¡°He tenido unos 20 hermanos en 12 a?os¡±
La familia de una joven de 19 a?os acoge a ni?os tutelados mientras la administraci¨®n decide su destino Los expertos coinciden en que el acogimiento residencial es muy nocivo para el desarrollo de los menores En Espa?a hay alrededor de 15 mil peque?os en centros y cada uno cuesta m¨¢s de 3 mil euros al mes
En el tel¨¦fono de Marina Villanueva no hay fotos de noches de fiesta o de vacaciones en la playa, como en el de cualquier joven de 19 a?os. El m¨®vil de Marina est¨¢ repleto de fotos de ni?os: ¡°la peque con un pirri, el nene poniendo muecas¡± o las navidades con los dos hermanos que ya se fueron en adopci¨®n. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada sus padres hacen lo que se llama acogimiento familiar. ¡°?Acogi...qu¨¦?¡±, le pregunta la gente cuando la ven sacando a pasear a un reci¨¦n llegado. Por en¨¦sima vez le toca explicar que reciben en su casa de forma temporal a menores en situaci¨®n de desamparo mientras la administraci¨®n les busca una soluci¨®n permanente.
El acogimiento existe desde tiempos inmemoriales bajo la forma de abuelos, t¨ªos o dem¨¢s allegados que se hacen cargo de los ni?os a los que, por cualquier motivo, sus padres no pueden atender. Lo que no es tan habitual, es que sea una familia ajena la que cumpla esta labor. En Espa?a est¨¢ regulado desde 1996 y es el punto principal del Plan de Infancia presentado por el Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad, que prioriza la atenci¨®n familiar frente a la residencial para los menores de tres a?os.
Los ni?os llegan a casa de Marina Villanueva, en la localidad valenciana de Benifai¨°, y se convierten en uno m¨¢s. ¡°He tenido unos 20 hermanos en 12 a?os¡±, calcula mentalmente la joven, mientras sujeta sobre sus rodillas a uno de los dos beb¨¦s que tienen en casa desde noviembre. Algunos se han quedado tan solo unos d¨ªas, otros m¨¢s de 24 meses. Todos menores de seis a?os. Es la modalidad de urgencia-diagn¨®stico que sus padres, M? Carmen Linares y Jos¨¦ Mar¨ªa Villanueva, decidieron hacer despu¨¦s de tener a sus tres hijas biol¨®gicas, entre las que Marina es la mediana.
A nivel nacional no existe una estad¨ªstica oficial sobre el n¨²mero de ni?os tutelados por la administraci¨®n que viven en residencias. La Asociaci¨®n Estatal de Acogimiento Familiar calcula que hay por lo menos 15.000 y los expertos coinciden sobre lo extremadamente nocivo que resulta para el desarrollo de un ni?o crecer en este tipo de instituciones.
Los acogedores hacen un curso de formaci¨®n y deben recibir un certificado de idoneidad
¡°Los seres humanos estamos hechos para vivir en entornos familiares, tener una relaci¨®n directa, estrecha, privilegiada¡±, describe Jes¨²s Palacios, catedr¨¢tico en Psicolog¨ªa evolutiva y de la educaci¨®n en la Universidad de Sevilla. ¡°Los cuidadores de los centros deben desarrollar una distancia profesional, no pueden llevarse a casa los dramas de todos los ni?os que tienen a su cuidado¡±.
¡°Los monitores cuando acaban el turno se marchan a su casa. Te sientes el trabajo de alguien¡±, cuenta Blanca, una joven de 19 a?os que pas¨® un a?o en instituci¨®n. Lo que m¨¢s le doli¨® a sus siete a?os fue enterarse de que ¡°aquella gente cobraba¡± por ocuparse de ella. ¡°Eran mi familia¡±, dice Blanca, que prefiere no compartir su apellido, hasta que Ana L¨®pez y su marido la acogieron a ella y a sus tres hermanos en su casa de Pozuelo de Alarc¨®n, una localidad al noroeste de Madrid. Esta comunidad tutela a 4.600 menores de los que 2.800 se encuentran en acogimiento familiar y los dem¨¢s viven en instituciones.
