Pulso en Caracas

Si el veredicto de las elecciones venezolanas, con un escaso margen de 250.000 votos para el vencedor, ha mostrado cegadoramente las limitaciones del sue?o chavista sin Hugo Ch¨¢vez, ser¨ªa un desprop¨®sito del presidente Nicol¨¢s Maduro, tan apresuradamente proclamado, cimentar su mandato sobre la sospecha de las flagrantes violaciones denunciadas por la oposici¨®n. Las recientes explicaciones de la presidenta de la comisi¨®n electoral a prop¨®sito de la revisi¨®n exigida por Henrique Capriles ¡ª¡°la auditor¨ªa no ser¨¢ un recuento de votos ni tiene como objetivo la revisi¨®n de los resultados¡± ¡ª arrojan serias y graves dudas sobre el alcance del procedimiento y las intenciones reales de un organismo crucial que, como el resto de las instituciones venezolanas, ha perdido su independencia durante 14 a?os de autocracia.

Maduro, con menos del 2% de ventaja sobre el centrista Capriles, no puede reclamar honestamente un mandato popular para profundizar la ¡°irreversible revoluci¨®n socialista¡±. Venezuela necesita imperativamente un cambio de rumbo econ¨®mico y de las reglas del juego pol¨ªtico que su flamante presidente no podr¨¢ evitar sin arriesgarse a una violenta convulsi¨®n social, por m¨¢s que anuncie a sus reci¨¦n nombrados ministros un ¡°nuevo ciclo de la revoluci¨®n¡±.

El proyecto bolivariano es inviable sin su inventor. La mezcla de carisma, populismo a ultranza, despilfarro y represi¨®n con que Hugo Ch¨¢vez construy¨® su modelo ¡ªen volandas de un petr¨®leo que multiplic¨® por seis su precio en la pasada d¨¦cada y su absoluto control de las Fuerzas Armadas¡ª no est¨¢ al alcance de su desva¨ªdo heredero. Con la econom¨ªa en ruinas, como las infraestructuras, la inflaci¨®n disparada, dos devaluaciones en cuatro meses y escasez de productos b¨¢sicos en los supermercados, el nuevo Gobierno venezolano afronta una crisis tentacular contra la cual la ret¨®rica, por encendida que sea, es un arma descargada.

Lejos de acentuar su autoritarismo y seguir parodiando a su pesar a su fallecido mentor, Maduro deber¨ªa centrarse en soldar un pa¨ªs partido en dos mitades aparentemente irreconciliables y devolver la credibilidad y la neutralidad a las instituciones del Estado. Nada ser¨ªa m¨¢s conveniente para el presidente venezolano y los fieles que integran su Gabinete que iniciar su tit¨¢nica tarea libres de toda sospecha de manipulaci¨®n electoral.