El enigma Simeone
Vivi¨® el doblete en el Atl¨¦tico de Madrid. Lleg¨® como entrenador y en meses logr¨® dos t¨ªtulos m¨¢s, aparte de romper el bipartidismo en la Liga. Diego Pablo Simeone ha regresado a Espa?a ¨²nicamente para ganar. Su?contagio sigue marcando car¨¢cter. Solo conoce un gen. El del triunfo.
![El Cholo Simeone ha vuelto al Atlético de Madrid para triunfar como entrenador](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FZO7GA7BGSG55EMQYCA5K4H6IA.jpg?auth=68dcd948c5dc53e173d2f52fec73f7b4d6e2f153792e13a79d49307fbe1e0af0&width=414)
Al parecer se le qued¨® grabado de por vida como cosa de Nilda. La obsesi¨®n por el hor¨®scopo¡ ¡°Eso es cosa de Nilda, su madre¡±, dicen sus amigos. A veces no cuadra, pero pocas. La mayor¨ªa se da. Esta man¨ªa por las c¨¢balas no la toma a broma Diego Pablo Simeone. Ha sido acabar de hablar durante un buen rato sobre lo divino y lo humano cuando el t¨¦cnico del ?Atl¨¦tico de Madrid apunta: ¡°Nos ha faltado tratar una cosa¡±. ?Qu¨¦? ¡°El hor¨®scopo. Yo le doy mucha importancia al hor¨®scopo. Vos, ?qu¨¦ signo sos?¡±. De hecho, cuando llega a un equipo, lo primero que pregunta sobre sus jugadores es el zodiaco. ¡°Sagitario necesita cari?o, si en cambio ha nacido Escorpio, ca?a, ca?a. A m¨ª me toc¨® Tauro¡ Complicado. Aunque soy tranquilo, si me quer¨¦s sacar algo, sac¨¢me el coraz¨®n, pero habl¨¢me bien. No me forc¨¦s, porque forzado¡ soy el peor¡±.
??Y si, por una de esas cosas del azar, la cuenta del hor¨®scopo no sale? ¡°Entonces pasamos al plan B¡±, comenta Cholo. ?Y en qu¨¦ consiste? ¡°?El plan B?: lo que yo digo¡±.
Para algunos, este detalle no pasar¨¢ de la mera superstici¨®n. Para Simeone no. Se ha forjado como m¨¦todo. Tampoco quiere hacerse fotos en el c¨¦sped. ¡°Cosas m¨ªas¡ En la grada no me importa, en el c¨¦sped s¨ª¡±. No le da la gana aclararlo. Tiene pocos secretos. Pero los que no quiere revelar se desvelan inquebrantables a la curiosidad de cualquiera. Misterios.
Como viene a resultar un enigma su gen ganador. O m¨¢s bien ciencia. Porque va con ¨¦l. No tiene nada que ver con el azar. Queda como pura estrategia. ¡°Se puede ganar de distintas maneras, lo importante es construirse muchas armas para lograrlo. Yo pienso como Ferguson [el t¨¦cnico del Manchester United], que ganar te da poder¡±. Triunf¨® como jugador ¨Ccosech¨® t¨ªtulos con el Atleti, t¨ªtulos en Italia, t¨ªtulos en las competiciones argentinas¨C y repite como entrenador. R¨¢pidamente.
¡°Antes era m¨¢s impulsivo. Ten¨ªa otra cabeza. Hoy trato de pensar las cosas un segundito m¨¢s"
All¨¢ donde se le ha requerido, el Cholo se ha presentado y se ha marchado generalmente cuando ¨¦l lo ha decidido. Muchos se hubieran quedado m¨¢s que satisfechos si a los equipos se les hubiese librado de la quema. Pero es que una vez entraba Simeone en el vestuario, la mentalidad se transformaba dejando patente su fama de gran motivador. Ocurri¨® en el Atleti. Nadie daba un duro por la plantilla y acabaron ganando en 2012 la Liga Europa y la Supercopa de Europa. T¨ªtulos a pares.