Mientras que en residencia, un menor le cuesta a la administraci¨®n m¨¢s de 3.000 euros al mes, seg¨²n diversas fuentes, las familias acogedoras reciben una manutenci¨®n para cubrir necesidades b¨¢sicas que var¨ªa entre los 300 y 700 euros en funci¨®n del tipo de acogimiento y los baremos establecidos en cada comunidad aut¨®noma. Existen diferentes modalidades a las que se puede apelar en funci¨®n de si se considera que la situaci¨®n de la familia biol¨®gica puede resolverse a medio/largo plazo o no se estima que tenga soluci¨®n.
Los candidatos a acoger se ponen en contacto con la administraci¨®n de su autonom¨ªa y han de realizar un curso de formaci¨®n y ser sometidos a una evaluaci¨®n de idoneidad. No todo el mundo est¨¢ preparado para aceptar la temporalidad de este sistema o para gestionar un r¨¦gimen de visitas con la familia biol¨®gica: ¡°Les pedimos que acojan al ni?o, que se apeguen y le den cari?o pero a la vez que le ayuden a marcharse¡±, cuenta el catedr¨¢tico Jes¨²s Palacios.
Es tambi¨¦n lo que m¨¢s le preguntan a Marina Villanueva despu¨¦s de explicar por qu¨¦ transita tanto beb¨¦ por su casa de Benifai¨°. ¡°?Y luego te lo quitan? Qu¨¦ horror, yo no podr¨ªa¡±, dice que dicen. Sin embargo, la joven considera que si la gente se diera cuenta de la cantidad de ni?os necesitados que hay a la vuelta de la esquina no se ir¨ªa a buscarlos al otro lado del mundo.
La queja m¨¢s importante que traslada la red de asociaciones de familias acogedoras que hay por todo el pa¨ªs es que el Estado no destina los suficientes recursos para darlo a conocer y buscar aspirantes. Mientras tanto "los ni?os crecen inexorablemente" en los centros, explica la presidenta de la asociaci¨®n de la Comunidad de Madrid, Mar¨ªa Arauz. Arquitecta de profesi¨®n, madre de tres hijos biol¨®gicos y uno acogido, Arauz ha escrito un libro contando La aventura de ser un ni?o acogido, desde diferentes puntos de vista.
Se acerca la hora de comer y el men¨² de hoy para los peque?os acogidos en casa de la joven valenciana es: papilla de ajo con patatas. "Siempre intento cocinarles en casa y darles cosas sanas", cuenta la madre de Marina mientras se sienta a uno de los beb¨¦s en las rodillas. Llena la cuchara, sopla para que no est¨¦ demasiado caliente y empieza el ritual: Esta por mam¨¢, esta por...
Campa?a de concienciaci¨®n realizada en diciembre de 2012 por la Asociaci¨®n Estatal de Acogimiento Familiar.
Europa profesionaliza el acogimiento
Los expertos espa?oles en psicolog¨ªa infantil miran con admiraci¨®n los modelos de acogimiento familiar que se practican en pa¨ªses europeos como Francia o Inglaterra. Tienen en com¨²n que ambos tienden a la profesionalizaci¨®n de la figura del acogedor, para que alcance un reconocimiento econ¨®mico y social.
"En el Reino Unido solo tenemos residencias muy especializadas que se dedican a adolescentes con problemas de conducta", explica Jacqui Lawrence, experta de la British Association for Adoption and Fostering. Los dem¨¢s ni?os se encuentran todos en familias. El trabajo de concienciaci¨®n social que tiene pendiente la administraci¨®n espa?ola, en Inglaterra no es necesario, ya que el sistema de foster care?se empez¨® a implantar en el siglo XVII.
En Francia hay 69.000 ni?os en acogimiento familiar y la profesionalizaci¨®n es absoluta. Los acogedores deben tener un t¨ªtulo de formaci¨®n y pertenecen a un equipo de trabajo formado por psic¨®logos y educadores. El presidente de l'Association Nationale des Placements Familiaux, Vincent Ramon, reconoce que es un sistema bastante completo, sin embargo, tiene un coste muy alto para las administraciones locales y la protecci¨®n de la infancia ocupa casi la mitad de sus presupuestos anuales. "El objetivo principal es que el ni?o vuelva con su familia biol¨®gica y para ello se trabaja tanto con el peque?o como con los padres", explica Ramon.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.