Cambio de perspectiva

Ser¨ªa un error minusvalorar la importancia del cambio de perspectiva econ¨®mica que se est¨¢ produciendo en las instituciones europeas, en especial en la Comisi¨®n, sobre el ritmo e intensidad de los ajustes presupuestarios exigidos para estabilizar las finanzas p¨²blicas en los pa¨ªses del sur. El Comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Olli Rehn, acaba de denunciar los graves problemas estructurales que existen en la eurozona para tomar decisiones econ¨®micas complejas, como por ejemplo, los rescates de pa¨ªses como Grecia o Portugal. El mensaje de Rehn es que hay demasiadas personas con capacidad de veto y, sobre todo, que dichas decisiones est¨¢n en manos de los Gobiernos y no en el marco comunitario. Manda Alemania y, en alguna ocasi¨®n, los Gobiernos, pero no Bruselas.

Pero es la Comisi¨®n, dice Rehn con mucho sentido com¨²n, la que debe gestionar la salida de la crisis financiera. De esa forma, cabe a?adir, se fortalecer¨ªa la confianza en una Europa integrada, se descartar¨ªan recelos sobre la preeminencia alemana y se agilizar¨ªa la toma de decisiones en momentos cr¨ªticos. La proclama del comisario se fundamenta en la desastrosa experiencia de los rescates (Grecia y Portugal apenas han mejorado sus condiciones de estabilidad y la intervenci¨®n en Chipre caus¨® una conmoci¨®n en los mercados) y en el creciente malestar que recorre Europa, cuyos ciudadanos empiezan a dudar de la eficacia de las estructuras comunitarias. Las decisiones se retrasan por la existencia de m¨²ltiples poderes de veto (Rehn critica poco veladamente el sistema conjunto Bruselas-BCE, FMI) y, si se aprueban, su aplicaci¨®n se demora en exceso.

No se trata solo del problema estructural que denuncia Rehn. Los rescates decididos por el entramado intergubernamental m¨¢s el Fondo Monetario han sido duros e injustos. Impusieron correcciones muy intensas del d¨¦ficit p¨²blico en plazos cortos ¡ªcomo en el caso de Espa?a¡ª y gravaron el peso de la financiaci¨®n aportada por Europa con tipos de inter¨¦s excesivos. No es de extra?ar que Grecia o Portugal no puedan soportar el peso del ajuste presupuestario. Desde el primer momento los rescates estuvieron mal dise?ados, en parte por la intervenci¨®n descoordinada de los pa¨ªses y sus intereses.

Pero todav¨ªa existe otro grave problema del cual empiezan a ser conscientes las autoridades comunitarias. La troika se equivoc¨® con los factores multiplicadores, es decir, con las consecuencias que tienen sobre el crecimiento los recortes presupuestarios. Cada punto de ajuste del d¨¦ficit no causa descensos del PIB inferiores a un punto, como supusieron los partidarios de recortes dr¨¢sticos, sino muy superiores a un punto. Esta es la causa de la recesi¨®n persistente y la raz¨®n por la cual Rehn y Bruselas se muestran flexibles con los objetivos no cumplidos; y esta deber¨ªa ser la raz¨®n por la cual Bruselas debe reestructurar las condiciones de estabilidad y austeridad y facilitar cambios en las pol¨ªticas econ¨®micas.