Un manitas en Marte
'Curiosity' no es un bi¨®logo, pero busca rastros de vida microbiana
La ¨²ltima proeza del robot Curiosity puede no ser tan espectacular como su aparatoso y brillante aterrizaje en Marte, el 6 de agosto pasado, pero sin ella la misi¨®n habr¨ªa sido por completo in¨²til. El robot de la NASA es un laboratorio andante, dise?ado para analizar rocas valiosas en el cr¨¢ter Gale, una regi¨®n marciana particularmente interesante; y eso es lo que est¨¢ haciendo ahora, medio a?o despu¨¦s de su llegada. As¨ª de parsimoniosa es la vida laboral en el planeta rojo, al menos mientras no llegue all¨ª una misi¨®n tripulada.
Curiosity se ha acoplado una broca al extremo de su brazo mec¨¢nico ¡ªesta es otra de las ventajas que tiene ser un robot, hay que reconocerlo¡ª y ha horadado el primer orificio artificial practicado jam¨¢s en suelo marciano. Tambi¨¦n ha horadado el segundo, dicho sea de paso. Sus controladores de Pasadena, California, le ayudaron a seleccionar el lugar de los taladros, una roca plana con venosidades, textura de grano fino y un historial aparentemente sedimentario, o que al menos lo tendr¨ªa de tratarse de una piedra terr¨ªcola.
Los ge¨®logos de la NASA esperan encontrar en esa roca evidencias del remoto pasado h¨²medo de nuestro planeta vecino, si es que hubo tal. Por eso Curiosity ha recogido cuidadosamente el polvo que ha resultado de su taladro (otra ventaja m¨¢s de los robots sobre los chapuzas terrestres) y se dispone ahora a analizarlo con su laboratorio ambulante.
El robot no ha ido a Marte a buscar vida: no es un bi¨®logo, sino un ge¨®logo. Pese a ello, uno de sus principales objetivos es averiguar si en el pasado de Marte se dieron las condiciones necesarias para la vida microbiana, o al menos las que lo son en los entornos terr¨ªcolas examinados hasta la fecha, algunos realmente hostiles por su temperatura, su radiaci¨®n o su composici¨®n qu¨ªmica.
La principal de estas condiciones es el agua l¨ªquida; y si fue abundante en la superficie del Marte primitivo, e incluso si hubiera desaparecido por completo de all¨ª, cabr¨ªa encontrar sus huellas en la mineralog¨ªa actual del planeta, y sobre todo en la zona particular del cr¨¢ter Gale por la que se pasea estos d¨ªas el Curiosity.
Ojal¨¢ no est¨¦ lejano el d¨ªa en que tengamos un manitas as¨ª en casa.
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