El diablo viste a su hija de correcci¨®n
A sus 25 a?os, Bee Shaffer, hija de Anna Wintour, parece huir de la notoriedad de su madre Sus escasas apariciones, como la de la gala del Met del lunes, alimentan expectativas hacia su perfil como 'socialite'
?Qui¨¦n llama a una ni?a Bee?
La hija de Anna Wintour se llama Bee porque de peque?a no pod¨ªa pronunciar su nombre real, Katherine, pero s¨ª decir la silaba bi. Y as¨ª se qued¨®. Es posible que detr¨¢s de aquella concesi¨®n se esconda una rec¨®ndita teor¨ªa sobre psicolog¨ªa infantil: el padre que la toler¨® es David Shaffer, hoy responsable de tal ¨¢rea en el hospital presbiteriano de Nueva York. Pero, sobre todo, es importante porque es hija de la responsable de uno de los medios que m¨¢s fascinaci¨®n suscitan en el mundo. Ser hija de la temida directora de Vogue tiene un potente efecto secundario: todo lo que hace quien ostente su linaje resulta importante, independientemente de que lo sea o no. Bee lo sabe, ha jugado con ello y ha defraudado.
?C¨®mo puede ser famosa, si no es famosa?
La semana pasada asisti¨® junto a Wintour a la gala anual que esta preside en el Met neoyorquino. Su foto en la alfombra roja fue una de las m¨¢s comentadas. Y, en realidad, era una de las que menos daban que comentar: la estupenda chica de 25 a?os pos¨® con suma correcci¨®n junto a mam¨¢ y sigui¨® a otra cosa. Los titulares se hicieron igual, solo que m¨¢s huecos. El potencial fascinador volvi¨® a azotarla y ella volvi¨® a dar menos de lo esperado. Su descafeinado look para la ocasi¨®n (al igual que el de su madre, todo sea dicho) se alej¨® de la etiqueta punk que requer¨ªa la exposici¨®n ¨ªdem que se inauguraba esa velada. Quiz¨¢ un s¨ªntoma m¨¢s de su perfil bajo, o quiz¨¢ una decisi¨®n premeditada por evitar el protagonismo.
?Por qu¨¦ los medios no han aprendido a ignorarla?
Si Shaffer lleva toda la vida sin dar que hablar, al menos cuando era m¨¢s joven parec¨ªa ir encaminada a remediar esa situaci¨®n: entre los 18 y los 20 a?os escribi¨® una columna de moda para The Daily Telegraph. Fue becaria para la revista New York. Luego cambi¨® el rumbo. Se centr¨® en las artes esc¨¦nicas, fue becaria en la compa?¨ªa cinematogr¨¢fica de los hermanos Weinstein, y despu¨¦s, ayudante del presidente de la mastod¨®ntica web de comedia CollegeHumor. Menos glamuroso, s¨ª, pero no importa.
Los medios a¨²n pod¨ªan seguir su vida sentimental: su relaci¨®n con Jake Hurwitz, guionista de esa web. Entonces lo dejaron. Nunca Bee hab¨ªa sido tan poco Bee como desde entonces. Ni un paso hacia la fama ni a alimentar el culto a su madre. Nada, hasta que se puso denuvo con su madre ante un objetivo hace unos pocos d¨ªas. Podr¨ªa ser su ¨²ltima fotograf¨ªa como famosa en ciernes que nunca cuaj¨®. O, quiz¨¢, la primera que se tom¨® durante su exilio voluntario para hacer m¨¦ritos y ser famosa por derecho propio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.