Ocurri¨® a mitad de la temporada pasada. Desesperado el Calder¨®n, desesperada la directiva, perdidos los jugadores, tambale¨¢ndose por la tabla y descontentos con la falta de sustancia de Gregorio Manzano, hab¨ªa llegado la hora de llamar a Simeone. ?l respiraba tranquilo. En Argentina. ?Haci¨¦ndose un nombre como t¨¦cnico en clubes de sus amores como el Racing de Avellaneda; poniendo en pr¨¢ctica principios que aprendi¨® en la escuela de V¨¦lez, donde se form¨®. ¡°Ah¨ª me transmitieron valores: llevar tu ropa en el canasto, respeto, orden, todo eso que te ayuda en la vida. Desde el orden uno empieza a vivir mejor¡±.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YOPCTGDHYP5HR7NUPABX7R4ZJY.jpg?auth=ed26b46bdc31f172492ac07cb1af671bb3988f5538370f09a9470439b9dc4106&width=414)
Pero tambi¨¦n, por ejemplo, ejerciendo en el River Plate, con alg¨²n salto a Italia ¨C en el Catania Calcio¨C y preparado para ?demostrar qui¨¦n es en alg¨²n grande de Europa. Pero no cualquier club. Solo uno ten¨ªa metido entre ceja y ceja: el Atl¨¦tico de Madrid. ¡°Sab¨ªa que iba a volver. ?nicamente me dediqu¨¦ a prepararme. Sab¨ªa que me llamar¨ªan en un momento de dificultad. Iba a ocurrir. Todo lo que me est¨¢ pasando lo quise, lo busqu¨¦¡±.
El futbolista habla con una seguridad pasmosa. Sin quiebra. Prof¨¦ticamente. ¡°Nunca me gust¨® ver que van a tomar decisiones cuando vos las le¨¦s antes de que las tome yo¡±. ?Por orgullo? ¡°Llam¨¢lo como quieras: no espero a que los dem¨¢s resuelvan situaciones que me afectan¡±.
Para entender al Cholo es preciso analizar la curiosa alquimia que lo define: una mezcla de instinto, inteligencia animal y sexto sentido que ni sus m¨¢s pr¨®ximos saben definir. ¡°Suelo adelantarme a lo que s¨¦ que puede suceder¡±, asegura. Pepe Pasqu¨¦s, su sombra, su asesor, su mano derecha, encargado de organizarle las relaciones con la prensa, admite no saber en qu¨¦ consiste ese punto que le convierte en diferente. Pero asegura que lo tiene, que lo ve. ¡°Es dif¨ªcil definirlo, pero te juro que ha nacido con ese don para ganar¡±.
¡°Sab¨ªa que me llamar¨ªan en un momento de dificultad. Todo lo que me est¨¢ pasando lo busqu¨¦¡±
Y eso que vive con ¨¦l, que ha hablado horas, d¨ªas, la intemerata con ¨¦l desde que se conocieron en 2008. Eso que cada ma?ana comparten desayuno juntos. ¡°Una linda tandita de mate, tostadas, una r¨¢pida mirada a la prensa y al trabajo¡±, dice Pepe. Eso que se ha chupado kil¨®metros viajando a su vera y al son de la m¨²sica que programaban en Radio Rivadavia. ¡°Desde el principio, cuando nos pod¨ªamos hacer casi 200 diarios para ir y venir del entreno en una camioneta negra que cuando vendi¨® dijo: ¡®Este carro tiene dos campeonatos¡±: el Torneo Apertura, con el Estudiantes de la Plata, en 2006, y el Clausura, con el River, en 2008.
Recuerdos recientes¡ Una carrera m¨¢s que mete¨®rica como joven entrenador. Simeone, de 42 a?os, es como si a¨²n no se hubiera retirado de la cancha. La adrenalina le funde con el c¨¦sped y conecta el mismo esp¨ªritu depredador desde el banquillo que desperdigaba como jugador. ¡°Yo no creo a algunos cuando dicen que no son en la vida como se les ve en la cancha. Uno juega como es. No creo que un tipo pasional, sentimental, no se entregue en el campo. No lo creo. Hay comuni¨®n en los sentimientos. El campo es donde uno se expresa¡±.
