Un Papa m¨¢s pastoral

En sus casi ocho a?os de papado, Benedicto XVI abraz¨® una visi¨®n tradicionalista ¡ªpara muchos cr¨ªticos, directamente autoritaria¡ª del papado y de las ense?anzas de la Iglesia. Por tanto resulta ir¨®nico que vaya a ser recordado por su hist¨®rica decisi¨®n de renunciar a su posici¨®n en vez de permanecer hasta su muerte, en lo que es la primera abdicaci¨®n en 600 a?os.

El anuncio de Benedicto representa un admirable reconocimiento de la realidad de su declive f¨ªsico, pero va a suponer un elemento de pesar para los cat¨®licos conservadores, que creen que la existencia de alguien que ha sido Papa diluir¨¢ la m¨ªstica inherente al puesto. Son los cat¨®licos liberales quienes argumentan que los obispos de Roma, como el resto de obispos, deben dimitir cuando su trabajo resulta una pesada carga para sobrellevarla.

(¡­) Su respeto reverencial por la tradicional autoridad de la Iglesia ha podido ser un factor clave en su fracaso a la hora de responder adecuadamente a los esc¨¢ndalos de pederastia de la Iglesia. (¡­) Por otro lado, de un modo sutil refut¨® el fundamentalismo al asumir que la fe era compatible con la ciencia moderna. (¡­)

Los cardenales no van a elegir un Papa que crea que el aborto es moralmente aceptable, que las mujeres puedan ser ordenadas sacerdotes o que la Iglesia debe aceptar matrimonios de personas del mismo sexo, pero bien podr¨ªan concluir que deben elegir un Papa menos doctrinario y m¨¢s pastoral, y m¨¢s proclive a descentralizar la autoridad en la Iglesia. Y que tambi¨¦n sea un campe¨®n en la lucha contra los abusos sexuales del clero. (¡­) Eso debe ser lo m¨¢s importante de todo. (...)

Los ?ngeles, 12 de febrero.