Reyes de la rep¨²blica de Estados Unidos
Beyonc¨¦ y Jay-Z conforman el matrimonio m¨¢s poderoso del pa¨ªs, fuera de la Casa Blanca Ella arranca gira con todas las entradas vendidas. ?l ha hecho una s¨®lida empresa de s¨ª mismo
Poseer una entrada para uno de los once conciertos que dar¨¢ Beyonc¨¦ en mayo en Reino Unido es algo as¨ª como tener un tesoro: las existencias se agotaron un cuarto de hora despu¨¦s de ponerse a la venta a las 9.30 de la ma?ana del s¨¢bado 23 de febrero. Una buena parte de ellas puede adquirirse ahora en p¨¢ginas web de subasta por unos 1.500 euros, casi 19 veces su precio original, de 80. Podr¨ªamos estar tan solo ante un indicativo m¨¢s de la popularidad de la cantante en las islas brit¨¢nicas, pero otros pa¨ªses han registrado fen¨®menos similares: el 10 de febrero, Beyonc¨¦ protagoniz¨® un spot televisivo durante la entrega de los premios Grammy, sorteando algunas entradas en la web de Pepsi. Segundos despu¨¦s, ¨¦sta estaba colapsada por las visitas de decenas de miles de fans. Esto da buena idea de hasta qu¨¦ punto su hasta ahora inquebrantable popularidad goza de una salud inaudita. Los Grammy segu¨ªan su triunfal actuaci¨®n en el codiciado descanso de la SuperBowl el 3 de febrero, que a su vez segu¨ªa a su versi¨®n del himno nacional en la investidura de Obama el 21 de enero. Si este mes Beyonc¨¦ ha protagonizado la portada del "especial poder" de la revista Vogue, el pasado fue entrevistada por Oprah y protagonista de un documental realizado por la cadena HBO.
El auge de Beyonc¨¦ supone solo la mitad del ¨¦xito de lo que parece ser la uni¨®n m¨¢s poderosa de EE UU fuera de la Casa Blanca: el matrimonio de la ubicua cantante con el rapero Jay-Z, tambi¨¦n protagonista de una era dorada gracias a sus ¨¦xitos como empresario. Este brutal binomio amas¨®, solo entre 2011 y 2012, unos 78 millones de d¨®lares, seg¨²n la revista Forbes. A juzgar por los 50 millones del discreto mecenazgo de Pepsi y la inauguraci¨®n, en septiembre, del nuevo estadio de los Brooklyn Nets, equipo de baloncesto del que Jay-Z es copropietario y en cuya reinvenci¨®n ¨¦l ha invertido gran parte de su imagen, es posible que esta pareja casi mon¨¢rquica viva su mejor a?o.
¡°Si adaptarse a los tiempos otorga relevancia, ellos parecen haber nacido para ¨¦stos¡±, sentencia Farai Chideya, analista de la cultura popular y presentadora del programa de radio Pop and politics. ¡°Ella es la hembra alfa de EEUU y satisface el lado art¨ªstico necesario para triunfar de cara al p¨²blico¡±. Beyonc¨¦ ha hilvanado una vertiginosa cadena de ¨¦xitos como cantante en la ¨²ltima d¨¦cada gracias a una magn¨¦tica presencia p¨²blica que a¨²na la arrogancia del hip-hop con la accesibilidad del pop; un ser salvaje pero nunca agresivo. Famoso, adem¨¢s, por las alambicadas coreograf¨ªas y ¨¢giles estribillos de sus canciones, que tanto encandilan como denotan (sin delatar) incontables horas de ensayo. ¡°En cierta forma, esta devoci¨®n al trabajo le confiere un imperecedero valor a?adido en la era de la fama inmediata¡±, explica Chideya.
Jay-Z es, mientras, el brazo comercial de la operaci¨®n: reputado rapero, tiene tantos a?os, 43, como su arte y hace m¨¢s de diez que no se supera a s¨ª mismo en ventas. La suya, reconoci¨® a The New York Times en septiembre, era una ¨¦poca pre-Obama en la que el hip-hop exig¨ªa a sus artistas un pasado s¨®rdido y callejero, como el suyo como camello. Ahora, Shawn Carter ¨Csu nombre real¨C colabora en trabajos de los dem¨¢s y a los negocios: Forbes le estima unos 500 millones de d¨®lares, 50 m¨¢s que en 2012, cimentados sobre su imagen de rapero de talento y divididos entre su propio sello musical, su l¨ªnea de ropa, su franquicia de discotecas y su porcentaje de los Nets. Valga como muestra de su estilo empresarial el hecho de que, pese a invertir modestamente en estos ¨²ltimos, tanto dise?¨® el nuevo uniforme como aconsej¨® a los guardas de seguridad del estadio c¨®mo cachear al p¨²blico. ¡°Ahora no eres famoso si no empleas tu imagen para vender otros productos¡±, ilustra Chideya. ¡°Hay quien vende perfumes. Jay-Z lo vende todo. En los tiempos del famoso-franquicia, ¨¦l es el rey¡±.
Estados Unidos recibe ahora cada acto de promoci¨®n de la nueva gira de Beyonc¨¦, que arrancar¨¢ en abril, como un hito en s¨ª mismo. Mientras, Jay-Z llena el estadio de sus Nets con conciertos de sus grandes ¨¦xitos y planea su gira junto a Justin Timberlake.
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