Hablamos de nuestros hijos
Primero fue la ministra F¨¢tima B¨¢?ez cuando a la fuga de j¨®venes al extranjero la denomin¨® ¡°movilidad exterior¡± y ahora es la omnipresente Esperanza Aguirre quien manifiesta que ¡°el n¨²mero creciente de j¨®venes espa?oles con buenos trabajos en el extranjero tendr¨¢ un efecto muy positivo en nuestra econom¨ªa¡±.
Lo que parecen desconocer ambas es que la mayor¨ªa de nuestros j¨®venes licenciados que tratan de abrirse camino en el extranjero se marchan de su pa¨ªs sin ese trabajo tan ansiado y comienzan trabajando de forma precaria en sectores como la hosteler¨ªa, tambi¨¦n all¨ª sin contrato, y en una econom¨ªa de subsistencia que apenas les permite ahorrar para pagarse el billete de vuelta si la experiencia no sale bien.
Claro que a la gran mayor¨ªa les falta un buen apellido o una experiencia forjada como asesor de alg¨²n ente administrativo debidamente tutelado.¡ª Jos¨¦ Antonio de Frutos G¨®mez.
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