Par¨®n universitario

El recorte presupuestario, cifrado en m¨¢s de 1.200 millones de euros desde 2010, ha colocado a las universidades espa?olas en tal situaci¨®n de precariedad y falta de expectativas que amenaza las mejoras alcanzadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Algunos de los campus est¨¢n trabajando con el presupuesto prorrogado por falta de apoyos en el claustro para aprobar unas cuentas para 2013 a¨²n m¨¢s restrictivas. A las reducciones de plantillas y salarios ya aplicados se suman ahora nuevas amenazas de recorte. En el caso de Catalu?a, por ejemplo, la Generalitat ya ha anunciado un recorte adicional para 2013 de entre un 8% y un 10%. Los rectores han advertido de que no tienen margen de maniobra y de que las nuevas reducciones afectar¨¢n gravemente tanto a la calidad docente como a la investigadora.

El caso de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a es un ejemplo de la dimensi¨®n del problema. Con una deuda acumulada de 111 millones de euros y un d¨¦ficit en 2012 de 11 millones, su presupuesto se ha reducido un 34% en dos a?os. Ello la ha obligado a prescindir de 330 profesores y acaba de anunciar el despido de otros 250, adem¨¢s de 90 administrativos.

Aparte de la reducci¨®n de las subvenciones p¨²blicas, los presupuestos universitarios se han visto tambi¨¦n mermados por la dr¨¢stica reducci¨®n de las partidas destinadas a programas y becas de investigaci¨®n. Muchas universidades obtienen ingresos adicionales gracias a los programas que sus cient¨ªficos ganan en concursos nacionales e internacionales. Por otra parte, la falta de garant¨ªas en el cobro de las cantidades pendientes de cobrar de la Administraci¨®n est¨¢ dejando a muchas universidades sin el recurso de poder solicitar un cr¨¦dito puente con el que afrontar los pagos m¨¢s perentorios.

La crisis est¨¢ afectando tambi¨¦n a los estudiantes. El aumento del precio de las matr¨ªculas y el endurecimiento de las condiciones para acceder a las becas amenaza la continuidad de los estudios de muchos universitarios, por lo que diferentes universidades han habilitado, en una decisi¨®n que les honra dada la penuria general, partidas especiales para evitar que estos estudiantes vean truncados sus proyectos de vida. Pero el clima general de depresi¨®n se agrava por la falta de expectativas de mejora en la econom¨ªa. El Gobierno no debe permitir que la situaci¨®n de las universidades se siga deteriorando, porque en el ¨¢mbito del conocimiento los recortes de hoy afectan a la riqueza del futuro.