De regreso al ¨¢baco
La pedagog¨ªa de las matem¨¢ticas en Espa?a sigue ofreciendo resultados mediocres
No hace falta acudir al informe PISA. Basta con hacer rudimentarias encuestas entre parientes y colegas para constatar el escalofr¨ªo que la palabra ¡°matem¨¢ticas¡± provoca en los espa?oles. Cualquiera pensar¨ªa que una buena parte de la poblaci¨®n hispana tiene una tara gen¨¦tica que la inhabilita para las ciencias exactas. Es cierto que hay una despreocupaci¨®n innata por la aritm¨¦tica. Aqu¨ª se paga por rondas y se llenan con garbo las copas, mientras que en Alemania dividen la cuenta por cabeza sin perdonar un c¨¦ntimo y miden al mil¨ªmetro la dosis de alcohol en el gin-tonic. Lo mismo vale para el endeudamiento.
Pero no: no estamos incapacitados para las matem¨¢ticas. Lo que pasa es que nos las han ense?ado mal.
Generaciones enteras crecieron marcadas por la teor¨ªa de conjuntos, explicada con frecuencia por esforzados profesores que tampoco terminaban de comprenderla. Y con la cabeza llena de ¨®valos superpuestos rellenos de triangulitos se avanzaba a trompicones hacia el n¨²mero e y el logaritmo neperiano, navegando entre la abstracci¨®n y los suspensos, sin entender para qu¨¦ serv¨ªa todo aquello. Y luego, claro, a Letras. ?Se acuerdan?
Y ahora s¨ª, acudamos al informe PISA de 2012: a tenor de esta prueba que eval¨²a el rendimiento estudiantil en m¨¢s de 60 pa¨ªses, no parece que la pedagog¨ªa de las matem¨¢ticas haya alcanzado un horizonte de ¨¦xito en nuestro pa¨ªs: los alumnos espa?oles sacaron 483 puntos, por debajo de la media de los 34 miembros de la OCDE (496 puntos).
Las matem¨¢ticas son hoy, m¨¢s que nunca, una herramienta b¨¢sica para desenvolverse en un mundo revolucionado por las nuevas tecnolog¨ªas, donde un algoritmo es capaz de ubicar el origen de un rumor en Internet. Se aplican a la cirug¨ªa, o al dise?o de ba?adores ol¨ªmpicos, o al control de la contaminaci¨®n urbana. En algunos pa¨ªses, sobre todo en emergentes asi¨¢ticos como Corea del Sur, Singapur o China, las matem¨¢ticas se consideran un factor de desarrollo y son un pilar b¨¢sico en la educaci¨®n.
Se comprende que arrasen en la prueba del PISA. Y se comprende el creciente inter¨¦s que los m¨¦todos did¨¢cticos orientales est¨¢n despertando en Espa?a. Sus sistemas de c¨¢lculo (¨¢baco incluido) agilizan la mente y desarrollan los dos lados del cerebro.
A ver si al final va a ser eso... Que por andar medio atrofiados, nos va como nos va.
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