Potter nos convierte en Pottersville
"Son tantos los desmanes del Gobierno de Rajoy que se hace muy dif¨ªcil seguirles la pista y recordarlos todos"
Las acciones y medidas del actual Gobierno del PP resultan ya tan caricaturescas que a veces me pregunto si sus integrantes no se pasan la vida viendo ?Qu¨¦ bello es vivir! y otras cintas de Frank Capra. No para emular a sus protagonistas, a ¡°los buenos¡±, a James Stewart o a Gary Cooper, sino a los mayores malvados de aquellas historias bienintencionadas y hoy algo ingenuas, pero todav¨ªa enormemente eficaces y conmovedoras. La pel¨ªcula que he mencionado es sin duda la que m¨¢s se recuerda, no en balde las televisiones la siguen programando todas las Navidades. Cada vez que la pillo en alguna cadena, aunque est¨¦ ya empezada, me atrapa y no puedo apartar los ojos de la pantalla. Aunque me la sepa de memoria y conozca su desenlace, deseo volver a ver c¨®mo acontece, asistir a ello. Hace muchos a?os le dediqu¨¦ un ar??t¨ªcu??lo y habl¨¦ de la profundidad que encerraba, con aquella famosa figuraci¨®n de lo que habr¨ªa sido de Bedford Falls, la peque?a ciudad de James Stewart, si ¨¦l no hubiera nacido, como desea en un momento de desesperaci¨®n, a punto de suicidarse. Su archienemigo, el que lo ha llevado a una situaci¨®n de quiebra con amenaza de c¨¢rcel, es el millonario Henry Potter, interpretado por Lionel Barrymore, un hombre viejo y codicioso, amargado y sin escr¨²pulos, atado a una silla de ruedas. Pendiente s¨®lo de la especulaci¨®n y los beneficios, insensible a las calamidades y penurias de la gente, a la que est¨¢ dispuesto a aplastar y a dejar sin hogar si es conveniente.
Pues bien, son tantos los desmanes del Gobierno de Rajoy (qu¨¦ inocente fui al pensar que la crisis le impedir¨ªa ocuparse de nada m¨¢s) que se hace muy dif¨ªcil seguirles la pista y recordarlos todos. No hay nada como el aluvi¨®n, como cometer muchas tropel¨ªas, para que algunas pasen inadvertidas y ni siquiera se proteste por ellas. El modelo es el de Henry Potter, ya digo que resulta todo caricaturesco. Lo que les pase a las personas les importa un bledo, a estos gobernantes. Sostienen que quienes tienen problemas se los han buscado, por perezosos o torpes o tontos. ?Que son desahuciados y se quedan sin casa? Que no se hubieran comprometido con una hipoteca (despu¨¦s de que los bancos alentaran a todo el mundo a pedirlas). ?Que pierden el empleo y carecen de ingresos? Por algo ser¨¢, no han sabido conservarlo. ?Que ven recortadas la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas, la cultura, la investigaci¨®n y la ciencia? Bueno, las tres ¨²ltimas son superfluas, y en cuanto a las dos primeras, que se las paguen de su bolsillo (como si no lo hubieran hecho ya con sus impuestos para hospitales y escuelas, que ahora son privatizados). ?Que a muchos ancianos poco letrados se los ha enga?ado con las preferentes? Que no se hubieran dejado camelar por sus sucursales bancarias, en las que ten¨ªan confianza plena, y se hubieran le¨ªdo mejor la letra peque?a. ?Que hay que pagar dos o tres veces los medicamentos? Que rompan la hucha de sus ahorrillos o prescindan de tanta pastilla. ?Que la reforma laboral del Gobierno abarata y facilita el despido y, como era de prever, los propicia en masa y no contribuye a que nadie sea contratado? Da lo mismo, de lo que se trata es de contentar a los grandes empresarios y no a los despreciables empleados sin inventiva. ?Que las personas ¡°dependientes¡± se van a quedar sin ayuda y abandonadas a su suerte? Que no hubieran vivido tanto o no hubieran nacido con malformaciones ni sufrido accidentes laborales, all¨¢ se las compongan. ?Que a los ciudadanos les costar¨¢ m¨¢s dinero ir a los registradores de la propiedad (un colectivo escaso y ya acaudalado) en vez de al Registro Civil para tr¨¢mites fundamentales? Que se aguanten, hay que beneficiar al gremio de Rajoy, el cual quiz¨¢ vuelva a ejercer como registrador de la propiedad alg¨²n d¨ªa. ?Que el paisaje y las costas est¨¢n destruidos, y la burbuja inmobiliaria creada por Aznar es la causante principal de nuestros males? Pues nos quedamos cortos, as¨ª que vamos a permitir m¨¢s destrozo y que en algunas playas sean s¨®lo veinte metros ¨Cen vez de los cien anteriores¨C los que queden a salvo de edificaciones infernales. En cuanto a las condenadas a demolici¨®n, les vamos a conceder una pr¨®rroga de setenta y cinco a?os (!), que sigan en pie los mayores horrores urban¨ªsticos ilegales, que hab¨ªan invadido el espacio p¨²blico. ?Que los espa?oles no se conforman con los fallos que consideran injustos? Subamos las tasas judiciales, para que s¨®lo los ricos puedan presentar recursos. ?Que se est¨¢ metiendo mano a todo el mundo excepto a la Iglesia? Por favor, ¨¦sta merece trato de privilegio; como est¨¢ perseguida y acosada, que contin¨²e exenta de pagar el IBI.
Son tantos los desmanes del Gobierno de Rajoy que se hace muy dif¨ªcil seguirles la pista y recordarlos todos"
En ?Qu¨¦ bello es vivir!, Bedford Falls habr¨ªa pasado a llamarse Pottersville de no haber nacido James Stewart. Ser¨ªa una ciudad de usura y juego (como la Eurovegas de Adelson, supongo), de personas desdichadas e insolidarias, sin ninguna protecci¨®n y en manos del millonario; en la que abundar¨ªan los indigentes, los borrachos, los matones y los especu?ladores. En la que por supuesto todo ser¨ªa privado, o m¨¢s bien un monopolio, y los individuos tan s¨®lo n¨²meros, sin apenas derechos y con infinitas obligaciones y deudas. Este Gobierno, no cabe duda, tiene esa Pottersville como modelo, a todos sus ministros les veo cara de Barrymore. Lo que uno no entiende es que los mismos espectadores que en la ficci¨®n lo ver¨ªan claro e ir¨ªan con James Stewart como un solo hombre, en la realidad voten por el despiadado villano Henry Potter, y lo mantengan dando ¨®rdenes y dictando leyes.
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