El idealismo del 15-M

Cada uno lo puede ver como quiera, por supuesto. Pero para m¨ª, el 15-M es un s¨ªmbolo de esperanza. Que todav¨ªa queden ciudadanos capaces de tomar la calle para reivindicar un mundo mejor es digno de elogio en esta sociedad enferma de des¨¢nimo y escepticismo. Tiempos dif¨ªciles donde el lenguaje se tuerce hasta llamar medidas impopulares a las decisiones antidemocr¨¢ticas; y coacci¨®n a la protesta.

¡°No representan a nadie¡±, dicen. Bueno, yo vot¨¦ al PP y siento que me representan mejor que este partido, que adem¨¢s de enga?arme con sus promesas electorales prolonga la crisis mientras reclama paciencia. No se dan cuenta de que con tanto recorte en sanidad los ciudadanos hemos dejado de ser pacientes. Y ya no basta que nos administren una noticia bals¨¢mica por v¨ªa telediaria cada 15 d¨ªas. Queremos el pleno empleo. Y un mundo m¨¢s limpio, viable y solidario. Y quien piense que esto es un brindis al sol, por favor que deje la pol¨ªtica. Esta crisis moral y econ¨®mica exige l¨ªderes valientes, capaces de romper la baraja cuando notan que alguien hace trampas. Gobernantes con valor y con valores. Pol¨ªticos que adem¨¢s de ideas, tengan tambi¨¦n ideales.¡ª Pablo Gonz¨¢lez Caballero.