Una autenticidad que multiplica sus efectos en el Calder¨®n, el h¨¢bitat que el Cholo entiende como nadie. ¡°El Calder¨®n es pasi¨®n, quien no comprenda esto es dif¨ªcil que triunfe. La gente no va a protestar por una derrota, sino por dejadez y por falta de ambici¨®n¡±. Cuatro a?os como jugador fueron suficientes para que captara como un brujo la complicada, muchas veces imprevisible, voluble, en ocasiones caprichosa, ansiosa psicolog¨ªa del hincha atl¨¦tico. Pero ¨¦l la intuy¨® al instante. ¡°Y no era f¨¢cil. No lo era¡±, recuerda. Pero lo hizo tan bien que logr¨® armonizarse con la afici¨®n y convertirse en un buen pedazo del alma poco transmutable del club. Fueron a?os en los que vivi¨® la ¨¦poca del doblete: Liga y Copa de la temporada 1995-1996.
Simeone sab¨ªa que el Atleti pod¨ªa ganar m¨¢s y llorar menos. ¡°Cuatro a?os aqu¨ª son muchos: en el primero nos salvamos del descenso, en el segundo ganamos Liga y Copa, y en el tercero fuimos muy competitivos en la Champions¡¡±. Pero si para algo ha regresado es para contagiar hambre de t¨ªtulos. Tambi¨¦n a deshacer un entuerto. ¡°No puede ser que esta Liga sea solo cosa de dos. No lo concibo¡±.
Esta temporada va cumpliendo. En la Liga ha destrozado el bipartidismo y se ha colado entre el Bar?a y el Real Madrid. Ser¨¢ dif¨ªcil que el a?o que viene el equipo no juegue la Champions. Luchar¨¢ por otro t¨ªtulo y por quedar bien arriba. ¡°El esfuerzo no se negocia¡±. Es su lema. Si a ello le a?adimos el talento y estado de gracia de jugadores como Falcao o el car¨¢cter que aportan los Costa, Juanfran, Filipe Lu¨ªs, Adri¨¢n, Arda Turan, Mario Su¨¢rez o un portero como Courtois¡ estamos ante una ¨¦poca de probables delirios junto al tridente de Neptuno.
En buena parte por culpa de Simeone. El pive criado en el barrio de Palermo en Buenos Aires, donde viv¨ªa Borges y donde aquellas cuadras no parec¨ªan ni por asomo las del lugar chic que son ahora, se ve a s¨ª mismo en un espejo donde rebotan los partidos callejeros que jugaba de acera a acera. ¡°En el potrero, como se dice, sobre el empedrado. Tambi¨¦n en diagonal, cruzado, y si ten¨ªamos suerte, con portones¡±. Era ese chaval que sal¨ªa de casa con sus botines Fulvencito, ¡°que yo sol¨ªa atarme hacia arriba¡±.
En el f¨²tbol hay que tener miedo. El miedo te da coraje. A los jugadores se lo digo: cuidado con el miedo¡±
Aquellas veredas, aquellos aires, aquellas ra¨ªces de familia media, hijo de una madre peluquera y un padre, don Carlos, vendedor de calefactores ¨C¡°todav¨ªa hoy sigue trabajando¡±¨C, explican al Cholo. Su argentinidad ¨C¡°somos nost¨¢lgicos¡±¨C, la nobleza, una fuerte autodisciplina que desarrolla aun con cierto culto al cuerpo en el gimnasio para que le luzca lindo la pilcha, es decir, para que le cuelguen bien los modelos de ropa que le gusta comprar como uno de sus vicios confesados¡
El ejemplo que trataba de observar en otros, los lenguajes corporales que intu¨ªa en sus h¨¦roes, los de la selecci¨®n argentina que gan¨® el Mundial de 1978. ¡°Me fijaba en la actitud del capit¨¢n, de Passarella, c¨®mo saltaba al campo, su andar, c¨®mo se colocaba el buzo como le dicen ustedes al ch¨¢ndal¡, en Kempes, desequilibrante, en el Tolo Gallego. Siempre me fascin¨® la gente con personalidad, la gente que vos la ves y te transmite algo: caras, gestos¡±.
Detalles. ¡°Uno va copiando aquello en lo que se fija. En mi casa recib¨ª una educaci¨®n esmerada. Tengo la suerte de aprender de todo lo que veo para ir mejorando yo mismo¡±. Desde el olor del asado, cuyo arte ahora, dicen amigos suyos como Pepe o Pablo Balbis, domina, hasta el v¨ªnculo con la familia, como buen descendiente de genoveses.
