Francisco, un nuevo Papa

Una vez m¨¢s la estrategia y la geoestrategia han jugado un papel fundamental en la elecci¨®n del nuevo papa. Siempre se elige al personaje clave del momento hist¨®rico, con m¨¢s o menos ¨¦xito. Con Juan Pablo II se busc¨®, y<TH>se encontr¨®, la ruptura del ¡°socialismo real¡±; con Benedicto<TH>XVI, al prusiano que debiera poner orden en la casa, hecha unos zorros con los esc¨¢ndalos variopintos, y pereci¨® en el intento. Ahora, con Francisco, se busca al papa-puente entre Europa y las potencias emergentes, especialmente las del mundo iberoamericano. ?l mismo, y su pa¨ªs, son un crisol de culturas. Y, no lo olvidemos, este papa-puente ser¨¢ el del di¨¢logo con el mundo progresista cristiano, tan presente en Latinoam¨¦rica, o al menos eso se espera de ¨¦l.¡ª Jos¨¦ Miguel Grandal L¨®pez. Cartagena, Murcia.

Se vuelve a repetir el dicho: quien entra papa, sale cardenal. El Esp¨ªritu Santo ha vuelto a actuar. Nadie hablaba del cardenal Jorge Mario Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI. Y en breves minutos ya nos ha dado su programa de actos, es un papa espiritual. Nos ha invitado a rezar con ¨¦l, y se ha despedido pidiendo oraciones. El nombre que ha escogido augura grandes haza?as como las de Francisco Javier, quien posiblemente es su intercesor.¡ª L¨¢zaro Crespo Ramas. Tarragona.