La familia real holandesa vuelve a esquiar un a?o despu¨¦s del accidente de Friso
La reina Beatriz, que ceder¨¢ la corona el 30 de abril, posa en la nieve con Guillermo y M¨¢xima Mabel, la mujer de Friso, los acompa?a en la estaci¨®n de Lech, pero ha declinado fotografiarse
La familia real holandesa ha regresado a la estaci¨®n de esqu¨ª de Lech (Austria) para pasar sus vacaciones invernales. Esta vez, la cita es doblemente emotiva y al posado tradicional se ha sumado un centenar de fot¨®grafos europeos. No solo se cumple un a?o del accidente sufrido por el pr¨ªncipe Friso, segundo hijo de la reina Beatriz, que fue sepultado por un alud y permanece en coma. La soberana ceder¨¢ la corona el pr¨®ximo 30 de abril a su primog¨¦nito, Guillermo, y su esposa, M¨¢xima de Orange. Todos han salido sonrientes a las pistas, acompa?ados de las tres hijas del matrimonio, Amalia, Alexia y Ariane, en un gesto que es tambi¨¦n un mensaje de continuidad. Como madre, Beatriz de Holanda est¨¢ destrozada. Como reina, ha decidido que era el momento de abdicar -tras treinta a?os en el trono- y muestra todo su apoyo a los futuros reyes.
Los encuentros peri¨®dicos con la prensa gr¨¢fica es uno de los pactos de la Casa de Orange con los medios de comunicaci¨®n que mejor funciona. Tienen lugar en verano e invierno, y tambi¨¦n cuando las princesitas van al colegio o cumplen a?os. Los fot¨®grafos disponen de suficiente tiempo para hacer su trabajo, y luego se retiran. En principio, la familia real pasa tranquila el resto de sus vacaciones, y al posado no le sigue un ¡°robado¡± de fotos en la intimidad.
Este a?o, a Lech han acudido tambi¨¦n los pr¨ªncipes Constantino y Laurentin con sus hijos, y la princesa Mabel, esposa de Friso, con sus hijas. Mabel ha agradecido el inter¨¦s, y el respeto, mostrado por la prensa hacia ella desde el accidente de su marido. Sin embargo, ha declinado acompa?ar a la reina en la sesi¨®n fotogr¨¢fica ¡°por motivos personales¡±. En 2012, el accidente de Friso frustr¨® el posado. En su lugar, la familia real fue vista hundida entrando y saliendo del hospital de Innsbruck, donde atendieron al paciente.
Friso de Orange fue sepultado por la nieve cuando esquiaba fuera de pista con unos amigos, en pena tormenta y con un aviso de avalancha. ?l llevaba un dispositivo electr¨®nico que permiti¨® desenterrarlo de la nieve. Sus acompa?antes iban equipados con un traje especial para repelerla. Cuando le encontraron llevaba ya veinte minutos bajo el hielo. Tuvo un ataque cardiaco y lo reanimaron durante cincuenta minutos, pero entr¨® en coma. Desde entonces, permanece en el Hospital Wellington, de Londres, especializado en pacientes con graves da?os neurol¨®gicos. En noviembre de 2012, el servicio de informaci¨®n de la Casa de Orange confirm¨® que da ¡°se?ales m¨ªnimas de consciencia y reacciona, a veces, a una frase y un pellizco gui?ando los ojos o bien moviendo el cuerpo¡±. Una esperanza de mejora a la que se aferra su esposa, que lo visita a diario, y su madre, que lo ve todos los fines de semana.
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