Y como precio del ¨¦xito. Porque a la cercan¨ªa de la familia es a lo que renuncia y lo que sufre por triunfar en Europa. La lejan¨ªa de los tres hijos, de 17, 14 y 10 a?os, que tambi¨¦n siguen el camino del padre. Como el mayor, figura ascendente en el River, donde est¨¢n los tres, ¡°aunque¡±, dice Simeone, ¡°el mejor de todos es el chiquito¡±.
El constante arrope de sus dos hermanas, especialmente Natalia, abogado, que lleva sus negocios y sus contratos, tambi¨¦n se echa en falta. ¡°La ausencia de los hijos se siente; queda la felicidad de hacer lo que uno ama, el f¨²tbol, pero la otra parte no est¨¢¡ Tratamos de compensar. La calidad del tiempo por la cantidad. Los chicos saben lo que su padre busca y ellos son felices disfrutando de lo que me fascina. Su madre los atiende y los sostiene de la mejor manera. Es una situaci¨®n nada simple, pero se da¡±.
¡°Pienso mucho en ellos¡±, sigue el Cholo. ¡°Me gustar¨ªa que fueran tipos decentes, educados, buena gente, trabajadores, que no caigan por vencidos, tipos nobles, queridos por sus amigos. Los veo y s¨¦ que puede pesarles tener un nombre conocido como el del padre, pero son sencillos, y eso toca y pasa por la educaci¨®n de la mam¨¢ y la nuestra y por lo que nos toc¨® vivir cuando estuvimos juntos¡±.
Pero Simeone cuenta con fibra de sobra para bancarse esa ausencia y aguantar. Vive el aqu¨ª y el ahora intensamente. ¡°A veces me pregunto qu¨¦ es la felicidad. Consiste en vivir el presente de la mejor manera. Pensar en el futuro no conviene demasiado; si lo hac¨¦s, a menudo se te escapa lo que ten¨¦s delante¡±.
Ha llegado a Europa para triunfar y quiz¨¢ volver all¨¢. ?Un sue?o? La selecci¨®n argentina. ¡°Fue mi vida. Tres mundiales. No s¨¦ cu¨¢ntas copas Am¨¦rica. No tuve vacaciones. Cada vez que ve¨ªas tu camiseta colgada en el vestuario desaparec¨ªa el cansancio, las horas de vuelo. Hac¨ªa lo que ten¨ªa que hacer y m¨¢s por estar¡±.
Ni oculta ni ocultar¨¢ quien durante alg¨²n tiempo fue el jugador que m¨¢s veces visti¨® la albiceleste su aspiraci¨®n de entrenarla. Aunque ahora hay que dejar trabajar al equipo que dirige Alejandro Sabella de cara al Mundial de 2014. Van bien encaminados, seg¨²n ¨¦l y los suyos. Pero m¨¢s tarde, ?qui¨¦n sabe? ¡°Ahora no lo pienso. Como entrenador, yo siempre estoy sintiendo que me van a echar. Por eso no me queda otra que ganar¡±. En ese equipo, como en el Atleti, Simeone impondr¨ªa su estilo.
Aunque ahora se limita a dotar de fuerte personalidad a los rojiblancos. Una personalidad que les devuelve perfeccionado su legendario car¨¢cter de contraataque letal: desde una defensa fuerte hasta una delantera tambi¨¦n fuerte. El Cholo lo encarna: ¡°Cuando uno siente pertenencia, la transmite. A los 20 d¨ªas de estar ac¨¢, con estos jugadores, me sent¨ªa como si llevara a?os. Nunca hubo nada forzado, todo result¨® muy natural, ellos quer¨ªan recibir y quieren m¨¢s, me piden m¨¢s. Ac¨¢, m¨¢s all¨¢ de jugar bien, deben mostrar talento, ambici¨®n y coraje. Eso es mucho m¨¢s importante que jugar bien¡±.
Sabe inculcarles su filosof¨ªa. Jugar en cualquier posici¨®n, como le ense?¨® uno de sus maestros, Bilardo. ¡°Yo jugu¨¦ de todo, desde chiquitito. ?Cuento las posiciones? Menos de portero, jugu¨¦ de lateral derecho, de central, de central izquierdo, de carrilero por la izquierda, de doble cinco, de volante por la derecha, de segunda punta, de punta. Eso lo aprend¨ª con Bilardo, que el futbolista lo es m¨¢s all¨¢ de desarrollar su labor en una posici¨®n u otra¡±.
