Cualificaciones profesionales

A un profesor del MIT (Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts, EE UU) cuyo despacho est¨¢ a unos pocos metros del m¨ªo, el presidente Obama acaba de designarle para ocupar el puesto de ministro de Energ¨ªa, aunque para su nombramiento definitivo queda todav¨ªa la rigurosa audiencia en el Senado estadounidense. Se trata de Ernest Moniz, doctor en F¨ªsica, director del Programa de Energ¨ªa en el MIT, que ense?a estrategia energ¨¦tica y que ya fue subsecretario de Energ¨ªa con la Administraci¨®n de Clinton. El saliente ministro de Energ¨ªa, el doctor Steven Chu, es premio Nobel de f¨ªsica y experto, entre otros temas, en energ¨ªas renovables.

Estados Unidos tiene que hacer frente a complejas decisiones en el ¨¢mbito energ¨¦tico. Dispone de muchas opciones, por su gran capacidad tecnol¨®gica y sus enormes recursos naturales ¡ªalgunos en zonas de alto riesgo medioambiental¡ª. Actualmente importa mucho petr¨®leo, apoya sin gran convicci¨®n la energ¨ªa nuclear (no se ha instalado ninguna nueva central en los ¨²ltimos 30 a?os), no termina de decidirse abiertamente por las energ¨ªas renovables, es uno de los pa¨ªses con mayores emisiones de CO2 per c¨¢pita y a¨²n no ha conseguido un consenso interno que le permita adoptar una estrategia coherente sobre el cambio clim¨¢tico.

Es por tanto l¨®gico que el presidente Obama elija a una persona de alta cualificaci¨®n profesional para establecer la pol¨ªtica energ¨¦tica. Es tambi¨¦n el caso de otros cargos de alta responsabilidad en el campo de la energ¨ªa, como el de presidente de la Agencia de Regulaci¨®n Nuclear (NRC) o la de Protecci¨®n Medioambiental (EPA). Es f¨¢cil encontrar en Internet las excelentes cualificaciones de los profesionales que han ocupado estos puestos. Por supuesto que una elevada capacitaci¨®n no es garant¨ªa de una gesti¨®n acertada, esto es, no es condici¨®n suficiente para el ¨¦xito, pero s¨ª es, en mi opini¨®n, condici¨®n necesaria. Un claro indicador de la importancia que el pa¨ªs m¨¢s poderoso del planeta le da al sector energ¨¦tico es que hay un ministerio exclusivamente dedicado a la energ¨ªa.

Los partidos se creen
con el derecho de colocar en cualquier puesto a cualquier persona de su c¨ªrculo, en detrimento
del inter¨¦s general

Espa?a tiene tambi¨¦n que hacer frente a complejas decisiones en el ¨¢mbito energ¨¦tico. Tenemos una elevada dependencia del exterior (84%, que es mucho mayor que la media europea, 54%), un gasto anual por importaci¨®n de combustibles f¨®siles de m¨¢s de 1.000 euros por habitante, una intensidad energ¨¦tica (consumo de energ¨ªa por unidad de PIB) superior al valor medio en Europa, serias dificultades para cumplir con nuestro compromiso internacional de reducci¨®n de emisiones de efecto invernadero y precios de la electricidad superiores a la media europea, que el ministerio fija por debajo de los costes que ¨¦l mismo autoriza, habi¨¦ndose acumulado una deuda tremenda. Al contrario que otros pa¨ªses de nuestro entorno, Espa?a carece de una estrategia energ¨¦tica de largo plazo, aunque afortunadamente la pertenencia a la Uni¨®n Europea impone determinados compromisos energ¨¦ticos y medioambientales. En Espa?a est¨¢ por decidir si la energ¨ªa nuclear es aceptable como una opci¨®n de futuro; se ha dado un brusco frenazo a la fuerte expansi¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada en energ¨ªas renovables sin ofrecer perspectivas de medio y largo plazo a las empresas que trabajan en estas tecnolog¨ªas; nuestro Gobierno ha tratado de vetar la directiva europea de eficiencia energ¨¦tica, cuando el ahorro y la eficiencia en energ¨ªa son las primeras medidas por las que se debiera apostar decididamente; se subvenciona el carb¨®n nacional en detrimento de la producci¨®n de electricidad con gas natural en centrales existentes y parcialmente ociosas, lo que permitir¨ªa reducir las emisiones de CO2; y se da una penosa imagen de inseguridad jur¨ªdica a la potencial inversi¨®n en nuevas tecnolog¨ªas limpias al aplicar medidas retroactivas y arbitrarias.

En Espa?a, donde el actual Gobierno quiere reducir las competencias de la comisi¨®n que regula la energ¨ªa y fusionarla con otras entidades, solamente en esta ¨²ltima legislatura aparece por primera vez la palabra energ¨ªa en el t¨ªtulo del actual Ministerio de Industria, Energ¨ªa y Turismo. Hay una Secretar¨ªa de Estado en el ministerio dedicada a la energ¨ªa, donde se han alternado con demasiada frecuencia (siete en los ¨²ltimos 10 a?os) expertos profesionales con otros sin cualificaciones adecuadas para el puesto. Esto ¨²ltimo ha sido el caso de cada uno de los ministros durante la ¨²ltima d¨¦cada. Parece que aumentan las probabilidades para ocupar el puesto de ministro a cargo de la energ¨ªa si se es pol¨ªtico de carrera, economista de amplio espectro, m¨¦dico o alcalde, de acuerdo a las estad¨ªsticas. El an¨¢lisis puede extenderse, con excepciones, a los nombramientos para otros organismos con competencias energ¨¦ticas, como la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa, el Instituto para la Diversificaci¨®n y el Ahorro de la Energ¨ªa o la Oficina Espa?ola de Cambio Clim¨¢tico.

Esta reflexi¨®n m¨ªa no es acerca de las personas en particular, sino de una cultura arraigada en nuestro pa¨ªs que tolera que altos cargos que requieren elevadas cualificaciones profesionales no sean expertos en la correspondiente materia, y que los partidos pol¨ªticos se crean con el derecho de colocar en cualquier puesto a cualquier persona de su c¨ªrculo de confianza, en detrimento del inter¨¦s general. El control parlamentario de este asunto en Espa?a es un mero tr¨¢mite, todo lo contrario que en EE UU.

El debate energ¨¦tico en Espa?a no puede reducirse a tratar de encontrar una salida al embrollo del d¨¦ficit tarifario el¨¦ctrico o a conseguir que baje moment¨¢neamente el precio de la gasolina. Necesitamos tambi¨¦n en los puestos de la m¨¢xima responsabilidad energ¨¦tica a profesionales cualificados que lleguen con ideas y con visi¨®n. Que vengan con la lecci¨®n aprendida de casa.

Jos¨¦ Ignacio P¨¦rez Arriaga es director de la C¨¢tedra BP de Energ¨ªa y Sostenibilidad y profesor del ICAI (Universidad Pontificia Comillas) y del MIT, y miembro de la Real Academia de Ingenier¨ªa de Espa?a.