Un olvido redentor
La escritora madrile?a Isabel Garzo publica su primera novela, ¡®Las reglas del olvido¡¯, una reflexi¨®n sobre lo que implicar¨ªa perder la memoria. La obra se presenta en Madrid, apadrinada por la actriz Elena Anaya y la cantante 'pop' Conchita
?Y t¨² qu¨¦ har¨ªas si un d¨ªa sufres un accidente de tr¨¢fico en el que pierdes todos tus recuerdos? ?Afrontar¨ªas tu nueva vida con la misma mirada? ?Te gustar¨ªa la misma comida? ?Te caer¨ªan bien tus antiguos amigos? ?Seguir¨ªas queriendo a tu novio al que no conoces?
Con ese inquietante planteamiento comienza Las reglas del olvido (Editorial LoQueNoExiste). La escritora madrile?a Isabel Garzo (1984) present¨® su obra esta ma?ana de 25 de abril en el madrile?o Caf¨¦ El Olvido (cercano a la Castellana). El evento fue ameno y musical, muy acorde con el car¨¢cter del libro. Se bebi¨® caf¨¦, se firmaron ejemplares, se escuch¨® la dulce voz de la cantautora de pop Conchita y el n¨ªtido tono de una actriz tan consagrada como Elena Anaya, que ley¨® dos de sus fragmentos preferidos. Ninguna escatim¨® elogios a la hora de hablar de la novela. ¡°Es un libro maravilloso. Imagina que, de pronto, hay una avalancha de gente que tiene amnesia voluntaria¡±, coment¨® la int¨¦rprete, ¡°a m¨ª personalmente me han dado muchas ganas de recordar cosas y olvidarme de otras. Aqu¨ª hay un guion de cine¡±.
Es un libro maravilloso. Da ganas de recordar muchas cosas y de olvidar muchas otras. Aqu¨ª hay un guion de cine¡±. Elena Anaya
¡°Hay cosas que las personas pueden elegir sobre sus vidas y otras que les vienen dadas. O as¨ª deber¨ªa ser¡±. Este es el comienzo de la narraci¨®n de In¨¦s, madrile?a de 29 a?os, la amn¨¦sica protagonista de la novela. Tras un accidente de tr¨¢fico, pierde todos sus recuerdos, pero conserva intactos los automatismos como andar, caminar y todo lo que aprendi¨® antes del suceso. En su renacer vital se debate entre ser la que era antes (con sus costumbres, su pareja de siempre¡) o descubrir su verdadera personalidad, la que se ir¨¢ forjando desde el d¨ªa en que sus recuerdos fueron sustituidos por una hoja en blanco: ¡°Yo nac¨ª un diecisiete de noviembre y me encontr¨¦ impuesto hasta lo m¨¢s elegible, como una peque?a princesa comprometida desde antes de dar sus primeros pasos a casarse con el rey de un lejano pa¨ªs, como un esclavo que llevara esas siete letras escritas en la sangre (¡) Como ellos, no pude elegir nada. Ten¨ªa veintinueve a?os¡±.
La novela combina la narraci¨®n ensay¨ªstica, proponiendo al lector diversas digresiones metaf¨ªsicas que cuestionan la autenticidad de nuestras vidas, con una clar¨ªsima hoja de ruta que sit¨²a la obra en el g¨¦nero de intriga. El discurso de la protagonista bebe de la profundidad reflexiva de la obra de Javier Mar¨ªas y del estilo hipn¨®tico de Murakami. ¡°Me parece pretencioso citarles como influencias de mi libro. Pero s¨ª, amo la literatura de Mar¨ªas, su forma tan compleja y a la vez tan exacta de explicar los sentimientos humanos. Y Murakami es quiz¨¢s el escritor que m¨¢s he le¨ªdo, aparentemente complicado, pero muy sutil. Sus historias no se le podr¨ªan ocurrir a nadie m¨¢s¡±.
Muchos son los escritores que asocian gran parte de su obra a la ciudad en la que han vivido. El Nueva York de Paul Auster, la Barcelona de Montalb¨¢n, el Buenos Aires de Cort¨¢zar, el M¨¦xico de Bola?o o el Tokio de Murakami son algunos ejemplos c¨¦lebres. ¡°En mi caso, si alg¨²n d¨ªa llegara a ser influyente, me gustar¨ªa que me relacionasen con Madrid. Me encanta mi ciudad y estaba convencida de que mi novela ten¨ªa que transcurrir aqu¨ª. Soy muy gata¡±. En su redescubrimiento urbano, la protagonista se asoma por los balcones de hierro de La Latina, transita el barrio bohemio e intelectual y ¡°en dos zancadas¡± incurre en la zona comercial de Sol y en el empinado Lavapi¨¦s, ¡°un punto m¨¢s grunge que La Latina y dos menos seguro, pero sin duda igual de encantador¡±.
A pesar de la alegr¨ªa que supone parir un libro, la autora es muy consciente de las dificultades que debe enfrentar un escritor ne¨®fito para sacar adelante una obra. ¡°Tienes que buscar editoriales que hayan publicado libros parecidos. Gastas mucho dinero en enviarles copias y muy pocas lo leen. Que una editorial se lo lea es ya una maravilla. Y bueno, al final me hice la idea de que un escritor nuevo tiene que encontrar una editorial peque?a. Y encontr¨¦ LoQueNoExiste, con la que estoy muy contenta¡±. El pr¨®logo del libro ha sido escrito por el profesor de Filosof¨ªa y escritor Miguel Mart¨ªn Sand¨ªn (El gusano del Mezcal, Piensa tambi¨¦n en el azar) y el llamativo dibujo de la portada ¨Cuna joven desnuda con alas negras que cuelgan de su cabeza- es obra del ilustrador Conrad Roset.
El lector que se sumerja en las p¨¢ginas de Las reglas del olvido descubrir¨¢ una novela viva, espont¨¢nea y profunda, sin oropeles ni pretensiones ret¨®ricas pero con un gran calado emocional. ¡°Es un libro muy necesario para evadirnos de las circunstancias en que vivimos, para olvidarnos un poquito de la crisis y de la prima de riesgo¡±, opina la editora Mercedes Pescador. Una obra madura y fluida que consigue un equilibrio impecable entre lo po¨¦tico, lo on¨ªrico y lo detectivesco y cuyo planteamiento podr¨ªa firmar cualquier autor veterano. Una autora que derrocha frescura, vitalidad, inventiva y sobre todo un profundo conocimiento de nuestros sentimientos. ¡°Yo escribo para pensarme y para reflexionar sobre los temas que ocupan mi mente: el miedo al cambio, a romper con el pasado, con las costumbres que no decidimos por nosotros mismos. Mi mayor logro ser¨ªa que alg¨²n lector se sintiera identificado con lo que escribo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.