La renuncia occidental a Siria

Al anunciar un ¡°acuerdo¡± con Vladimir Putin destinado a preparar una conferencia internacional sobre Siria, que mezcle a representantes del r¨¦gimen de Asad y emisarios de la oposici¨®n, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha accedido a uno de los m¨¢s viejos anhelos rusos: ocupar un espacio de primera fila en el tablero de Oriente Medio y lograr que los occidentales renuncien a todo cambio de r¨¦gimen por presiones exteriores. Kerry ha ido lejos en las concesiones a Mosc¨², al comentar que no le ¡°corresponde pronunciarse¡± sobre el desalojo del poder de Bachar al Asad como cuesti¨®n previa a las conversaciones. Es un retroceso notable para los que recuerdan que, desde agosto de 2011, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania hab¨ªan pedido, solemnemente y de com¨²n acuerdo, la dimisi¨®n inmediata del dictador de Damasco. Hoy ya no hay nada de eso (...)

Los europeos saludan el nuevo plan ruso-norteamericano para Siria extendiendo un p¨²dico velo sobre los retrocesos que comporta (...) El plan consiste en volver a partir del ¡°comunicado¡± negociado en Ginebra en julio de 2012, texto ampliamente dictado por Mosc¨² que consigue el retorcimiento sem¨¢ntico de colocar al mismo nivel a v¨ªctimas y verdugos.

(...) La expresi¨®n ¡°l¨ªnea roja¡± ha sido vaciada de sentido. Los civiles sirios contin¨²an sufriendo una tragedia a la sombra de un embrollo estrat¨¦gico considerado mucho m¨¢s grave que su suerte como martirizados: el caso iran¨ª y el peligro de una proliferaci¨®n nuclear en Oriente Medio.

Par¨ªs, 10 de mayo de 2013