a Galliano para vestirla en su enlace, le brindaba un peque?o pelda?o para sacarle del infierno. Apenas lo vimos m¨¢s, paseando melanc¨®lico por Par¨ªs o en una fotograf¨ªa que se tom¨® junto a ¨¦l Paco Le¨®n, cuando se lo encontr¨® por casualidad en una visita del gibraltare?o al Rastro de Madrid. Su estampa hoy, como dec¨ªamos, permite intuir que est¨¢ listo para reincorporarse. El que un tribunal de temas laborales haya admitido a tr¨¢mite su demanda ya es una victoria personal que podr¨ªa enardecerle tambi¨¦n p¨²blicamente. La casa Dior prefiere guardar silencio. El abogado de Dior, Jean N¨¦ret, de Jeantet Associ¨¦s, declar¨® a la salida de la vista a WWD que la cuesti¨®n deber¨ªa plantearse en un tribunal mercantil, ¡°debido a la complejidad contractual¡± que un¨ªa a Galliano ¡ª¡°algo m¨¢s que un simple empleado¡±¡ª con su cliente. Contactado por este diario, no a?adi¨® qu¨¦ medidas tomar¨¢, aunque dispone de 15 d¨ªas para presentar un recurso.?
En esa misma publicaci¨®n, la abogada de Galliano, Chantal Giraud van Gaver, de Coblence & Associ¨¦s, mostraba su satisfacci¨®n y defend¨ªa que ¡°puede que mi cliente no sea un empleado ordinario, debido a su notoriedad y la naturaleza de su trabajo, que le ataba con cl¨¢usulas exclusivas, pero sigue siendo un empleado. Si fuera un productor externo, ?por qu¨¦ habr¨ªan de ponerle un coche con ch¨®fer? ?Y un entrenador y asistente personal? ?Y concederle acciones?¡±. Al recibir la llamada de este peri¨®dico, la abogada solicit¨® un cuestionario por escrito para acabar respondiendo someramente: ¡°Siento mucho no poder a?adir nada a lo dicho en audiencia p¨²blica ayer, debo respetar la total confidencialidad de mi cliente¡±. Quedan muchas preguntas en el aire, pero quiz¨¢ la m¨¢s importante de todas sigue siendo la misma que el primer d¨ªa de la ca¨ªda en desgracia de Galliano: ?cree que la opini¨®n p¨²blica le ha perdonado? Solo el tiempo nos dar¨¢ la respuesta.
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