Ahora, de elegir¡ Todav¨ªa sue?a con haber sido delantero centro: ¡°Me hubiese gustado ser n¨²mero 9. El gol es lo m¨¢s lindo del f¨²tbol: el ¨¦xtasis¡ La situaci¨®n que te permite empezar a disfrutar del juego, ah¨ª est¨¢. Son cent¨¦simas de segundo que te olvid¨¢s del mundo¡¡±.
Ense?a su manual a poder ser sin ansiedad. ¡°?Ansioso? ?Soy ansioso, Pepe?¡±, pregunta a su hombre de confianza. Cuando este responde afirmativamente, el Cholo cae. ¡°S¨ª, puede que s¨ª sea ansioso y muy cr¨ªtico conmigo mismo, pero al tiempo no me siento convencido de tener siempre la raz¨®n. S¨¦ escuchar, tengo la tranquilidad de saber escuchar y comprender para luego poder resolver. Antes era m¨¢s impulsivo. Ten¨ªa otra cabeza. Hoy trato de pensar las cosas un segundito m¨¢s¡±.
Y disfrutar de una visi¨®n de conjunto: ¡°Como entrenador lo vivo de otra manera. La cabeza es espacio y estoy entregado al cien por cien a esa situaci¨®n. Pero cansa. Es un esfuerzo mental. No hay nada que se me cruce. Y me gusta. Son 90 minutos. El entrenador se imagina un partido, sue?a un juego, vive un juego que no juega y trata de ver lo que trabaj¨®, lo que prepar¨®. Cuando uno logra plasmar lo que se imaginaba, llega la felicidad. Me ha pasado esto dos veces ac¨¢. Las dos finales: el partido con el Chelsea y el del Bilbao. No hubo nada que rompiera el plan¡±.
El ¡®cholismo¡¯ inyecta un permanente estado de alerta. Sale a cuenta el miedo en este negocio, seg¨²n Simeone. ¡°Los partidos aparentemente m¨¢s f¨¢ciles son los que se te pueden torcer. Me preocupa cuando piensas que esto es simple, sencillo. Hay que estar siempre atento. Pensar que se puede perder. Me a¨ªslo de cualquier situaci¨®n que me haga sentir c¨®modo. Me preocupa esa palabra. Comodidad. Estoy m¨¢s inquieto en un partido supuestamente accesible que en uno complicado. En este deporte hay que tener miedo, el miedo te da coraje. Cuando est¨¢s encerrado y no ten¨¦s salida, buscas una soluci¨®n, pero si no la encontr¨¢s, quedas a expensas de que te ocurra algo. A los jugadores se lo digo: cuidado con el miedo. Tener miedo es estar preparado para pelear, para matar, siempre hablando futbol¨ªsticamente¡¡±.
Pero tambi¨¦n lo puede aplicar a la vida, a la pol¨ªtica, a su pa¨ªs. Aunque se niega a hablar de esas cosas. ¡°No opino ni de pol¨ªtica ni de econom¨ªa. Cuando tengo que votar, lo hago. No estoy en el pa¨ªs para saber m¨¢s all¨¢ de lo que pasa por mi familia y por mis amigos. No quiero opinar de eso¡±.
Ahora, s¨ª analiza en t¨¦rminos generales y con arreglo a su teor¨ªa del miedo en clave comparativa: ¡°El miedo en mi pa¨ªs siempre nos ha hecho estar m¨¢s preparados para todo. Si tengo que decir algo sobre la Argentina actual es que me gustar¨ªa que nos pudi¨¦ramos sentir m¨¢s seguros. Aunque si comparamos y vemos lo que est¨¢ sucediendo ahora en Espa?a, en Europa, siento que les cuesta m¨¢s a ustedes salir hacia adelante. Nosotros estamos m¨¢s alerta, fuimos m¨¢s golpeados, nos tuvimos que regenerar y volver a ponernos de pie. Vos vas a ver al argentino y el argentino pelea, se levanta, es un tipo que se entrega¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Jes¨²s Ruiz Mantilla](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6a8979ac-e7b3-4e49-a28d-8ef780472c20.jpg?auth=adca90b9344430353a3efa521c6f05b31de12fb2c013241bb04b919b8e0a8605&width=100&height=100&smart=true)