Mentiras en diferido
El exministro brit¨¢nico Chris Huhne habr¨ªa encontrado en Espa?a buen asesoramiento acerca de c¨®mo eludir la acci¨®n de la justicia
Las comparaciones son odiosas porque las balanzas de medir son demasiado distintas. Imposible encontrar en Espa?a ¡ªy en casi el resto del mundo¡ª una mec¨¢nica similar a la que ha llevado a la c¨¢rcel al liberal brit¨¢nico Chris Huhne. Este exministro de Energ¨ªa del Gobierno de David Cameron, se?alado como posible sucesor de Nick Clegg, no solo ha visto c¨®mo la justicia trunca su carrera pol¨ªtica de manera definitiva, sino que, adem¨¢s, est¨¢ obligado a reflexionar sobre este su destino desde la fr¨ªa celda de una prisi¨®n. Ah¨ª vive y duerme desde la noche del lunes por haber mentido a la polic¨ªa ?hace 10 a?os!
En esa misma celda, Huhne tiene elementos sobrados para preguntarse por qu¨¦ le ha tocado lidiar con un sistema tan estricto mientras sus colegas, los pol¨ªticos de cualquier otro pa¨ªs ¡ªpongamos que los espa?oles¡ª eluden las condenas y, sobre todo, la c¨¢rcel con tan pasmosa facilidad a pesar de cometer delitos infinitamente m¨¢s graves.
El de Huhne fue conducir a 111 kil¨®metros por hora en un trecho en el que el l¨ªmite de velocidad era de 80. Para evitar el esc¨¢ndalo, su esposa, Vicky Pryce, una prominente economista que no coqueteaba con la vida p¨²blica, se hizo pasar por la autora de la infracci¨®n en favor del buen nombre de su marido. El secreto qued¨® bien guardado por la pareja hasta que en 2010, cuando ¨¦l decidi¨® emparejarse con su asesora de prensa, ella se veng¨® y cont¨® la verdad (es decir, la mentira de ¨¦l y la suya propia para ayudarle). Ahora se ha sabido que News of the World conoci¨® incluso antes la infidelidad del pol¨ªtico y no la public¨® por no ser Huhne suficientemente famoso. El caso es que ahora la venganza de Pryce le ha reportado el castigo: ocho meses de c¨¢rcel por mentir a la polic¨ªa y obstruir la acci¨®n de la justicia.
Toda esta historia indica que Chris Huhne se equivoc¨® gravemente. Para empezar, no eligi¨® acertadamente el pa¨ªs donde hacer pol¨ªtica (y mentir). Tampoco supo seleccionar a sus asesores. En Espa?a quiz¨¢ no habr¨ªa encontrado al amor de su vida, pero s¨ª sabios consejos sobre c¨®mo eludir la acci¨®n de la justicia o c¨®mo echar mano de f¨®rmulas imaginativas optando por mentiras en diferido, condenas a plazos o similar.
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